Creo haber mencionado ya en este blog el concepto de ruido de confort ('comfort noise'), un término que me llamó la atención hace ya unos meses creo que leyendo sobre Voz sobre IP.
Es un concepto que se utiliza en telecomunicaciones para denominar un ruido que se introduce artificialmente y ex-profeso en las comunicaciones de voz para que la sensación sonora que tiene el usuario sea más natural y, por tanto, más cómoda.
Vuelve la idea a mi mente a propósito de las redes GSM en el libro 'From GSM to LTE'. Pero ya más que el fenómeno técnico, se me ocurre, a modo de excurso, pensar si no será el ruido una necesidad humana. Y no me refiero sólo al ruido físico, al sonoro.
¿No será también la adicción al whatsapp o al twitter, a la mensajería instantánea o el móvil una forma de adicción al ruido? ¿No tendremos una cierta filiación por las interrupciones, por las distracciones, por la falta de concentración?
Y si la respuesta fuese afirmativa, y si el fenómeno de la neuroplasticidad, la evolución del cerebro durante nuestra vida para adaptarse a las circunstancias y estímulos, también lo es... ¿no podrá esta adicción al ruido acabar moldeando nuestro cerebro y nuestra mente, nuestra cognición y nuestro propio yo, haciéndonos menos constantes, menos concentrados, quizá menos racionales?
¿No era de eso de lo que nos advertía Nicholas Carr en su 'Superficiales'?.
O tal vez sea ir demasiado lejos y sacar las cosas de quicio, sólo porque en las redes GSM o en la Voz sobre IP se introduzca ruido de fondo artificial para hacer más natural la audición...
Lo dicho, un excurso...
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