martes, 9 de octubre de 2018

En Pulse: Una Transformación Digital desde el conocimiento


No. No os creáis que la Transformación Digital es palabrería. No os confiéis pensando que se trata de un mero slogan marketiniano, propio de consultoras o ‘speakers’ en busca de la venta de sus servicios o conferencias. No cometáis el error de deciros a vosotros mismos que ‘ya pasará’ o que ‘ya nos vendrán con otra historia dentro de unos meses’.


La Transformación Digital está aquí para quedarse

No. Tal vez el término Transformación Digital pase de moda, si desde un punto de vista marketiniano y de comunicación se lo considera gastado. Es posible. Pero lo que no va a pasar de largo, en absoluto, es lo que ese término significa e implica.

La revolución digital lleva unos cuantos años entre nosotros con una cadencia creciente y todo apunta a que va a continuar a un ritmo vertiginoso durante, al menos, unos cuantos años más. Todo hace pensar que asistiremos al nacimiento, maduración y adopción de nuevas tecnologías que traerán, como consecuencia, la aparición de nuevos productos y servicios algunos inimaginables hoy día, nuevos modelos de negocio tal vez completamente disruptivos, nuevos comportamientos y culturas, cambios estructurales en sectores, en la economía y en la sociedad.

No. Eso no va a pasar ‘de largo’. En todo caso pasará ‘por encima’.

La Transformación Digital no es más (ni menos) que la forma en que las organizaciones responden a los retos y amenazas que esa revolución digital trae consigo, realizando cambios profundos por el camino.

Y esa transformación, el cambio profundo que cada empresa o administración tiene que acometer, que más le vale acometer, no se hace sólo con llamadas al cambio, con ‘frases redondas’ o con apelativos a las personas.

No.

La Transformación Digital se hace con estrategia, con esfuerzo y con el factor que quiero destacar en este artículo: el rigor y el conocimiento.


El conocimiento necesario

La Tecnología Digital no es sencilla. Y hacer un gran cambio tampoco. Así que hay que saber.

¿Qué hay que saber?

Muchas cosas, pero voy a destacar las cuatro que considero más importantes.

Ante todo y sobre todo, y aunque puede que haya a quien no le guste oírlo, hay que saber de tecnología. Sí, hay que saber de tecnología. No todos deben saber lo mismo, por supuesto. Los desarrolladores o arquitectos deben conocer las tecnologías en profundidad. Los estrategas y directivos deben saber identificar las oportunidades y amenazas que traen consigo. Los responsables de marketing cómo pueden traducirla en productos y servicios. Los responsables de operación cómo se gestionan y cómo pueden optimizar procesos y operativas. Los responsables de recursos humanos el impacto cultural. Y así sucesivamente. Cada uno en su rol, pero todas las áreas deben conocer la tecnología digital. No hay otra. No hay excusas. Por eso es una Transformación Digital.

Además, hay que saber, y de verdad, de estrategia, porque hay que saber entender los cambios más profundos que la revolución digital trae consigo, las disrupciones que habilita y los posibles cambios en el panorama competitivo. Es necesario entender los sectores y mercados en que nos movemos y avistar los cambios estructurales que se pueden producir. Es preciso, en definitiva, saber incardinar la Transformación Digital en el plan estratégico de compañía, un verdadero plan, no sólo un discurso o powerpoint. Quizá incluso debamos convertir a la Transformación Digital en la piedra angular de ese plan estratégico.

Y, por supuesto, hay que entender muy bien el propio negocio y la propia operación para saber cuáles son nuestras capacidades, necesidades, oportunidades y opciones. Hay que conocer procesos, indicadores, capacidades y realidades. Este conocimiento lo deberíamos dar por supuesto, pero prefiero explicitarlo… por si acaso.

Y finalmente voy a abogar por el conocimiento en el ámbito de la dirección de proyectos y programas. Tal vez pueda sorprender esta apuesta, pero creo que es absolutamente clave, al mismo nivel que las tres anteriores. La Transformación Digital, al menos como yo la entiendo, no es más que un gran proyecto, o mejor, en terminología de PMI, un gran programa, un conjunto de proyectos relacionados y con un mismo objetivo estratégico. La mezcla de técnicas y habilidades propias de la dirección de proyectos son imprescindibles para definir y gestionar correctamente la transformación digital. Una gran estrategia puede arruinarse si no somos capaces de implementarla correctamente. Y para implementarla, la dirección de proyectos es imprescindible.


Conclusión

No. No es creáis que la Transformación Digital es palabrería. Es real.

Y no os creáis que es sencilla, porque es compleja.

Y para llevarla a cabo debéis partir del conocimiento.

Del conocimiento estratégico de vuestro sector y mercado y del conocimiento de vuestra propia compañía, sus procesos, capacidades y funcionamiento. Pero del conocimiento también, de la tecnología digital y de las técnicas de dirección de proyectos para hacer la transformación una realidad.

Voy a conceder que toda empresa sabe, o debe saber, de estrategia y de su propia realidad. Pero ¿todas entienden de verdad de tecnología? ¿Todas saben realmente gestionar un gran proyecto o programa?

Si no es así, más vale que vayan adquiriendo cuanto antes esas capacidades.

Al menos, ése es mi convencimiento.


Imagen de portada: Escultura 'House of Knowledge' de Jaume Piensa. Imagen por Tim Green en Flickr

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Artículo publicado en Pulse el 09/10/2018 y en Medium en la misma fecha
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