El MVP (Minimum Viable Product) es uno de los conceptos que más ha hecho fortuna de entre los introducidos por Eric Ries en su Lean Startup, heredado del Customer Development Model de Steve Blank, su maestro.
En pocas palabras, un Minimum Viable Product es la versión más reducida de un producto que podemos llevar al mercado y que clientes reales se interesen por él. La idea es invertir lo menos posible antes de llevar nuestra idea al mercado, para ponerla a prueba lo antes posible con clientes reales y tener feedback temprano con el que aprender y ajustar lo que sea necesario para la siguiente iteración.
Probablemente las posibilidades de MVPs sean casi infinitas, pero en su libro 'Lean UX: Designing great products with agile teams', Jeff Gothelf y Josh Seiden nos ofrecen tres tipologías de Productos mínimos (muy mínimos realmente) en relación con el mundo digital y la experiencia de usuario.
Son estos:
- Prueba de 'landing page': un MVP orientado a que un equipo se haga a la idea de la demanda para su producto. Implica crear una página de marketing, con una proposición de valor clara y una llamada a la acción, acompañado de algún mecanismo de medir la conversión. En cierto sentido, es la fachada de un producto que, visto desde el exterior de la web parece real...pero por detrás lo que hay es una herramienta de medida y puede que aún no haya producto en absoluto. Aunque parezca un poc 'falso', los autores nos dicen que Kickstarter está lleno de este tipo de páginas.
- Funcionalidad ficticia (el botón a ninguna parte): En cierto sentido se parece a la anterior. Se 'simula' la existencia de una funcionalidad en la web, puesto que existen por ejemplo, los botones para invocarla, pero si se pulsan...no ocurre lo esperado sino que el usuario recibe un mensaje de 'muy pronto disponible' o similar. Son como mini-landing pages. En alguna ocasión, y para no incomodar a los clientes, puede ser preciso darles algún tipo de compensación, premio o similar.
- Mago de Oz: Técnica que sirve para poner a prueba la mecánica de nuestro producto una vez que ya nos hemos hecho ala idea de la demanda. En este caso,la 'cara' hacia los clientes es plenamente funcional pero el 'backoffice' se maneja aún manualmente o por mecanismos de contingencia.
Los tres casos que se nos presentan son un poco extremos en cuanto a lo de 'minimum', se centran en un entorno típicamente web y pueden provocar alguna reacción adversa en los clientes que tal vez deban ser compensados. A cambio, tiene las virtudes de ser rápidos, baratos y que permiten obtener un muy buen feedback... es decir, justo lo que esperamos de un MVP.
Sírvannos, pues, de inspiración...
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