Quizá no sea insoportable la palabra adecuada...aunque sea la que sirva para parafrasear el título de la famosa novela de Milan Kundera. Y, quizá, en lugar de 'levedad' podríamos hablar de la innovación como algo inaprensible, escurridizo, que se resiste a la sistematización, al orden, al método.
Todas las modernas teorías (o métodos, o filosofías, o planteamientos) sobre innovación y emprendimiento parecen coincidir en que la innovación no es un proceso predecible y planificable, sino un ciclo iterativo de planteamientos, ensayos, pruebas, aprendizajes y cambios hasta conseguir entender bien tanto el problema a resolver como los detalles y viabilidad, económica y comercial de nuestra propuesta innovadora.
Y todas esas filosofías o planteamientos insisten en verificar los presentimientos, o intuiciones, o hipótesis, o suposiciones, mediante pruebas lo más reales posibles, lo más cercanas que sea viable a los clientes y escenarios reales.
Lo vemos en el modelo de desarrollo de clientes de Steve Blank, y en su heredero, el Lean Startup de Eric Ries, en el Design Thinking de Stanford e IDEO y, muy recientemente en el libro que acabo de finalizar: 'Innovar. Un manifiesto de acción' del español en el MIT, Luis Pérez-Breva.
Hasta la propia dirección de proyectos, y explotación de sistemas se ve influenciada por esa forma de trabajar iterativa y que no aspira a planificar un objetivo final sino a avanzar en pasos cortos, y por ello cada vez se apuesta más por Agile en dirección de proyectos y DevOps en gestión TI.
Esta forma de innovación es 'leve' en el sentido de carecer de grandes aspiraciones teóricas, y es leve en el sentido de inaprensible, porque el plan y el método son abiertos, con una filosofía clara y con ciertas técnicas disponibles, pero sin un corpus de doctrina cerrado y detallado y sin la posibilidad de establecer planes rigurosos, con hitos inamovibles y con unos objetivos y asignaciones de recursos del todo cerrados y fácilmente monitorizables.
En cierto modo, es también un poco insoportable, porque elimina presuntas seguridades, porque no se puede aprender del todo sin afrontar el ejercicio real, porque asume el riesgo y reconoce la ignorancia. En cierto modo es insoportable por incómoda.
Si, en cierto modo, podríamos hablar de la insoportable levedad de la innovación.
Y sin embargo...
Sin embargo, es tan emocionante, es tan inspiradora, es tan divertida...
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