En pocos días este concepto, la economía de la atención, ha acudido a mí varias veces: en una charla de Alejandro Piscitelli, en el libro de Enrique Dans, en otros blogs e, incluso, he recordado que algo parecido a esto ya lo comenté hace unos meses en este mismo blog, en un artículo titulado La visibilidad y la atención como bienes escasos.
Sin embargo, esta vez el término ha captado más mi atención, ha ganado un valor explicativo que hasta ahora no tenía, me ha hecho comprender mejor algunos fenómenos de estrategia empresarial en este confuso y aún en definición sector de Internet.
Con frecuencia me he preguntado, supongo que mucha gente se ha preguntado (y debo decir que todavía no he encontrado una respuesta completamente satisfactoria), qué sentido tiene, desde un punto de vista de negocio, que no desde un punto de vista tecnológico o social, la explosión de servicios gratuitos en Internet, la dedicación de esfuerzos por parte de profesionales y empresas en su desarrollo y explotación, y las valoraciones estratosféricas que se hacen de compañías como Facebook, YouTube o Twitter, cuál es el valor económico de una empresas sin un modelo de negocio muy claro y que, en algunos casos, no producen beneficios.
Enrique Dans, en su libro 'Todo va a cambiar', y a propósito del 'caso Google', nos proporciona una explicación basada en esta economía de la atención.
Al decir, 'economía de la atención', estamos reconociendo que la atención de usuarios y, por tanto, potenciales clientes, es un bien escaso y, por consiguiente, económico. En el mundo de la web 2.0 y los social media, la atención es un bien aún más escaso dada la ingente cantidad de contenidos existentes en la red, los millones de opciones que un usuario tiene a su alcance mediante unos simples click. En ese sentido, la capacidad de captar la atención de los internautas, de atraer visitas hacia un punto concreto, es absolutamente valiosa. Esta capacidad de atraer la atención, combinada con un uso inteligente de la publicidad, puede convertir en muy rentables negocios que, en principio, parecen abocados a la ruina, negocios donde lo que parece su funcionalidad fundamental, sus prestaciones más notables, se regalan a cambio, únicamente, de la atención de los usuarios.
Eso sería lo que estaría haciendo Google: atraer nuestra atención mediante un excelente buscador, mediante las funcionalidades para blogs que ofrece Blogger, mediante los videos de YouTube, mediante la lectura de noticias a través de Google reader, etc, etc, etc para luego rentabilizarlo mediante mecanismos como AdWords.
No creo que la atención pueda servir como base de cualquier negocio en la red, y tampoco creo que existan normas demasiado claras acerca de qué debe hacer una empresa para atraer la atención de los usuarios, para tener grandes activos de atención. Lo que sí parece es que esta economía de la atención puede dar una explicación y un fundamento sensato a ciertos modelos de negocio en Internet.
sábado, 24 de abril de 2010
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