![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxHq5tz4k1ky1DlbajufN7cKSTDtfu4pxoHXgJgcMzqo0lGueHHE00GMndqGW9SXnom2ASb3QyzqefM4madMmAneSRokbraQ86eq8vANVXEmF4DjJYfiR1qNYr5zhbiPey_rBVBNmZKN4/s320/viral2.png)
"lo que determina el sino de una teoría en la ciencia social es el contagio, no su validez".
Es una visión algo descreída y desesperanzada acerca de la propagación de ideas. No se trata de que una idea, una teoría, sea buena o mala, acertada o desacertada, original o no...lo que importa es que tenga eco, que se propague, que se contagie...y eso la convertirá en una teoría exitosa y aceptada como válida.
Esta misma idea se aplica a los éxitos literarios, musicales, a los referentes técnicos y científicos, a los líderes de opinión... Nos atrae lo exitoso, lo popular, lo reconocido. La fama se contagia y genera renombre ...y más contagio. Los éxitos se convierten en best-sellers, lo conocido en famoso, lo popular en omnipresente...y todo ello en una dinámica que se realimenta a sí misma por la vía de la viralidad, del contagio.
Es una dinámica que tiende a hacer más famoso lo famoso...y a hacer caer en el olvido lo poco conocido. Es un esquema del tipo "the winner takes it all" en que el éxito sonríe a lo exitoso.
Pero, en ese camino, se corre el riesgo de la desaparición de buenas ideas, de grandes teorías, de interesantes opiniones que, simplemente, no se contagiaron.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNDtHMHcapzv_275KOoaoGD0CZ5FPigqn2CbHNdZ4xJv6_w1Kt6fY1_jCvxGLlCQL7wLsQL4dDYp3f29haWrvx_nO-NhbdDzCzbceFfXPBXgK_g06PegelFK47llxqNTJVsGswTx6-srQ/s320/the-winner-takes-it-all-metal-thumb6404933.jpg)
¡Un momento!
¿No era la web 2.0 un fenómeno democratizador de las ideas? ¿No contribuía al aplanamiento del mundo?¿No era esto una meritocracia en que cualquiera podía ser popular y recibir atención si sus aportaciones merecían la pena?¿No habilitaba Internet la larga cola de las ideas y los contenidos digitales?
¿O es que el contagio precisa, para su inicio, de una chispa de calidad y mérito, para luego sucederse y crecer como una bola de nieve?
¿Son el contagio y la meritocracia fenómenos opuestos o complementarios? El contagio es el otro nombre de la viralidad. Lo que no está claro es si la viralidad sigue un patrón repetitivo y si, en caso de existir un patrón, éste favorece al mérito...o simplemente a la suerte.