La innovación es algo así como un mantra de nuestro mundo empresarial actual. Uno de esos términos que se repite y repite, que se busca y casi se adora...
...y en el fondo no es malo no es malo que así sea, pero como conviene tener los conceptos claros, voy a repasar en este post alguna definición de innovación aprovechando para ello las que aporta Carlos Domingo en su libro 'El viaje de la innovación':
En primer lugar nos aporta la definición 'oficial' de la OCDE. Dice así:
La innovación es un proceso iterativo activado por la percepción de una oportunidad proporcionada por un nuevo mercado y/o avance tecnológico que se puede entregar a través de actividades de definición, diseño, producción, marketing y éxito comercial el invento.
La verdad es que me parece alambicada y poco clara. Y también se la debe parecer al autor porque, en seguida, nos ofrece otra, sin autoría:
crear una oferta viable que es nueva de acuerdo a un contexto y tiempo específico creando valor tanto para el usuario como para el proveedor.
Esta ya es mucho más comprensible y se acerca más a lo que queremos resaltar. Pero muy poco más abajo, Carlos Domingo nos ofrece su definición favorita, ésta debida a Ken Morse y que se expresa, simplemente como:
La innovación en la comercialización con éxito de una invención novel.
Y, en efecto, nos quedamos con ésta, porque es simple, clara y deja perfectamente establecidos los dos elementos que hacen que algo sea innovación: por un lado que estemos creando algo nuevo (producto, servicio, proceso, tecnología o lo que sea) y, por otro lado, que seamos capaces de ponerlo en valor, de obtener éxito comercial.
Ambas cosas son necesarias: novedad y creación de valor.
Fácil de entender ¿verdad?
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