Unos pocos artículos más atrás mencionábamos los mercados no monetarios en Internet y, en concreto, la economía de la atención. Hablar de una economía de la atención supone admitir, según teorías económicas clásicas, que la atención es un bien escaso.
Leyendo el libro 'Estrategia digital' de Pere Rosales, encuentro una afirmación clara y sencilla que explica ese valor económico:
"El recurso más escaso del nuevo consumidor es el tiempo, por ello lo quiere todo al instante, rápido, sin esperas".
En esta economía de la atención se invierten los papeles y los oferentes no son las empresas, sino las personas, las familias. Ahora que el marketing, la publicidad y la promoción de todo tipo invaden y saturan los medios, el ganar una cuota de atención, el conseguir el tiempo de los posibles consumidores, se hace crecientemente complejo. A esta saturación de mensajes se une a una cierta cultura de la impaciencia y de la inmediatez, que nos ilustra la frase anterior.
El tiempo, la atención, se convierten, pues, en bienes escasos, muy escasos y, por tanto, la capacidad para obtener algo de ese tiempo, se constituye en un bien económico de alto valor.
lunes, 2 de agosto de 2010
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