No es una política nueva el empowerment, esa técnica de gestión que aumenta la confianza en los empleados, en su capacidad y su responsabilidad y que les habilita para tomar decisiones.
Aunque no forma parte exactamanente del empowerment propiamente dicho, tampoco es nueva la política de estimular a los empleados a la toma de decisiones...incluso aunque en algún caso éstas puedan ser incorrectas. Se considera que es más importante el decidir, y el decidir rápido, que la búsqueda de la perfección en las decisiones que puede conducir a la famosa 'parálisis por el análisis'.
Aunque desde una perspectiva muy diferente, Chris Anderson en su libro 'Gratis', nos da un consejo que en cierto modo es convergente con lo anteriormente mencionado. Pero Anderson lo enfoca desde la perspectiva de la racionalidad económica en una economía de la abundancia. Dice así:
"Allí donde los recursos son escasos, también son caros: hay que tener cuidado de cómo se manejan.... Pero cuando los recursos son baratos, no hay que gestionarlos de la misma forma. Según se van digitalizando las funciones de los negocios, éstas también pueden hacerse más independientes sin riesgo de hundir la casa matriz. La cultura de la empresa puede cambiar del 'No la pifies' al 'Falla rápido'".
En este caso, la digitalización y la abundancia que conlleva, nos ponen aún más fácil optar por esa cultura de gestión que favorece la velocidad, la capacidad de decisión, la delegación, el empowerment...
viernes, 30 de julio de 2010
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