lunes, 31 de octubre de 2016

Wearables para el puesto de trabajo



La  verdad es que cuando pienso en wearables, la mente se me suele ir más hacia el entorno privado, hacia su uso casi como diversión o, también, ligados a la salud. Sin embargo no había reflexionado mucho sobre sus posibilidades profesionales como un elemento del puesto de trabajo.

Pero al leer el breve estudio sobre wearables, de la serie Innovation Trends del Centro de Innovación del BBVA, me encuentro con la siguiente afirmación, hecha por Joyce Maroney, directora del Kronos Workforce Institute:

There's a strong belief that wearable technology will take off in the workplace before the home because devices such as smart wathches and even fitness and health monitors can provide organizations with uncharted data collection points to greatly improve safety, productivity, collaboration, and overall workplace effectiveness.

No sólo es que los wearables tengan aplicación en el puesto de trabajo es que, además, y según esta fuente, es justamente en ese ámbito donde el uso de los wearables despegará primero.

¿Y qué tipo de wearables en concreto?

Pues también nos dan la respuesta:

Headphones, watchs and armbands or smart wristbands are the three types of wearable devices considered most useful at work.

Cascos, relojes y pulseras...

Una última pregunta: ¿Con qué uso?

Algunas ideas:

  • Mejorar la asistencia a reuniones al permitir analizar las preferencias y hábitos de las personas a partir de datos recogidos por este tipo de dispositivos

  • Mejorando la integración de los empleados en nuevos departamentos y al incluir en los dispositivos manuales y formación que se le brinda de forma personalizada

  • Ayudando en la monitorización y cuidado de la salud y bienestar de los empleados, detectando, por ejemplo, errores posturales o excesos de sedentarismo.

La verdad es que me sigue pareciendo más probable el despegue en el ámbito del consumo, el ocio, la salud y el fitness individuales que en el ámbito corporativo. Pero no obstante, no deja de ser un área más que interesante de aplicación.

Sólo el tiempo, y probablemente no sea necesario esperar mucho, nos dará la respuesta.

viernes, 28 de octubre de 2016

22 cambios tecnológicos que cambiarán la sociedad

Klaus Schwab remata su libro 'The fourth industrial revolution' resumiendo un estudio del World Economic Forum, la institución de la cual es creador y presidente, un estudio que, titulado 'Deep Shift. Technology Tipping Points and Societal Impact', y basado en entrevistas a más de 800 grandes ejecutivos, selecciona aquellas tecnologías más disruptivas que se manifestarán en los próximos años produciendo cambios profundos en la sociedad.

El resultado es la identificación de 22 grandes cambios. Para cada cambio se elige un indicador y un valor previsto para 2025 que demuestra que ese cambio tecnológico estará realmente en marcha. 

Me limitaré a citar esos 22 cambios. Se trata de los siguientes: 

  • Tecnologías implantables
  • Nuestra presencia digital
  • La visión como nueva interfaz
  • El internet 'wearable'
  • Computación ubicua
  • Un supercompùtador en tu bolsillo
  • Almacenamiento para todos
  • El Internet de y para las cosas
  • El hogar conectado
  • Ciudades inteligentes (Smart cities)
  • Big Data para las decisiones
  • Coches sin conductor
  • Inteligencia artificial y toma de decisiones
  • Inteligencia artificial y los trabajos de cuello blanco
  • Robótica y servicios
  • Bitcoin y Blockchain
  • La economía de la compartición
  • Gobiernos y blockchain
  • Impresión 3D y fabricación
  • Impresión 3D y salud humana
  • Impresión 3D y productos de consumo
  • Seres de diseño

Muchos de ellos nos suenan sobradamente y no nos sorprenden pero otros sí resultan originales y, alguno, quizá sobrecogedor.

Y 2025 está ahí al lado...

miércoles, 26 de octubre de 2016

Cuatro inteligencias para afrontar el cambio en un mundo digital



El mundo digital es un mundo en constante cambio: cambio tecnológico, cambio de modelos de negocio, cambio en la estructura de los sectores, cambios en las costumbres, cambios en la cultura...

Las empresas tiene formas de enfrentarse a estos cambios, pero también las personas tienen que hacerlo, en sus planos tanto personal como profesional.

Para estar mejor preparado para esos cambios, Klaus Schwab, en su libro 'The fourth industrial revolution' nos aconseja cultivar cuatro tipos de inteligencia:

  • Inteligencia contextual (la mente): Que nos lleva a comprender, y nos permite mejor aplicar nuestros conocimientos.

  • Inteligencia emocional (el corazón): que nos permite procesar e integrar nuestros pensamientos y emociones y mejorar las relaciones con los demás

  • Inteligencia inspirada (el alma): para alcanzar un sentimiento de propósito, tanto individual como compartido, y desarrollar las virtudes que nos orientan hacia la consecución del bien común.

  • Inteligencia física (el cuerpo): mantenimiento de la propia salud y bienestar, así como la de aquellos que nos rodean, lo que nos permitirá disponer de la energía necesaria para afrontar los cambios,

Conocimiento, autocontrol, propósito y salud... Sin duda eso nos prepara para el cambio... y casi para cualquier cosa...

lunes, 24 de octubre de 2016

Una sociedad digital y social pero atrapada en una espiral de silencios

Uno de los fenómenos que caracterizan la sociedad digital en que cada vez nos vemos más inmersos, es la emergencia, realmente ya casi el establecimiento, de las herramientas sociales.

Redes sociales, blogging, microblogging, mensajería instantánea... una publicación constante de comentarios, opiniones, fotografías, vídeos, chistes, noticias... un contacto constante con 'lo que está sucediendo' y, en principio, envueltos en un diálogo e interacción continuos...

Parece que la digitalización nos conduce a lo social, a lo grupal, a lo compartido...

Sin embargo,puede que no sea 'oro todo lo que reluce', puede que la sociedad digital, y a pesar de la innegable interacción continua, esté promoviendo, más que a la sociedad en su conjunto, al individuo, a la persona

Al menos, eso parece pensar Klaus Schwab cuando en su libro 'The fourth industrial revolution' afirma:

one of the greatest (and more observable) effects of digitization is the emergence of the "me-centred" society - a process of individuation and emergence of new forms of belonging and community. Contrary to the past, the notion of belonging to a community today is more defined by personal projects and individual values and interests rather than by space (the local community) work and family.

Una sociedad centrada en el yo, en el individuo. No tanto porque no exista lo social y la comunidad sino porque, según el argumento de Schwab, la forma de pertenencia a las comunidades se modifica. El individuo se reafirma, y sus proyectos, valores e intereses definen la comunidad a la que pertenece, 

Dicho así, no parece que esto sea realmente negativo. Casi parece todo lo contrario. Si la persona se reafirma en su individualidad, pero al tiempo se integra en comunidades ¿no es eso ideal?

Quizá no sea tan malo, pero guarda un peligro. Un peligro que identificó la psicóloga clínica del MIT, Sherry Turkle a la que cita el propio Schwab, y quien afirma que este comportamiento genera lo que denomina una espiral de silencio:

This matters because what we read, share and see in the context of social media shapes our political and civic decisions.

Es decir, y si lo entiendo bien, la cosa funciona de la siguiente forma: el individuo participa en comunidades, sí, pero afirmando sus valores e intereses, pero, poco a poco, la propia comunidad a que pertenece va modelando su pensamiento social y político (y supongo que en cualquier campo). Sus 'inputs' son cada vez más polarizados, más estrechos y lo que en principio podría suponer una afirmación de la individualidad y el pensamiento autónomo y un enriquecimiento por la interacción con la comunidad, se convierte en todo lo contrario: un círculo cada vez más cerrado...

Una receta para el empobrecimiento y, en la peor de sus expresiones, para el fanatismo.

¿Cómo hacer frente a este riesgo?



A nivel individual supongo que exigiéndonos la diversidad en nuestros inputs. Por poner un ejemplo, seguir en twitter no sólo al partido al que votamos sino a todo el arco parlamentario y no parlamentario. O seguir las noticias de diversos medios, con diferentes enfoques. O leer una gran variedad de blogs, o seguir a líderes de pensamiento de diferentes disciplinas y tendencias.

Eso a nivel individual pero ¿y como sociedad?

Ahí, no lo tengo tan claro...

viernes, 21 de octubre de 2016

Vencer la ignorancia paralizante


La velocidad de los cambios que las nuevas tecnologías están introduciendo en nuestros trabajos y nuestras vidas con frecuencia nos puede desbordar, hundir en la sensación de incapacidad para asimilarlos.

Demasiado rápidos, demasiado profundos...

¿Es un fenómeno actual?

Manuel Castells, citado por Klaus Schwab en su libro 'The fourth industrial revolution', piensa que no, que siempre que se producen drásticos cambios tecnológicos tenemos una sensación parecida:

In all moments of major technological change, people, companies, and institutions feel the depth of the change, but they are often overwhelmed by it, out of sheer ignorance of its effects.

Se siente la profundidad del cambio pero ese conciencia puede resultar, paradójicamente, paralizante: el cambio nos abruma por la mera ignorancia, nos dice Castells, de sus efectos.

¡Justo lo que no nos podemos permitir!

Continua Schwab:
Being overwhelmed due to inorance is precisely what we should avoid, particularly when it comes to how the many diverse communities that comprise modern society form, develop and relate to another.

En efecto, cuanto mayores sean los cambios, cuanto más rápido se mueva todo a nuestro alrededor más importante es mantener la atención, incrementar la tensión, subirnos al carro de ese cambio...  

Y aunque se trata de actuar, también se trata de comprender, de aprender, de vencer esa ignorancia que nos paraliza.

Curioso: tal vez la lectura, el estudio o la conversación profunda, sean entonces herramientas para afrontar el cambio. Y lo son porque nos permiten entender y aprender, porque nos orientan y nos dan seguridad, porque eliminan la perplejidad y nos preparan por tanto para la acción.

Me gusta la idea...

miércoles, 19 de octubre de 2016

#macrotweet: Si la ley de Moore no se detiene...

If Moore's Law continues to develop with the same speed as it has been for the past 30 years, CPUs will reach the same level of processing power as the humans brain in 2025.


Klaus Schwab
'The Fourth industrial revolution'

lunes, 17 de octubre de 2016

Professionals as a Service o el offshoring silencioso


Cloud computing es ya, casi, un fenómeno asentado. Nos hemos ya familiarizado con el concepto de la computación en la nube, las soluciones bajo demanda (o 'as a Service') y el pago por uso.

Y mientras hablamos de computación todo parece fantástico.

¿Y si hablamos de personas?

En su libro 'The fourth industrial revolution', Klaus Schwab reflexiona, entre otras cosas, sobre el impacto de las nuevas tecnologías y nuevos modelos en el empleo.

E identifica un fenómeno que, de forma a un tiempo ingeniosa y afortunada, denomina 'human cloud' y que en realidad resume ideas de Daniel Pink en su 'Free Agent Nation'. Explica Schwab que se está asentando un modelo de trabajo y de relación entre empresas y trabajadores en que no hay una ligadura estable de éstos a la primera sino que las empresas definen trabajos que luego ofrecen a una 'nube' de trabajadores, llamémosles independientes, freelance, autónomos, o lo que prefiramos.   

Es como llevar necesidades a una nube, pero en este caso una nube no constituida por redes y servidores, sino por personas, por profesionales. De esta forma, la empresa no se carga de profesionales, sino que los obtiene 'on-demand'... justo como infraestructuras, plataformas y aplicaciones en el cloud computing. Así lo explica:

Professional activities are dissected into precise assignments and discrete projects and then thrown into a virtual cloud of aspiring workers located anywhere in the world. This is the new on-demand, where providers of labour are no longer employees in the traditional sense but rather independent workers who perform specific tasks.

Es, en frase, de nuevo ingeniosa, del autor, una nueva forma de offshoring, un offshoring silencioso, que no vemos claramente, pero que se esta produciendo...

No es un panorama, creo, del todo tranquilizador, especialmente si si pensamos en esquemas de seguridad en el empleo, protección social en épocas de crisis o, en otro orden de cosas, en el famoso orgullo de pertenencia. Sin embargo, el autor identifica una serie de ventajas para los propios profesionales: 

For the people who are in the cloud, the main advantages reside in freedom (to work or not) and the unrivalled mobility that they enjoy by belonging to a global virtual network. Some workers see this as offering the ideal combination of a lot of freedom, less stress and greater job satisfaction.

Inseguridad a cambio de libertad, riesgo a cambio de satisfacción.



Creo que, en efecto, el fenómeno se va asentando lentamente. Es posible que esto haga a la economía mas eficiente y flexible en su conjunto, probablemente más innovadora y productiva... pero no sé si más humana...

¿Qué pasa con las personas? ¿Qué pasa con esas personas en la nube? ¿Qué pasa con personas y familias en una economía bajo demanda, una economía con profesionales, personas, 'as a Service'?

viernes, 14 de octubre de 2016

Cuando la inspiración llegue, que me encuentre blogueando

Bloguear es una actividad a un tiempo refrescante y esforzada, a la vez inspiradora y agotadora.

Escribir es una forma de reflexionar, de procesar y recoger conocimiento, de pensar, de ensayar ideas posibles, de ponerlas a prueba ante las palabras y ante el juicio propio y ajeno,

Dos leyes sobre social media parecen orientarnos pero al tiempo nos despistan. Nos indican, por un lado, que se debe mantener un ritmo alto y constante de publicación si se quiere conservar y hacer crecer una audiencia. Pero nos aconsejan, por otro, cuidar la calidad y el interés de lo publicado.

Ambas reglas muy sensatas...pero algo inconsistentes entre sí. ¿Cómo asegurar la calidad con un ritmo muy alto de publicación? ¿ O cómo publicar a ritmo acelerado muchos artículos de alta calidad e interés?

Al mantener este blog, como otros elementos de mi presencia en Internet, se combinan el placer y el esfuerzo, la vocación y la obligación.

He disfrutado, me he inspirado, me he divertido e incluso he sonreído escribiendo artículos. Así ha sido, así es en la mayoría de las ocasiones. Pero también he escrito no pocos posts cansado, agotado, con mis ojos literalmente cerrándose, poseídos de un sueño profundo, espeso, invencible. He temido leer al día siguiente, ya más despejado, algo que no tuviera sentido, absurdo o, simplemente, mediocre.

Y me he preguntado, me pregunto a veces, si no sería mejor bajar algo el ritmo, escribir sólo cuando estuviese descansado, eligiendo los artículos más brillantes que se me ocurriesen y cuidando hasta el extremo la redacción.

Sería una posibilidad, probablemente incluso una alternativa sensata.

Pero creo que no me apetece hacerlo.

En cierto sentido creo que traicionaría ligeramente el espíritu de un blog, un medio en el que creo que es lícito e incluso deseable alcanzar la más alta  calidad tanto de contenidos como de redacción, pero que al tiempo es un medio del que cabe esperar un cierto nivel de frescura y espontaneidad, un medio en que antes que el arte o la perfección se busca la reflexión y la comunicación.

Si, seguiré publicando con frecuencia. Sostendré mis párpados cuando estos se nieguen a permanecer abiertos. Y escribiré. Escribiré con la máxima calidad de que sea capaz pero, sobre todo, escribiré.

Y cuando surja la magia, cuando aparezca ese tema único, o esa forma brillante de contarlo, estaré delante del teclado dispuesto a darle forma, a mimarlo y a llevarlo a Internet.

Escribiré. escribiré, escribiré, para que, parafraseando a Pablo Picasso, cuando la inspiración llegue, me encuentre blogueando... 

miércoles, 12 de octubre de 2016

El empleo en peligro: de la digitalización y el outsourcing a la automatización

El empleo está en peligro.

Y no solo por la crisis económica. Se trata de algo más profundo y estructural.

Se trata de que las nuevas tecnologías digitales, incluyendo los avances en algoritmos, inteligencia artificial y robótica, permiten en muchos casos sustituir con ventaja a una persona por una máquina, un sistema o un robot.

Se tiene claro que esto afecta sobre todo a los puestos de trabajo de carácter más repetitivo, menos cualificados y creativos (los 'blue-collar'), pero también existe una creciente convicción de que los empleo 'white-collar' pueden estar amenazados puesto que los avances en inteligencia artificial permiten a las máquinas capacidades sorprendentes y hasta hace poco impensables.

Sin embargo, volviendo a los primeros, a los puestos de trabajo más repetitivos, nos encontramos con un doble efecto que conspira en aras de su desaparición.

Por un lado, tenemos el crecimiento en capacidades de las máquinas y los algoritmos. Pero de otra, y ese es el motivo de este artículo, tenemos una herencia de simplificación de los puestos de trabajo, que no tuvo inicialmente nada que ver con lo digital, sino que se centraba en la eficiencia y en posibilitar modelos de outsourcing y offshoring, pero que ahora adquiere unos nuevos tintes debido a la revolución digital. 

Así lo identificaba Michael Osborne según lo relata Klaus Schwab en 'The fourth industrial revolution':

a critical enabling factor for automation is the fact that companies have worked hard to define beter and simplify jobs in recent years as part of their efforts to outsource, off-shore and allow them to be performed as "digital work [...]. This job simplification means that algorithms are better able to replace humans.

Es decir, para facilitar el externalizar tareas de una empresa a otra, especialmente en el modelo offshoring en que, típicamente, una compañía occidental externaliza tareas en otra típicamente de un país emergente como la India o Brasil, la primera compañía se ocupa de definir muy claramente las tareas a realizar y en hacerlas lo más simples posibles. 

Y tareas bien definidas y simples son el territorio ideal para la automatización, para la sustitución de la persona por la máquina y el algoritmo.

De partida, nada hay de malo en ello. Al fin y al cabo, la búsqueda de la eficiencia no sólo es lícita, sino que seguramente es casi un imperativo de sostenibilidad y no de empresas aisladas sino de la economía en su conjunto, más aún, de la sociedad en su conjunto.

Sin embargo, la amenaza para el empleo está ahí, una amenaza por lo demás estructural y creciente, y no parece que tengamos nada claro cómo superarla...

lunes, 10 de octubre de 2016

#macrotweet: La tranquilidad y la atención como lujos necesarios

in an age of distraction, nothing is so luxurious as paying attention. And in an age of constant movement, nothing is so urgent as sitting still.




Pico Lyer
Citado por Klaus Schwab en 'The Fourth Industrial Revolution' 


viernes, 7 de octubre de 2016

Las megatendencias tecnológicas de la Industria 4.0



Quizá nos ayude a entender algo mejor lo que significa ese algo elusivo concepto de industria 4.0 que nos presenta Klaus Schwab en su libro 'The fourth industrial revolution' si conocemos qué tecnologías la conforman.

Y, precisamente, el propio autor nos ayuda identificando una serie de megatendencias tegnológicas. Pero, antes, dedica unas breves palabras a explicar qué caracteriza a estas megatendencias.

All new developments and technologies have one key feature in common: they leverage the pervasive power of digitization and information technology.

Se trata de tecnología digitales o que se aprovechan del poder de lo digital. Dicho esto, el autor identifica ocho megatendecias que agrupa en tres núcleos: físicas, digitales y biológicas.

  • FÍSICAS: de naturaleza tangible

    • Vehículos autónomos
    • Impresión 3D
    • Robótica avanzada
    • Nuevos materiales

  • DIGITALES

    • Internet de las Cosas
    • Blockchain
    • Plataformas

  • BIOLÓGICAS

    • Biología sintética
Reconocerá el lector asiduo de este blog, que de la mayor parte de las mismas se ha hablado en este mismo sitio, en algunos casos, en abundancia. Quizá tenga una deuda con lo relativo a nuevos materiales y a la biología sintética. Tal vez, eso se explique porque, en mi opinión, son las tecnologías menos digitales de las mencionadas en el listado (aunque se aprovechen de la digitalización).

De todas formas, estas megatendencias me pueden ayudar como guía de exploración e investigación personales. Tal vez también al lector...

miércoles, 5 de octubre de 2016

Una consecuencia ¿indeseable? de la economía de las plataformas



Oímos hablar de muchas 'nuevas economías'...

No sólo se trata de la genérica economía digital. También oímos hablar de la economía del regalo, de la economía colaborativa... y de la economía de las plataformas.

Las plataformas, mucho más allá de su significado tecnológico, que también lo tienen, nos hablan de una forma de presentarse en el mercado y, sobre todo, de competir, una forma en que una empresa, necesariamente poderosa, se sitúa en el centro de un ecosistema que produce variedad de productos y servicios para los clientes construidos en torno a una tecnología y servicios base comunes (la plataforma).

Los ejemplos más paradigmáticos son de sobra conocidos: Apple y su ecosistema alrededor de la música que orquestó alrededor del iPod y iTunes, o Facebook donde se pueden encajar todo tipo de aplicaciones o, en cierto sentido, Amazon, tanto en su papel de 'macro-retailer' como en el de proveedor cloud alrededor de su AWS.



Un modelo en cierto modo colaborativo y que da espacio a muchos actores, especialmente actores pequeños, pero donde hay un dominador muy claro: el proveedor, el dueño, de la plataforma.

No sólo esto, es que las plataformas, por su propia naturaleza, tienen sentido a gran escala y con poca o nula competencia. Así lo reconoce Klaus Schwab en su libro 'The fourth industrial revolution' cuando dice: 

The consequence of the platform effect is a concentration of few but powerful platforms which dominate their markets

Schwab identifica beneficios claros para los clientes y usuarios, beneficios que cifra en mayor valor, menores costes y mayor comodidad ('convenience')

Pero es sabido el temor que los monopolios o cuasi monopolios producen en términos de una eventual pérdida de competencia (y competitividad) del mercado y del riesgo del traído y llevado 'abuso de posición dominante'.

¿Y cómo se puede evitar eso? ¿Vía regulación? ¿Vía intervención?

También da miedo ¿no?

¡Uf! Parece que estamos entrando en terreno pantanoso, terreno que roza la política económica...

Dejemos aquí la disertación... pero no dejemos de pensar...

lunes, 3 de octubre de 2016

Tres razones que hacen diferente a la cuarta revolución industrial



En el artículo '¿Qué es eso de la Industria 4.0 y la cuarta revolución industrial ?' intentábamos definir la cuarta revolución industrial basándonos en lo que nos aporta Klaus Schwab en su libro titulado, precisamente 'The fourth industrial revolution'.

Vimos una serie de tecnologías interesantes y con un alto potencial de impacto pero ¿es realmente una revolución? ¿Es tan diferente de una evolución tecnológica normal?

El mismo autor, y en la misma obra, intenta justificarlo y nos aporta tres razones, tres características diferenciales de esta revolución:
  • Velocidad: una revolución que, al contrario de las precedentes, crece a un ritmo exponencial en lugar de lineal.

  • Amplitud y profundidad: ya que se apoya en una variedad de tecnologías que conducen a cambios en paradigmas y que cuestionan no sólo qué y cómo hacemos las cosas sino, incluso, quiénes somos.

  • Impacto sistémico: implicando la transformación de sistemas enteros que cruzan países, industrias y la sociedad en su conjunto.
Mmmm... nos quedamos con ganas de unas explicaciones más precisas...aunque en el fondo reconocemos y tendemos a compartir los argumentos.

El crecimiento exponencial ligado a las tecnologías digitales es un fenómeno ya conocido y muy unido a la desconexión de la economía de los activos físicos comenzando a primar, a ser diferenciales, los de naturaleza lógica.

La variedad de tecnologías implicadas, la explosión de nuevas tecnologías y sistemas es un hecho, así que la amplitud y profundidad también parece ser cierto aunque puede no dar una idea compacta de lo que es esta revolución industrial... o si sólo es industrial.

¿Y el impacto sistémico? Desde luego, fenómenos como internet y los medios sociales, por ejemplo, trascienden países y sociedades, la globalización es un hecho incontrovertible y el borrado de fronteras entre industrias tradicionales lo comprobamos una y otra vez.

Si, quizá deseamos más detalles, pero las tres razones aportadas por Klaus Schawb parecen poderosas y con visos de realidad...

Preparémonos, pues, para la revolución...