Como dice el popular aserto, cuyo autor creo que fue el físico Niels Bohr, "las predicciones son difíciles, especialmente si son a futuro". Sin embargo, los humanos solemos intentar predecir ese futuro. Ayer leía en un libro que, en cierto modo, esa capacidad de mirar hacia el futuro es diferencial de nuestra especie, que lo que más nos diferenciaba de otros animales no era tanto la inteligencia (que también, por supuesto) sino la imaginación, esa capacidad de anticipar situaciones no vistas anteriormente.
En su reciente libro, 'La era de la humanidad', Marc Vidal no recuerda ocho predicciones, ocho innovaciones o sucesos que Peter Diamandis. el famoso emprendedor de origen griego y co-fundador de la Singularity University. formulaba a una década vista. Eran estas ocho:
- Un cerebro en nuestro bolsillo: Se trataría de un equipo con una capacidad de cálculo de 10.000 trillones de ciclos por segundo, equivalente a la capacidad de un cerebro humano, y con un coste de menos de 1.000 dólares.
- Un trillón de sensores: estaríamos hablando del despliegue masivo de Internet de las Cosas o, su se prefiere, Internet de todo (IoE, Internet of Everything).
- Conocimiento total: consecuencia en parte de lo anterior, si tenemos sensores recogiendo información de todo tipo de realidades, incluyendo los wearables que recogen información de personas, podremos tener información y conocimiento casi de cualquier cosa y de forma prácticamente instantánea.
- Ocho mil millones de personas conectadas: mediante un despliegue masivo de conectividad que casi triplicaría el número de personas conectadas (hasta llegar prácticamente a la totalidad de la población mundial).
- Disrupción en el sector salud: La conjunción de los sensores biométricos, para el conocimiento de los datos físicos, y de la inteligencia artificial para el análisis, diagnóstico y control de cirujanos robóticos, conducirán a una asistencia de salud completamente diferente a la actual.
- Realidad aumentada y virtual: despliegue masivo de la realidades virtual y aumentada , con una progresiva sustitución de las interfaces basadas en pantallas por otras basadas en gafas con realidad aumentada.
- Inteligencia artificial: avance generalizado de la inteligencia artificial.
- Blockchain: desarrollo del blockchain e impacto profundo en el funcionamiento de Internet.
Las predicciones de Diamandis son arriesgadas, ambiciosas, pero no exentas de sentido y base real. Estas predicciones, según averiguo con una breve y sencilla búsqueda con Google, las formuló en 2015 y a una década vista, es decir, con fecha prevista de realización de 2025. O dicho de otra manera, nos encontramos casi a medio camino entre el momento de la formulación de las predicciones y su eventual cumplimiento o no.
¿Cómo estamos de cerca o lejos?
Mi sensación es que el camino marcado por Diamandis es correcto y se está vanazando en las vías indicadas. Sin embargo, no parece que, al menos en varias de ellas, especialmente en las que 'se moja' con números concretos, o más aún, la relativa al sector salud, se vayan a cumplir 'a tiempo'.
No obstante, se trata de tecnologías que se suponen exponenciales, por lo que su aceleración podría llevar a un cumplimiento más rápido del que ahora cabe sospechar. Por otro lado, si esas son las tendencias, y si se están desplegando con rapidez, no parece tan importante, salvo quizá para algún sector o empresa en riesgo, el acertar con si la fecha es 2025 o 2030. Lo importante es la tendencia y que el cambio es profundo y rápido.
¿Qué opina el lector?
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