La inteligencia artificial está de moda.
Tan de moda que a veces es difícil separar la realidad de la ficción, lo disponible de la mera expectativa. Sobre-expuestos a noticias, informes y predicciones, podemos caer fácilmente en la fantasía.
Pero ello no es óbice para que existan soluciones reales, soluciones que ya pueden aportar mucho valor.
Quizá, lo más importante a destacar sea lo referente a
datos. No todas, pero muchas de las soluciones de Inteligencia Artificial, aquellas que caen dentro del
Machine Learning y especialmente el
Deep Learning, aprenden a base de ejemplos, son entrenadas con grandes cantidades de datos antes de que realmente produzcan resultados útiles.
Eso quiere decir que para disponer de una de estas soluciones, antes hay que tener esos datos. Para ello, la institución que quiera implantar una de estas soluciones tiene que disponer previamente de grandes cantidades de datos históricos, para lo cual, aunque en algún caso pueden ser adquiridos, en general suele ser necesario que la institución tenga ya una historia de digitalización y recogida de datos. Si no es así, mejor posponer algo la implantación de la solución de inteligencia artificial.
Y hablando de datos hay que tener en cuenta que sobre los datos pueden pesar restricciones de carácter legal o regulatorio (por ejemplo, uso de datos personales).
En otro orden de cosas, y en esto las soluciones de Inteligencia Artificial no son muy diferentes de otras, uno de estos sistemas en general no funcionará aislado, sino que deberá integrarse en el mapa de sistemas de la compañía o institución. Estamos hablando de las frecuentes y a la vez temidas interfaces. No se olvide este aspecto para la presupuestación y planificación de un proyecto de implantación.
Seguro que hay muchos más aspectos relevantes, pero al menos éstos no deben olvidarse.
Y es que, en Inteligencia Artificial, al igual que en la implantación de cualquier solución tecnológica, y a despecho de fantasías y propagandas, es muy necesario el conocimiento, el pragmatismo, el análisis y el sentido común.