Afirma, sin ambages, Nicholas Carr en su libro 'El gran interruptor':
"La tecnología configura la economía, y ésta, a su vez, configura la sociedad".
Pocas dudas ofrece, creo, la afirmación. La influencia de la tecnología en la economía, la tecnología de todo tipo, es evidente a lo largo de los siglos. Quizá menos evidente por llevarse a cabo por vía indirecta sea el que, a través de la economía, la tecnología influye en la sociedad.
Sin embargo, diría que con las tecnologías TIC y el auge de Internet y la Web 2.0, la tecnología es capaz de influir directamente en la sociedad, sin apenas paso intermedio por la economía.
Fenómenos como las redes sociales, la blogosfera o herramientas de mensajería instantánea, cambian la forma en que nos relacionamos, en que nos comunicamos, en que se difunden las ideas. Y esto forma parte de la esencia de la sociedad. Y, sin embargo, no está aún claro la influencia económica de esas tecnologías y herramientas salvo, quizá, por la denominada economía de la atención.
Y si la tecnología modela la sociedad, parece lícito, atractivo y hasta necesario interesarse por ella.
Y en ello estamos...
miércoles, 2 de junio de 2010
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