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viernes, 4 de noviembre de 2011

Empresas en la frontera del caos

Ahora que la crisis aprieta, ahora que los mercados parecen hundirse, ahora que, además, sentimos que estamos asistiendo a unos cambios profundísimos del mundo en lo tecnológico, lo económico y lo social ¿Cómo pueden reaccionar las empresas? ¿Cómo pueden comportarse las organizaciones?

¿Deben, quizá, volver sus ojos hacia los costes y el orden,  procedimentar y controlar la actuación, fomentar la eficiencia y la frugalidad? ¿Deben ser cautas en sus inversiones, austeras en sus apuestas, conservadoras en sus estrategias?

¿O deben, por el contrario, apostar por la innovación, reestructurar sus operaciones, explorar nuevos mercados, multiplicar sus apuestas y agudizar la creatividad?

¿Hasta qué punto pesa más la necesidad de adaptación al cambio o la prudencia y contención? ¿Qué riesgos son asumibles o quizá necesarios y cuáles son locuras o, incluso, irresponsabilidades?

No creo que la respuesta sea sencilla. una excesiva prudencia conduce al apagado de la organización, a su incapacidad de responder ante la crisis. Un exceso de alegría en la introducción de cambios puede ser, simplemente, suicida si no se miden las apuestas.

Encontrar el punto adecuado parece un arte, casi un buscar la cuadratura del círculo.

Quizá una pista, o una alegoría, o una inspiración, puede ser el concepto de la frontera del caos.

Lo encuentro en el libro que ya he mencionado varias veces últimamente: 'Redes complejas' de Ricard Solé. En el capítulo que dedica al estudio del cerebro humano, nos habla de la necesidad de equilibrio que este fundamental órgano mantiene, un equilibro entre el orden para mantener los recuerdos y realizar computaciones, y la flexibilidad que le permite adaptarse al mundo exterior y al cambio.

Y en esa línea cita los trabajos de Chris Lanton y nos dice

"Langton sugirió que los sistemas naturales podrían llevar a cabo sus funciones gracias a un balance entre orden y desorden. Su propuesta era que, para computar, la naturaleza elegiría lo que llamó 'la frontera del caos' un lugar bien definido que separaría el comportamiento ordenado y predecible que denominamos caos. El orden sería necesario para preservar la información y permitir almacenarla. Pero para poder cambiar y adaptarse al ambiente , es necesaria una plasticidad que requiere que el sistema posea cierto grado de inestabilidad interna."

Es mucho más fácil decir esto en un blog que concretarlo y llevarlo a la práctica pero, ¿no es esa frontera del caos el modelo adecuado para las empresas en tiempos de crisis? ¿No es el adecuado equilibro entre los procesos y las reglas por un lado para funcionar con eficacia, eficiencia y rigor,y la innovación, la creatividad y la flexibilidad por otro, como un modo de ser capaz de responder a los cambios del entorno, lo que deben buscar las empresas?

Sin duda vivimos en la frontera del caos. Cuidado con traspasar esa frontera.

jueves, 3 de noviembre de 2011

#macrotweet: Pareto y la eficiencia del cerebro

Diversos estudios revelan que el cableado del cerebro está altamente optimizado para reducir costes. Dado que el cerebro, a pesar de representar sólo un 2% del peso total del organismo, consume (en humanos) alredor del 20% de la energía, parece lógico que la evolución de la circuiteria cerebral haya ido paralela a la reducción de los costes. En este sentido, el cerebro presenta todas las propiedades de un sistema óptimo.

Ricard Solé
'Redes complejas'

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Mundos pequeños y la llamada a la esperanza

En al artículo anterior, 'Un poco de teoría sobre mundos pequeños', pasábamos revista a ciertos fundamentos teóricos de los mundos pequeños, ese tipo de redes en que, a pesar de la gran cantidad de nodos, su tipología de conexión hace que desde cualquier nodo se pueda alcanzar otro cualquiera con un número pequeño de saltos, típicamente los famosos seis grados de separación.

Entre las redes que se ajustan a este modelo se encuentran las que explican fenómenos epidémicos o genómicos...y también Internet.

Los mundos pequeños favorecen la propagación rápida de fenómenos y pueden estimular el conocido efecto mariposa, el hecho de que una pequeña acción en un punto pueda tener grandes consecuencias en otro.

Esta cualidad de los mundos pequeños puede ser negativa cuando consideramos, por ejemplo, las enfermedades y las pandemias. Los mundos pequeños favorecen, en efecto, la propagación de virus.

Sin embargo, especialmente cuando nos enfocamos hacia Internet y hacia fenómenos sociales, los mundos pequeños pueden aportar un halo de esperanza. Cada individuo, cada persona, en una sociedad que actúa por mor de la conectividad como un mundo pequeño, puede ser capaz de influir en el resto de la humanidad.


Así lo expresa Ricard Solé en su libro 'Redes complejas':

"Por otra parte, esta capacidad de propagar cambios nos dice también que nuestras acciones, aunque tengan lugar a pequeña escala, pueden alcanzar a todo el sistema. Nuestra sociedad en red hace cada vez más posible que pequeños cambios desencadenen grandes fectos. Cada uno de nosotros, empleando adecuadamente lo que la red le ofrece, puede participar en la historia y en su devenir."

Toda una llamada a la responsabilidad... pero también a la acción y, sobre todo, a la esperanza.

martes, 1 de noviembre de 2011

#macrotweet: Internet y la libertad

Internet es un instrumento de libertad y de autonomía, cuando el poder siempre ha estado en el control de las personas. Pero esto se acaba. Porque Internet no se puede controlar.
Manuel Castells
Citado por Ricard Solé en 'Redes complejas'

lunes, 31 de octubre de 2011

Un poco de teoría sobre mundos pequeños

Definitivamente, las redes sociales están de moda. Resultan atractivas desde un punto de vista tanto técnico y sociológico, como de marketing o de ocio.

Pero por debajo de las redes sociales, como de otras muchas redes y sistemas complejos, existe toda una teoría científica, una teoría que, aunque de cierta dificultad como todas las teorías científicas, resulta, no obstante, fascinante.

Una excelente aproximación de tipo divulgativo a este tipo de teorías se puede obtener en el fantástico libro 'Redes complejas' de Ricard Solé. En su segundo capítulo aborda el conocido fenómeno del mundo pequeño y proporciona unas más que interesantes explicaciones.

Y dado el interés intrínseco del tema, y su relación con otros tópicos tratados en este blog como son Internet, las redes sociales, etc, me ha parecido interesante recoger un breve resumen de carácter teórico-divulgativo de lo que los mundos pequeños son y representan.

El experimento de Milgram y la teoría de los seis grados de separación

Famoso es el experimento realizado por Stanley Milgram, a la sazón profesor de la Universidad de Harvard, en 1960. El experimento consistía en intentar hacer llegar una serie de cartas a una persona concreta, un corredor de bolsa residente en Boston. Para ello, se distribuían las cartas a una serie de personas residentes en Omaha y que no conocían al destinatario, y se pedía que hiciesen llegar la carta a la persona que considerasen que más posibilidades tendría, por motivos profesionales o geográficos, de conocer al destinatario o acercarse a él de alguna manera. Los receptores de las cartas deberían hacer lo mismo para así, en una serie de saltos, que era precisamente lo que se quería medir, conseguir que la carta llegase a su destino. El resultado, hoy ya plenamente conocido, resultó sin embargo muy sorprendente en su época: se necesitaban en media apenas unos cinco individuos intermedios (seis grados de separación) para conseguir el objetivo. Este experimento dió como resultado la famosa teoría de los seis grados de separación.

Grafos y los estudios de Erdös

Un grafo es un tipo de estructura lógica para representar ciertos sistemas que están compuestos por una serie de nodos unidos por unas conexiones que representan una interacción entre esos nodos. Un grafo aleatorio es aquel en el que las conexiones se han generado por algún tipo de procesos aleatorio. Este tipo de grafos aleatorios fueron estudiados por el matemático húngaro Paul Erdös hacia 1950 con interesantes resultados.

Erdós estudió una redes muy homogéneas, con un grado de conexión muy similar entre todos los nodos. En ellas, con un pequeño ruido, los nodos tenían un número de conexiones medio bastante similar y dependiente de la probabilidad que se hubiera asignado a la existencia de una conexión. En este tipo de redes se comprobaba que con una pequeña variación en ese número medio de conexiones (una variación entre 6 y 8) se podían alcanzar cualquier nodo de una población de entre uno y cien millones de nodos respectivamente.

Umbral de percolación

Además, los estudios de Erdös condujeron a otra interesante conclusión: que existe un número medio de conexiones mínimo por debajo del cual la red, en lugar de comportarse como tal, actúa como una serie de sistemas separados. El paso de comportarse como sistemas separados a como una gran red no es gradual sino brusco. Se trata de un umbral, un umbral conocido como umbral de percolación. Los físicos hablan de que existe una transición de fase pasando de un conjunto de sistemas aislados a un todo interconectado.

Atajos

Sin embargo, la red de Erdös no explicaba completamente los 'mundos pequeños' reales, y, en concreto, no explicaba completamente el resultado del experimento de Milgram.

El físico Duncan Watts y el matemático Steven Strogratz dieron con la solución...que no era otra que la existencia de atajos. Comprobaron que si en una red homogénea con un bajo nivel de interconexión se añadían unos pocos atajos, es decir, conexiones dispersas que conectaban nodos lejanos de la red, la distancia media entre nodos se reducía de forma muy considerable...consiguiendo, así, el efecto del mundo pequeño.

Otros estudios experimentales sobre redes reales han demostrado la importancia de los atajos. Las redes reales, al contrario de las estudiadas por Erdös o por Watts y Strogratz, son heterogéneas y con un número relativamente bajo de conexiones. Sin embargo, existen abundantes atajos. Y estos atajos son los que convierten esas redes heterogéneas y con un bajo nivel de conexión en auténticos mundos pequeños.

Todas estas ideas y algunas más, expresadas con más rigor y con mayor riqueza de detalles de tipo tanto científico como anecdótico, se encuentran en el libro 'Redes complejas' de Ricard Solé...libro que no puedo menos que recomendar.

viernes, 28 de octubre de 2011

Reflexiones sobre software (II): la modularidad y las redes biológicas

En esta ocasión, en realidad, la reflexión no es tanto sobre el software en sí mismo, como sobre un sorprendente pararelismo.

Una de las propiedades que debe exhibir un buen softwarte, según las buenas prácticas de la ingeniería de software es la modularidad, es decir, el software se puede poder ordenar en bloques o módulos de una cierta independencia. Esa independencia se traduce, en los términos habitualmente utilizados en ingeniería software, en una alta cohesión interna y un bajo acoplamiento externo. Esto quiere decir que, hacia otros módulos, las interacciones son escasas y bien definidas, mientras que internamente al módulo existen multitud de interacciones, llamadas, datos compartidos, etc.

La modularidad es una característica fundamental y poco discutida del software de calidad.

¿A qué viene entonces este artículo?

Hace unos días, leyendo el excelente libro 'Redes complejas' de Ricard Solé, asistía hechizado a la descripción de las organizaciones celulares y muy especialmente al genoma humano, a los tipos de redes que conforman y las características que exhiben.

Y a propósito del tema, el autor escribía lo siguiente:

"Una propiedad muy importante de las redes biológicas (y no solo celulares) es la presencia de modularidad. Por sistema modular entendemos un objeto cuya principal característica es que está formado por distintas partes que se hayan internamente muy integradas pero a la vez poco relacionadas con el resto del sistema."

Y unas pocas líneas más adelante:

"La modularidad se considera una de las características principales de la complejidad biológica. Gracioas a ésta podemos lograr la especialización de distintas partes , permitir así que evolucionen de forma más independiente y también se evita que un daño en un módulo se propague hacia los otros."

Cuando leía esto, mi mente se escapaba inevitablemente al mundo del software, de la ingeniería software, de las lecciones aprendidas sobre el partuicular hace unos años... y estaba maravillado por el paralelismo...un paralelismo que otro puñado de líneas más adelante descubría que el propio autor había identificado y que citaba, a propósito de ese tema, los estudios de su colega Sergi Valverde.

Con frecuencia, la naturaleza inspira diseños técnicos.La forma de los aviones parece imitar la de las aves y las redes neuronales sin duda se basan en el funcionamiento del cerebro. En este caso de la modularidad, sin embargo, no parece una inspiración como tal, sino un acercamiento pararLelo e independiente de dos actores: la naturaleza, nada más y nada menos, por un lado, y los ingenieros de software por otro.

Debe ser que, al final, tanto la verdad como los buenos diseños acaban por imponerse...

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miércoles, 19 de octubre de 2011

La fascinación de las redes complejas y los comportamientos emergentes

En su apasionante libro 'Redes complejas', Ricard Solé, profesor de la Universidad Pompeu Fabra y director del Laboratorio de Sistemas Complejos en dicha institución, nos expone, en ámbitos tan diversos como la ecología, Internet o el lenguaje, cómo la complejidad, que se explica con base en estructuras en forma de redes, hace que el comportamiento del todo sea diferente, y seguramente más rico, del que se podría deducir de la mera adición de las partes.

Las redes, la interconexión de elementos en forma de nodos, donde la riqueza se aporta no sólo, e incluso no tanto, por la naturaleza misma de los nodos en sí como por la tipología y riqueza de las conexiones, permiten aflorar, más bien dar origen, a comportamientos y matices más ricos, más complejos, a veces más sorprendentes. Se trataría de lo que denominaríamos comportamientos emergentes.

En el capítulo en que habla de Internet, Solé cita a Daniel Hillis, unos de los pioneros de la computación paralela quien, ya en 1998, decía lo siguiente:

"A medida que la información accesible a través de Internet se haga más rica y las formas de interacción entre los ordenadores conectados entre sí sea más compleja, espero que Internet empiece a exhibir comportamientos emergentes que vayan más allá de lo que nadie haya programado explícitamente dentro del sistema."

A continuación, y con base en esta cita, Ricard Solé nos propone una idea cautivadora:

"La red posee algunas propiedades especiales... y un fascinante papel facilitador de los movimientos sociales."

Internet, según el autor, no actúa de una forma muy diferente a la de otras redes complejas como las que gobiernan la economía o el clima. 

Y la Red con mayúsculas, ese inmenso conector que pone en contacto a personas, que establece redes complejas de carácter humano, puede dar lugar a comportamientos sociales emergentes, unos nuevos comportamientos que, quizá, no hubiesen aparecido sin esa fuerte interconexión que Internet posibilita.

¿Puede esta inmensa red social que es Internet ser la responsable de los nuevos movimientos reivindicativos a que estamos asistiendo en la actualidad? ¿Puede dar lugar a a innovaciones de todo tipo, fomentar la inteligencia colectiva y la serendipia? ¿Puede cambiar ideologías y valores?

Si las conexiones que las neuronas de nuestros cerebros establecen condujo al impresionante salto evolutivo que es la raza humana ¿a qué puede conducir este nuevo fenómeno de personas fuertemente interconectadas por efecto de Internet? ¿Hasta dónde se pueden multiplicar las capacidades? ¿A qué nuevos comportamientos emergentes de carácter social podemos asistir?

Sin duda, se trata de un fenómeno y unas cuestiones absolutamente fascinantes. 

martes, 18 de octubre de 2011

#macrotweet: Interacciones y complejidad

Lo complejo tiene mucho más que ver con la naturaleza de las interacciones que con la naturaleza de los objetos que interaccionan, aunque éstos últimos imponen algunas limitaciones sobre lo que puede ocurrir en el siguiente nivel.
Ricard Solé
'Redes complejas'

jueves, 13 de octubre de 2011

#macrotweet: La predecibilidad de las masas

El comportamiento humano individual es impredecible, pero las reacciones de las masas humanas pueden ser tratadas de forma estadística. Cuanto mayor es la masa, mejor es la predicción alcanzable.
Isaac Asimov en 'Fundación'
Citado por Ricard Solé en 'Redes complejas'