"Criticar el futuro", esa fue la expresión que utilizó, la causa por la que abogó, Javier Celaya en su intervención en la Thinking Party organizada por Fundación Telefónica el pasado 9 de Julio.
Una intervención que inicialmente se centró en explicar las posibilidades de lo que denominaba los 'libros enriquecidos', libros que mejoran la experiencia lectora con acceso a mapas, a vídeo y audio, a comentarios y recomendaciones de otros lectores (incluyendo amigos en redes sociales), etc, etc, etc
Pero aunque muy interesante, sin duda, todo lo relativo a esta nueva generación de libros, mejor fue, creo, su llamada a una visión crítica del futuro y a cómo las tecnologías y el mundo 2.0 están transformando la sociedad.
Por apuntar algunos hechos, recordar que consideró como una evolución negativa de esta nueva sociedad tecnológica, el hecho de que, por ejemplo, en España el 95% de los usuarios de Internet accedan a contenidos únicamente a través de Google y que, además, se preste atención muy mayoritariamente sólo a los tres primeros resultados del buscador. Otros hechos apuntados fueron, por ejemplo, que en media no se dedica más de 22 segundos a la lectura en pantalla de una entrada o al fenómeno de los retweets sin aportación ni crítica adicional.
Fenómenos todos ellos que parecen empobrecer este mundo 2.0 que se enorgullece justamente de lo contrario, de ser un vehículo de transmisión y difusión de ideas y de generar un conocimiento impensable por otros medios.
Aunque en un ámbito bastante diferente, el siguiente ponente, Alfonso Alcántara (más conocido en el mundillo como Yoriento), haciendo gala de una enorme gracia y sentido del humor, desmitificó en su intervención algunas ideas concernientes al coaching, los emprendedores, el management, etc
Ya comenté algo al respecto en lo relativo a la intervención de Genís Roca, también de las de bajar a tierra, pero lo cierto es que a mí, aunque comparta el interés y el entusiasmo por las nuevas tecnologías y, en especial, por la Web 2.0, aunque me atraiga el mundo de la iniciativa individual y la democratización de accesos y contenidos, aunque me subyugue la economía de la larga cola, no deja de producirme una cierta tranquilidad intelectual, un incremento de fe en lo que tenemos y lo que haya de venir, el observar que existen pensadores de este mundillo 2.0 con apertura de miras, que no eluden reconocer los errores y las problemáticas, capaces de bajar de la nube y ser críticos no sólo con el pasado sino, como nos aconseja Celaya, con el presente y más aún con el futuro.
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martes, 20 de julio de 2010
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