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martes, 20 de abril de 2010

Richard Florida y la geografía de la creatividad

"Las ciudades creativas" es uno de tantos libros que leo últimamente, que de alguna manera recogen corrientes de pensamiento dominantes, pero que difícilmente sé si clasificar como economía, management, sociología o, en algunos casos, tecnología. En el caso del libro que nos ocupa, quizá no sería erróneo tampoco el incluir a la demografía como posibilidad.

La tesis fundamental de Richard Florida es que la elección del lugar donde vivimos es crucial, puesto que determina las oportunidades de todo tipo, profesionales, personales, etc que la vida nos puede ofrecer.

En primer lugar, y mediante el uso de herramientas tan llamativas como los mapas de luz, Florida concluye que la tierra plana de Friedman tiene algo de falacia y que el mundo que habitamos es, realmente, "puntiagudo", con una gran concentración de personas, actividad económica y creatividad, no ya en ciudades, sino en lo que denomina megarregiones, produciéndose un efecto de desigualdad entre estas megarregiones y el resto de las geografías y ubicaciones.

Utilizando un abundante aparato estadístico (que presenta, sin embargo, de forma muy simplificada), el autor analiza el tipo de personas que ciertos clases de ciudades atraen, cómo esto influye en su carácter, en la creatividad y el talento que las habita, cómo los diferentes tipos de ciudades se adaptan a diversas personalidades o a ciertas etapas de la vida e, incluso, cómo la ciudad en que vivimos determina en cierta medida nuestra felicidad.

Una perspectiva curiosa, en fin, de la influencia de la ciudad en que vivimos en tantas y tantas cosas.

El libro, que al principio resulta llamativo e interesante, se hace, según avanza, un poco repetitivo y monótono, llegando a aburrir un poco las continuas aportaciones de datos provenientes de estudios diversos. Esperaba, sinceramente, idas más disruptivas e inspiradoras. Con todo y todo, no deja de ser un referente que es bueno leer, y las ideas básicas son interesantes e invitan a una cierta reflexión.

Richard Florida nació en 1957 en Newark (EEUU). Estudió en la Universidad de Columbia donde se graduó en 1986. Actualmente es profesor de la Universidad de Toronto y dirige una empresa privada de su creación, denominada Creative Class Group. Los estudios de Richard Florida se centran en la creatividad y su relación con la demografía, en especial, su correlación con las áreas metropolitanas con gran concentración de trabajadores de tecnología punta así como 'bohemios' y homosexuales.

Para más información se puede visitar su web Creative class.

Ficha técnica:
TITULO: Las ciudades creativas. Por qué donde vives puede ser la decisión más importante de tu vida.
AUTOR: Richard Florida
EDITORIAL: Paidós
AÑO: 2008 (Edición española en 2009)
ISBN: 978-84-493-2204-4
PAGINAS: 368

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jueves, 1 de abril de 2010

La fuerza de los vínculos débiles

Si nos pronunciamos de una manera no muy reflexiva acerca de la importancia que concedemos a nuestros contactos y relaciones, valoraremos especialmente, con toda probabilidad, los vínculos familiares, los amigos íntimos y las relaciones profesionales más cercanas. Y desde un punto de vista psicológico y estrictamente personal, probablemente ésta sea una apreciación correcta.

Sin embargo, si ahora nos detenemos un poco más, y comenzamos a pensar en vínculos, como 'networking', como una forma de acceder a nuevas ideas, de crear nuevas oportunidades, de abir puertas, resulta que lo que realmente importa no son los vínculos más cercanos, los vínculos fuertes. Lo que realmente nos aporta son los vínculos débiles.

Así lo expresa Richard Florida en su libro 'Las ciudades creativas', citando al sociólogo de las redes sociales Mark Granovetter:

"Lss redes sociales reflejan lo que lo que el sociólogo Mark Granovetter de la Universidad de Stanford, llama "la fuerza de los vínculos débiles"... Granovetter concluye que lo que en realidad importa son los numerosos vínculos débiles que establecemos, no los más fuertes que también son más escasos. La idea de que la proximidad con completos desconocidos sea más importante que las amistades de toda la vida puede parecer extraña hasta que se reflexiona acerca del funcionamiento de las redes sociales. Lo extraordinario de los vínculos débiles es que nos aportan información nueva, pues lo más habitual es que uno se mueva en los mismos círculos que sus amistades, se conozca a las mismas personas, se frecuenten los mismos lugares y se encuentren las mismas oportunidades. Los vínculos débiles son más numerosos y no requieren tanto esfuerzo de mantenimiento, pues introducen en la ecuación un elemento caótico que, casi siempre, es la clave que permite identificar oportunidades e ideas nuevas."

Enseñanza útil si queremos emplear nuestra red de contactos, reales o electrónicos, para algo más que las relaciones personales, si deseamos que nos sirvan también como una fuente de creatividad y oportunidades.

Si ahora trasladamos esta enseñanza a la versión electrónica de las redes sociales, a los Social media, se me ocurren un par de reflexiones adicionales.

Por un lado, que este tipo de medios electrónicos, que permiten prescindir del contacto real cara a cara, favorecen precisamente los vínculos débiles frente a los fuertes: más vínculos aunque con menos fuerza. En ese sentido, parece que las redes sociales electrónicas potencian la creatividad y las oportunidades.

Por otro lado, y tal y como recogía hace ya un tiempo en un artículo en este mismo blog en que elucubraba sobre los contactos y la teoría de los seis grados en redes sociales, parece que es una buena política en la selección de contactos, favorecer aquellos vínculos que, si bien más débiles, nos aportan variedad y nuevas perspectivas: contactos de diferentes naciones, de diferente actividad profesional, de diferente cultura.

Ya no es, como reza el refrán, que "en la variedad esté el gusto". Es que ahora, como nos demuestran Florida y Granovetter, en la variedad están la oportunidad, la riqueza y la creatividad...