Si nos pronunciamos de una manera no muy reflexiva acerca de la importancia que concedemos a nuestros contactos y relaciones, valoraremos especialmente, con toda probabilidad, los vínculos familiares, los amigos íntimos y las relaciones profesionales más cercanas. Y desde un punto de vista psicológico y estrictamente personal, probablemente ésta sea una apreciación correcta.
Sin embargo, si ahora nos detenemos un poco más, y comenzamos a pensar en vínculos, como 'networking', como una forma de acceder a nuevas ideas, de crear nuevas oportunidades, de abir puertas, resulta que lo que realmente importa no son los vínculos más cercanos, los vínculos fuertes. Lo que realmente nos aporta son los vínculos débiles.
Así lo expresa Richard Florida en su libro 'Las ciudades creativas', citando al sociólogo de las redes sociales Mark Granovetter:
"Lss redes sociales reflejan lo que lo que el sociólogo Mark Granovetter de la Universidad de Stanford, llama "la fuerza de los vínculos débiles"... Granovetter concluye que lo que en realidad importa son los numerosos vínculos débiles que establecemos, no los más fuertes que también son más escasos. La idea de que la proximidad con completos desconocidos sea más importante que las amistades de toda la vida puede parecer extraña hasta que se reflexiona acerca del funcionamiento de las redes sociales. Lo extraordinario de los vínculos débiles es que nos aportan información nueva, pues lo más habitual es que uno se mueva en los mismos círculos que sus amistades, se conozca a las mismas personas, se frecuenten los mismos lugares y se encuentren las mismas oportunidades. Los vínculos débiles son más numerosos y no requieren tanto esfuerzo de mantenimiento, pues introducen en la ecuación un elemento caótico que, casi siempre, es la clave que permite identificar oportunidades e ideas nuevas."
Enseñanza útil si queremos emplear nuestra red de contactos, reales o electrónicos, para algo más que las relaciones personales, si deseamos que nos sirvan también como una fuente de creatividad y oportunidades.
Si ahora trasladamos esta enseñanza a la versión electrónica de las redes sociales, a los Social media, se me ocurren un par de reflexiones adicionales.
Por un lado, que este tipo de medios electrónicos, que permiten prescindir del contacto real cara a cara, favorecen precisamente los vínculos débiles frente a los fuertes: más vínculos aunque con menos fuerza. En ese sentido, parece que las redes sociales electrónicas potencian la creatividad y las oportunidades.
Por otro lado, y tal y como recogía hace ya un tiempo en un artículo en este mismo blog en que elucubraba sobre los contactos y la teoría de los seis grados en redes sociales, parece que es una buena política en la selección de contactos, favorecer aquellos vínculos que, si bien más débiles, nos aportan variedad y nuevas perspectivas: contactos de diferentes naciones, de diferente actividad profesional, de diferente cultura.
Ya no es, como reza el refrán, que "en la variedad esté el gusto". Es que ahora, como nos demuestran Florida y Granovetter, en la variedad están la oportunidad, la riqueza y la creatividad...
jueves, 1 de abril de 2010
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