lunes, 30 de mayo de 2016

Ocho ideas sobre innovación de la mano de Brian Solis

Brian Solis en el evento. Fuente: Agencia Evoca
El pasado Viernes 27 tuve la oportunidad de asistir en el Centro de Innovación del BBVA a una jornada organizada por la unidad de Digital Business de Oracle donde se presentó el concepto de Enterprise as a Service (EaaS) del que hablaremos en un próximo post.

Uno de los ponentes, probablemente el de más renombre internacional, fue Brian Solis, quien llevó a cabo una ponencia titulada 'Innovations vs. Iteration'.

No pretendo hacer un resumen de la misma pero sí que me apunté algunas frases, algunas ideas concretas, que quisiera compartir.

1.- Empezar por uno mismo

La primera idea, la primera cita, realmente no es de Brian Solis sino, nada más y nada menos, que de Lev Tolstoi el escritor ruso quien, hace ya más de un siglo, decía:

Everyone thinks of changing the world, but no one thinks how to change himself

Con toda su sabiduría, ya Tolstoi percibía la necesidad de iniciar la transformación, el cambio, por uno mismo. Poner el foco en el exterior conduce a las excusas y la procastrinación. Para innovar, para cambiar, debemos empezar por nosotros mismos.

2.- Un difícil equilibro

La búsqueda de un gran objetivo, y la innovación y la transformación lo son, resultan de una dialéctica que así nos explica Brian Solis:

Who we are is a balance of what we want to be and who we need to be right now

En efecto, por un lado tenemos aquello que queremos alcanzar y, por otro, las necesidades de corto, las sujeciones. Es importante su interpretación en el entorno corporativo donde esta dialéctica se traduce en la tensión entre la estrategia y la innovación por un lado, y la presión por los resultados a corto, por otro. Sin queremos innovar, es preciso encontrar la receta, el equilibrio, entre estos dos polos.

3.- Significado

La motivación es esencial y esa motivación nace de la resonancia entre los objetivos corporativos o profesionales y las aspiraciones personales. De esta formas tan bella lo expresa Brian Solis:

Change, innovation [...] are only possible when we listen to our soul

Es más fácil esa resonancia, ese significado, en pequeñas startups o aventuras personales pero aa el caso de entornos corporativos más establecidos, es labor de cada uno de nosotros ilusionarse con las propuestas de su compañía y de los líderes el inspirar esa armonía de significados y objetivos.

4.- El hambre

Quizá como consecuencia de esa resonancia del objetivo con el significado y aspiraciones personales nacen las ganas, el ansia, el hambre. Y el modelo es la cultura de las startups:

The whole culture of a startup is made to come and dominate.

¿Es capaz una gran corporación de tener ese hambre, esas ganas de triunfo y de comerse el mundo?

5.- Interacción y serendipia

Son importantes nuestros objetivos, nuestras ideas y nuestro esfuerzo...pero hay otra beta... los demás:

Collaboration leads to unplanned innovation.

De la interacción y la colaboración surgen nuevas perspectivas, nuevos enfoques, ideas inesperadas... y esa riqueza de opciones y perspectivas originales son alimento imprescindible de la innovación.

6.- Iniciativa

En línea con varias anteriores es importante tener claro quién es el motor de la innovación:

If you are waiting for someone to tell you what to do, you are in the wrong side of innovation.

El cambio, la transformación y la innovación no dependen de otros: dependen de nosotros mismos, como individuos o como empresa.

7.- Un consejo para grandes empresas

Pero ¿Cómo conseguir poner el foco en lo que de verdad importa y alcanzar la agilidad y la pasión necesarias? ¿Cómo actuar sobre todo en el caso de las grandes empresas? He aquí una simple receta:

Think like the customer, act like a startup

Aúna este consejo dos elementos: por un lado el foco en el cliente, el ponerse 'en sus zapatos' para entender lo que quiere y necesita o aquello por lo que está dispuesto a pagar. Por otro, el foco y la pasión de una startup.

8.- En tu mano

Y terminamos casi donde empezamos: dónde buscar las ideas, dónde las fuerzas, dónde la pasión... Lo tenemos cerca...

Innovation begins with us

Manos a la obra, pues...

Imagen utilizada por Brian Solis en su presentación. Fuente: @gapingvoid




viernes, 27 de mayo de 2016

Robots, Machine Learning y empleo según Martin Ford

'The rise of the robots' analiza, con una perspectiva bastante pesimista, el impacto que en el empleo está teniendo y, sobre todo, puede tener, la aplicación masiva de los avances en automatización, machine learning, inteligencia artificial y robótica.

Según el autor, no sólo los empleos más rutinarios se encuentran amenazados, sino también los empleos del conocimiento, los denominados puestos de cuello blanco. Si en el pasado la tesis común era que una tecnología destruía algunos tipos de empleo pero creaba otros nuevos dando como resultado un balance neto de mantenimiento e incluso crecimiento del empleo, la generalización de la automatización conducirá, según el autor, a un desempleo masivo, a una desaparición de puestos de trabajo que no se verá compensada por la creación de otros nuevos. Y todo ello traerá como consecuencia, además, la polarización de la distribución de la riqueza aumentando las grandes fortunas pero también las personas con escasos medios y adelgazando hasta la casi desaparición de la clase media.

El libro se estructura en diez capítulos:
  • 'The automation wave': introduce el tema presentando alguna experiencia real como la de Industrial Perceptions y examina la explosión de la robótica y algunas tendencias en industria, servicios y agricultura.

  • 'Is this time different?': Repasa seis tendencias preocupantes en economía y enmpleo como el estancamiento de salarios o el aumento de la desigualdad para luego cuestionar la hipótesis, en el caso de las tecnologías de la informacion, de que la tecnología aunque destruya empleo por un lado lo crea por otro. También analiza como factores coadyuvantes de la nueva situación, no solo la tecnología, sino también la globalización, el crecimiento del sector financiero y la política

  • 'Information Technology: an unprecedented force for disruption': Estudia la aceleración de la economía y los factores diferenciales de las tecnologías de la información.

  • 'White-collar jobs at risk': afirma que fenómenos como el Big Data o Machine Learning hacen que los empleos que se encuentren en riesgo no sean sólo aquellos mecánicos y repetitivos sino que incluso los trabajos del conocimiento y creatividad están bajo amenaza y utiliza el ejemplo de IBM Watson para demostrar hasta qué punto las máquinas pueden tener un 'pensamiento creativo'.

  • 'Transforming higher education': Analiza el efecto disruptivo de la tecnología digital, por ejemplo los MOOCs, en la educación.

  • 'The healthcare challenge': Se centra en el sector salud y examina aplicaciones de la inteligencia artificial, la robótica o la explotación de los datos y propone como ejemplo, el uso de robots para asistencia y acompañamiento a personas mayores.

  • 'Technologies and industries of the future': Pasa revista a algunas industrias o tendencias de un futuro que ya casi está aquí como la impresión 3D o los coches autónomos.

  • 'Consumers, limits to growth... and crisis?': explica como la generalización de las máquinas como 'trabajadores' afecta también al consumo así como el fenómeno de la desigualdad, todo lo cual puede desequilibrar la economía.

  • 'Super-intelligence and the singularity': Se sitúa ya en las fronteras de lo conocido y adopta una visión más futurista hablándonos entre otras cosas de 'la Singularidad', un futuro dirigido por la tecnología y en que las cosas han cambiado radicalmente. A nivel tecnológico, se extiende especialmente en las posibilidades de la nanotecnología.

  • 'Towards a new economic paradigm': analiza algunas tendencias y posibilidades, destacando por lo disruptivo, la posibilidad de los ingresos garantizados como posible antídoto a un desempleo generalizado y a una fuerza de trabajo fundamentalmente constituida por robots.

Remata el libro con unas breves conclusiones.

'The rise of the robots' es un libro, pese a lo que su título parece anunciar, más centrado en la economía y el empleo que en la tecnología 'per se', aunque también se comenta y explica levemente. Por lo demás, se trata de un libro algo inquietante, que, de una forma bien estructurada y creíble, nos anuncia un futuro en que se unirán una población creciente y un empleo muy disminuido dado que la mayor parte de las tareas serán asumidas por máquinas. Ante esta situación, se exploran algunas posibilidades pero, en conjunto, nos deja más con el aviso, nada halagüeño, de lo que puede suceder, de lo que ya casi está sucediendo, que con alguna propuesta que nos permita vislumbrar alguna solución o curso de acción.

Martin Ford

(Fuente: Traducción y ligera elaboración propia de la biografía del autor en su blog)

Martin Ford
Martin Ford es fundador de una compañía de diseño de software afincada en Silicon Valley y autor de dos libros: el bestseller de The New York Times 'Rise of the Robots: Technology and the Threat of a Jobless Future' (ganador en 2015 del premio al libro del año de negocios de Financial Times/McKinsey) y 'The Lights in the Tunnel: Automation, Accelerating Technology and the Economy of the Future'.

Tiene más de 25 años de experiencia en los campos de diseño de ordenadores y desarrollo software. Tiene un grado en ingeniería por la Universidad de Michigan en Ann Arbor y un grado de negocios de la Universidad de California en Los Angeles.

Ha escrito para varias publicacones incluyendo The New York Times, Fortune, Forbes, The Atlantic, The Washington Post, Harvard Business Review y The Financial Times. También ha aparecido en numerosos programas de radio y televisión, incluyendo NPR y CNBC. Es un conferenciante habitual sobre la materia de la aceleración del progreso en robótica e inteligencia artificial y lo que estos avances significan para la economía, el mercado de trabajo y la sociedad del futuro.

Puedes saber más del autor visitando su Blog o seguirle en twitter donde se identifica como @MFordFuture.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Algo pasa con la inteligencia artificial



Algo pasa con la inteligencia artificial.

Aunque todavía suene a moderna y futurista, lo cierto es que esta disciplina, o conjunto de disciplinas, cuenta con varias décadas de antigüedad.

Conservo en mi biblioteca el libro 'The society of mind', escrito en 1985 por Marvin Minsky. Un libro delicioso y que daba una cierta sensación de mezcla entre filosofía y ciencia, entre lo moderno y lo más erudito.

Portada de 'The society of mind'
Conservo también en mi bibllioteca 'Perceptrons', escrito por el mismo Marvin Minsky y Seymour Papert en 1969, obra fundamental en la disciplina de las redes neuronales...aunque ya años antes el mismo autor había escrito sobre el tema.

Recuerdo en la para mi mítica Telefónica Investigación y Desarrollo de los años 90, la existencia de un grupo muy avanzado de inteligencia artificial que, entre otras cosas, trabajaba en sistemas expertos para la supervisión, diagnóstico y operación de la red telefónica conmutada.... que entonces era casi la única red, aunque ya 'asomaban la patita' las redes de datos.

Y recuerdo, no sé muy bien cuándo, creo que también en la década de los 90, leer sobre los emergentes algoritmos genéticos o la lógica difusa.

Un conjunto muy variado de técnicas pero que buscaban con ahínco esa inteligencia artificial, ese aprendizaje por parte de las máquinas.

Pero algo pasó. Supongo que los resultados fueron decepcionantes o las necesidades computacionales requeridas eran excesivas para el nivel de desarrollo de la microelectrónica, el hardware y el software de aquel momento.

Deep learning y redes neuronales
Lo cierto es que, sin desaparecer del todo, la inteligencia artificial perdió 'glamour' y empuje y, salvo la aplicación de la lógica difusa en cámaras fotográficas, de pocos resultados industriales reales fui consciente.

Y, ahora, de repente o, quizá no tan de repente, pero sí de manera un poco sorprendente, vuelve la inteligencia artificial, vuelve con mucha, muchísima fuerza. Ahora hablamos más de 'machine learning' y 'deep learning'... pero no son más que evoluciones de técnicas ya esbozadas.

Aún no he tenido la oportunidad de profundizar y entender bien qué ha pasado...pero algo ha pasado.

Quizá los algoritmos funcionan mejor, quizá el hardware es muchísimo más potente y permite obtener mejores resultados, quizá se hayan descubierto algoritmos o técnicas exitosas, quizá es que el mercado esté ahora preparado, o quizá ya hemos dado con las tecla de las aplicaciones prácticas de la inteligencia artificial.

Sea lo que fuere, algo pasa. Y como prueba, o al menos como síntoma, lo que nos dice Martin Ford en su libro 'The rise of the robots':

the rise of companies like Google, Facebook, and Amazon has propelled a great deal of progress. Never before have such deep-pocketed corporations view the artificial intelligence as absolutely central to their business models - and never before has AI research been positioned so close to the nexus of competition.

Algo pasa con la inteligencia artificial...
Las mayores empresas están interesadas en la inteligencia artificial. Ha pasado a ser un arma competitiva. Ha pasado a recibir inversiones multimillonarias.

¿Ha llegado su momento definitivo?

No lo sé, pero, desde luego, algo se mueve, algo pasa con la inteligencia artificial...

lunes, 23 de mayo de 2016

Dos pasos para crear software inteligente



Sabemos del auge casi diría la recuperación, de la inteligencia artificial, de la importancia como tendencia tecnológica que se concede hoy día al machine learning y cómo empiezan a ser viables comportamientos inteligentes observados en software, robots, e, incluso, coches, como es el caso del coche autónomo de Google.

Aunque no creo que exista una receta completamente clara hoy en día para conseguir grandes resultados en aprendizaje e inteligencia de máquinas, me quedo con una estrategia en dos pasos muy sencilla y a la que apunta Martin Ford en su libro 'The rise of the robots' donde, poniendo como ejemplo precisamente los coches autónomos de Google, nos propone estos dos pasos:

  • Primero recoger una gran cantidad de datos históricos que permita construir lo que podríamos denominar un 'mapa',  y a los algoritmos recorrer ese mapa usando tareas rutinarias. En esta fase, no existe una verdadera inteligencia, sino un algoritmo más o menos complejo capaz de explotar los inmensos datos de que dispone.

  • En la segunda fase, incorporar mecanismos de auto aprendizaje, es decir, convertir a los sistemas en adaptativos, capaces de reaccionar ante cambios en el entorno y de exhibir 'verdadera inteligencia'.
El planteamiento es muy simple y a todos se nos ocurre observar que es más fácil decirlo que hacerlo, pero aunque sólo sea como una estrategia genérica, puede ser válida. Al fin y al cabo, parece un paso razonable el basarse primero en la experiencia real que proporcionan los datos antes de lanzarse a algoritmos y soluciones más arriesgadas y sofisticadas. Los propios datos, además, permiten disponer de 'casos de prueba' para someter a juicio la inteligencia del software.

viernes, 20 de mayo de 2016

El modelo de negocio de una universidad en el mundo digital



Enseñar ¿no?

Eso es lo que se supone esperamos de una Universidad.

Formar, con un alto nivel, en algún conjunto de materias que permitan ejercer una profesión compleja.

Y quizá, como misión sea así, pero como modelo de negocio... a lo mejor algo está cambiando...

La tecnología digital también está volviendo del revés el mundo de la educación, y no sólo desde el punto de vista de la existencia de nuevas herramientas y de nuevas formas de acceder a los materiales, que, por supuesto, también, sino haciendo que las instituciones educativas, especialmente las privadas, se replanteen su modelo de negocio, cuál es su verdadera proposición de valor y cuál su forma de obtener ingresos.

Ya he visto en varias fuentes la afirmación de que en las instituciones educativas, especialmente en las universidades, se va a producir una gran concentración. Que ahora que vivimos en un mundo globalizado, ahora que podemos acceder a muchos contenidos en Internet, ahora que podemos mantener Webinars o acceder a MOOCs, las instituciones más locales tenderán a desaparecer, y los valores que permitirán sobrevivir serán el prestigio y la escala.

Pero, yendo un paso más allá, y hablando de MOOCs, es decir, de la existencia de cursos gratuitos online, desarrollados y avalados, además, por las universidades de más prestigio mundial, Martin Ford, en su libro 'The rise of the robots' afirma:


The very fact that universities like Harvard and Stanford are willing to give that education away for free is evidence that these institutions are primarily in the business of conveying credentials rather than knowledge.


Es decir, que dado que los materiales educativos y, además, unos materiales educativos de gran calidad, se encuentran accesibles de forma gratuita en la red; dado que, por tanto, los alumnos tienen amplia facilidades para la autoformación, para la adquisición del conocimiento, lo que aportan las Universidades es, realmente, avalar con su prestigio y por medio de los correspondientes títulos y certificaciones, la capacitación real del alumno. Es decir, su foco estratégico estará, por un lado, en su método de certificación y, por otro, en su prestigio, lo que en el mundo más comercial vendría a ser su marca. 

Turbulentos e interesantes tiempos éstos que vivimos en que hasta las más venerables y antiguas instituciones como las Universidades se ven desafiadas en los cimientos de su actividad y de su razón de ser...

miércoles, 18 de mayo de 2016

Todo para el ganador en el mundo digital

Cuando nos iniciamos en el mundo 2.0, una de las cosas más diferenciales y atractivas, tecnología aparte, que ofrecía este nuevo mundo digital y colaborativo, era la democratización de las actividades, el traslado hacia la periferia, entendiendo por periferia las personas, de la actividad de negocio.

Así, las tecnologías digitales ponen al alcance de cualquiera el publicar artículos, cual si de periodista o investigador se tratase, o editar y publicar vídeos o música...y llegar hasta un público virtualmente infinito. También permite hacer negocios desintermediados, mediante plataformas de crowdworking o de financiación (crowdfunding). Igualmente permite intercambiar productos entre usuarios mediante plataformas de comercio electrónico como eBay.... y así un largo etcétera.

Le economía 'Long Tail' parece florecer en toda su extensión...

Sin embargo, y a despecho de lo anterior, la realidad nos demuestra que en Internet y en el nuevo mundo digital, el poder, el negocio más bien, parece que siempre acaba concentrándose en unas solas manos o, al menos, en muy pocas manos.

Así, en buscadores, el rey indiscutible es Google, en distribución Amazon, en subastas y compra-venta entre usuarios  eBay, en música digital Apple iTunes o Spotify, en redes sociales de propósito general, Facebook, en microblogging Twitter... y así sucesivamente. No es que no exista competencia...pero ésta es en general escasa y con tendencia a la desaparición, a situarse en nichos, mientras una marca o servicio ocupa casi todo el espacio.

Metáfora visual de la economía de la larga cola


No es evidente razonar por qué esto sucede así. Quizá, simplemente, la hegemonía que en el mundo analógico se produce por regiones, lo cual da oportunidades a muchos actores, mientras que en Internet es global. Quizá es que la eficiencia en costes que exige el modelo Internet donde muchos servicios son gratuitos o muy baratos, exige una escala que dificulta mucho la existencia de varios competidores relevantes en el mismo mercado... y solo uno sobrevive. Quizá es que a la velocidad que se mueve todo e Internet, el primero que 'golpea' se lo lleva todo y su posición dominante es ya muy difícil de asaltar.

En cualquier caso, y como nos dice Martin Ford, en su libro 'The rise of the robots', se tiende a dinámicas de todo para el ganador: 

The evidence shows pretty clearly that the income realized from online activities nearly always tend to follow a winner-takes-it-all distribution. While the Internet may, in theory, equalize opportunity and demolish entry barriers, the actual outcomes it produces are almost invariably hihgly inequal.

En el fondo, esto no es lo que esperábamos del mundo 2.0...

Pero los mercados tienen su dinámica. Si esta situación se mantiene en el tiempo será, seguramente porque, nos guste o no, es la lógica y sostenible. Si se trata, por el contrario, de un mal transitorio, el propio mercado conducirá a otras situaciones competitivas diferentes y más abiertas.

Mientras tanto, eso sí, en la periferia de ese mercado digital, las personas podemos, quizá no tanto rentabilizar, pero sí al menos disfrutar, haciendo nuestros pinitos, comprando y vendiendo, o editando vídeos, música o presentaciones, montando webinars o, incluso, escribiendo artículos en un blog...

lunes, 16 de mayo de 2016

Lo que realmente hace diferentes a las tecnologías de la información

Vivimos inmersos en la sociedad de la información, vivimos en un mundo donde las tecnologías de la información, lo digital, como preferimos decirlo ahora, dominan la innovación y el discurso del progreso.

Las tecnologías de la información nos han dado enormes capacidades de cálculo e ingentes capacidades de almacenamiento. Han catapultado las comunicaciones, han fomentado la colaboración y nuevos modelos de negocio. Han unificado el tratamiento de texto, imágenes, sonido y vídeo. Han fomentado la productividad y hasta las relaciones entre empresas e individuos...

Sin embargo, hay algo en las tecnologías de la información aún más increíble, aún más diferencial...algo donde se esconde la transformación del futuro...un futuro que ya parece muy cercano.

Martin Ford, en su libro 'The rise of the robots' nos desvela esa clave:

Information technology, to a degree that is unprecedented in the history of technological progress, encapsulates intelligence.

Inteligencia...

...quizá la última frontera...

El cálculo por sí mismo nos acerca a la inteligencia pero aún es muy mecánico, incapaz del aprendizaje y la creatividad. Pero las tecnologías de la información esconden algoritmos mucho más complejos, mucho más avanzados, algoritmos que caen dentro de 'lo inteligente'.

El reciente impulso y resultados que está recibiendo la ya antigua disciplina de la inteligencia artificial, el redescubrimiento de las redes neuronales o los algoritmos genéticos, el desarrollo del machine learning...y todo ello potenciado por unas nunca hasta ahora disponibles capacidades de procesamiento, comunicación y almacenamiento...

Ya no hablamos sólo de cálculo, ya hablamos de inteligencia...

Esa es, creo,lo que hace realmente diferentes a las tecnologías de la información, lo que puede suponer el siguiente salto cualitativo del progreso... y también, por qué no reconocerlo, lo que asusta un poco...


viernes, 13 de mayo de 2016

La renuncia al entendimiento o una posible derivada del Machine Learning y Big Data



Dos son las formas tradicionales de adquisición de nuevos conocimientos en el método científico tradicional: el empirismo y la deducción. El primero se basa en la observación y la investigación. Con base en esa experiencia se pueden obtener leyes que la propia experiencia confirma. En otros casos, se puede formular una hipótesis que los resultados experimentales confirman o desmienten. La deducción, más propia de las matemáticas o la física teórica, a parir de unas leyes y axiomas va deduciendo de forma lógica nuevas leyes y teoremas de forma irrefutable.

La deducción se basa en un conocimiento profundo de la estructura interna del objeto estudiado y las leyes que lo gobiernan. El empirismo implica menor conocimiento de la estructura interna aunque puede confirmar hipótesis acerca de esa estructura.

Cuando pasamos al mundo de las tecnologías digitales, los ordenadores y la computación, la mayor parte de los resultados obtenibles  por estas máquinas, la mayoría de los algoritmos son deterministas y, en cierto modo, deductivos. El programador entiende perfectamente la lógica y las leyes que el ordenador debe aplicar y lo programa conforme a a ellas. Y el usuario obtiene resultados predecibles y explicables, quizá por el propio usuario, aunque, por supuesto, sin la precisión, seguridad y rapidez que ofrece el ordenador. 

Sin embargo, no siempre es así. Es más. se encuentran en pleno auge dos tecnologías que adoptan otro enfoque.

La primera sería el Machine Learning que aplica algoritmos de inteligencia artificial del tipo de las redes neuronales. En este tipo de artefactos computacionales, un conjunto de nodos interconectados entre si son capaces de aprender, normalmente tras un entrenamiento consistente en ofrecer muchísimos ejemplos válidos de entradas / salidas. Una vez entrenada, la red neuronal es capaz de dar la respuesta correcta ante una entrada...pero sin 'entender' realmente el porqué. Simplemente, se ha encontrado un ajuste de pesos adecuado de las conexiones entre nodos que conduce a los resultados correctos.

Otro campo es el Big Data Big Data actúa sobre unas enormes cantidades de datos, incluso datos no estructurados. Sobre esos datos se pueden obtener tendencias, análisis y conclusiones. Sin embargo, esas conclusiones pueden con frecuencia no ser realmente comprendidas. Big Data encuentra correlaciones, es decir, valores o fenómenos que corren paralelos pero sin que haya necesariamente una relación causa efecto o, al menos, sin que conozcamos cual es ésta.

Identificada y cuantificada la correlación, Big Data puede ofrecer predicciones muy fiables...pero no sabemos por qué. Sólo sabemos que la correlación observada en el pasado permite tener confianza en una predicción que explota esa correlación. Sin embargo, no hay verdadero entendimiento de la estructura del problema... sólo de sus resultados externos.

Así nos lo explica, Martin Ford, hablando del Watson de IBM, en su libro The rise of the robots':

one of the primary tenets of the big data revolution: the idea that prediction based on correlation is sufficient, and that a deep understanding of causation is usually both unachievable and unnecessary.

Tanto Machine Learning como Big Data, pues, pueden resolver problemas complejos y ofrecer conclusiones y predicciones muy fiables...pero con el coste de ignorar el porqué, con una cierta renuncia al entendimiento, a una parte importante, en el fondo, del conocimiento.

Supongo que es lógico pagar ese peaje a cambio de los espectaculares resultados que se pueden obtener pero no deja de parecerme un poco triste, algo empobrecedor.

Aunque, si bien se mira, tampoco es para tanto. Al fin y al cabo, en el fondo tampoco sabemos cómo funciona nuestro cerebro...

miércoles, 11 de mayo de 2016

Sobre las dudas acerca del impacto de las TIC en la economía y la sociedad



En el ámbito popular, e incluso el profesional, diría que vivimos una época de optimismo tecnológico. Se cree en el impacto de las tecnologías, muy especialmente las TIC, en la economía y en la sociedad en su conjunto y se cree, además, que ese progreso va a continuar, y de forma acelerada... exponencial.

Tiendo a ser de esa opinión...pero también existen puntos de vista contrarios. Espectacular en ese sentido es la frase de Peter Thiel, co-fundador de PayPal y que menciona Martin Ford en su libro 'The rise of the robots':

We were promised flying cars, and instead what we got was 140 characters.

La frase, además proveniente de un innovador, es tremenda y refleja una cierta decepción al comparar la promesa que las tecnologías de la información e Internet trajeron consigo y su reflejo popular en cosas tan aparentemente banales como es la existencia de Twitter.

Martin Ford remata comparando con los adelantos del siglo XIX y nos dice:

This lack of broad-based progress stands in stark contrast to what a person who lived through the final decades of the nineteenth century and the first half of the twentieth would have experienced. Indoor plumbing, cars, aeroplanes, electricity, home apliances, and public sanitation and utility systems all came widespread use during this period.

Es comprensible, creo, la posición de Ford y Thiel y, planteado así, parece que, en efecto, twitter palidece frente a disponer de agua corriente, electricidad y coches... pero no estoy convencido que la apreciación sea completamente justa, completamente ajustada a la realidad.

La revolución de las TIC no es, ni de lejos, sólo Twitter (y cuidado que, aunque tecnológicamente no creo que twitter sea ningún gran alarde, como impacto en comportamientos y en velocidad de difusión de información su influencia no creo que sea despreciable).



Quizá es que nos hemos olvidado de que no hace tanto no existían los teléfonos móviles... o no nos demos cuenta de cuánto ha cambiado eso nuestras vidas, ni cuánta eficiencia han introducido en muchas actividades diarias. Quizá olvidemos, ya que de móviles hablamos, que en 2000, lo de tener Internet en la palma de la mano era casi una fantasía... y hoy es tan habitual que los más jóvenes seguramente no se imaginan una vida sin ello. Quizá nos hayamos olvidado que no hace tantos años, conseguir información sobre un tema podía significar una cara y lenta revisión bibliográfica....porque no teníamos ni Google ni la Wikipedia. Quizá hayamos olvidado que hace un par de décadas no podíamos conectarnos a Internet desde nuestras casas, o leer las noticias online y que nos enterábamos al día siguiente por el periódico escrito de lo que había ocurrido el día anterior. Quizá no valoremos lo que era para la actividad empresarial ha supuesto la informatización de los procesos y el almacenamiento en bases de datos,las ingentes eficiencias que eso ha introducido, el brutal incremento de productividad. Tal vez nos olvidemos que las TIC han hecho posible secuenciar el ADN y resolver otros muchísimos complejos problemas.

Y esto no se ha detenido. Las posibilidades que se abren con Internet de las Cosas, con el Cloud Computing, con Big Data, con Machine Learning, con la generalización, por fin, de la inteligencia artificial, con el desarrollo de la robótica, con la nanotecnología, con los wearables, con los por fin viables coches eléctricos o con los intentos, que empiezan a parecer serios, de viajar a Marte, son tan inmensas... y muchas de ellas tan próximas, casi, casi tan actuales que, no sólo no creo que el impacto de las tecnologías en general, y las TIC en particular no sólo es comparable a los avances del siglo XIX sino que creo que, además, aún no hemos visto nada...pero que estamos muy cerca de verlo...

lunes, 9 de mayo de 2016

Sobre el impacto de la revolución tecnológica en el empleo

Me encuentro leyendo 'The rise of the robots' de Martin Ford, libro en que se nos ofrece una visión distópica de la tecnología, y muy especialmente del negativo impacto de ésta, fundamentalmente la automatización y la robotización, en el empleo.

Y ya en las primeras páginas nos lanza el autor una advertencia para intentar que no nos engañemos:

In the past, automation technology has tended to be relatively specialized and to disrupt one employment sector at a time, with workers then switching to a new emerging industry. The situation today is quite different. Information technology is a truly general-purpose technology, and its impact will occur across the board. Virtually every industry in existence is likely to become labor-intensive as new technology is assimilated into business models.

Es cierto que tendemos a pensar, creo que con razón, que el impacto de la tecnología en la sociedad en su conjunto, y en el desarrollo y bienestar del ser humano es  siempre positivo. Pero también lo es que cualquier cambio puede tener su impacto negativo... y la tecnología está induciendo un enorme cambio. 

Como nos dice Martin Ford, nos habíamos acostumbrado a pensar que aunque una tecnología o, incluso, un nuevo modelo de negocio, pueda destruir algún tipo de puesto de trabajo, aunque puntualmente o de forma localizada se pueda destruir empleo, la nueva tecnología implica nuevos desarrollos o nuevas necesidades que harán que el balance neto sea positivo o, al menos, neutro.

Sin embargo, Ford nos intenta convencer de que en la revolución actual, que tiene a las TIC en su mismo epicentro, el impacto en el empleo es negativo y de forma generalizada, que las tecnologías digitales y la automatización, destruyen empleo en todos los sectores y tipos de actividad.

Creo que mantengo mi optimismo sobre la tecnología en sentido general. Sigo creyendo que, de una forma u otra, aunque sea a medio plazo, el impacto será siempre positivo... Sin embargo, la advertencia de Martin Ford parece suficientemente seria y bien fundamentada como para tenerla en cuenta.



Incluso aunque el efecto final de la tecnología sea positivo, asusta pensar que el coste del cambio pueda ser  demasiado alto, que pueda condenar a grandes sectores de la población, a amplios tipos de trabajadores, quizá a una economía y una generación enteras, al desempleo e incluso la pobreza.

Vale la pena, pues, que, como sociedad, 'le echemos una pensada' y pongamos en marcha los mecanismos técnicos, sociales o políticos necesarios para conducir el desarrollo en la dirección correcta. Y vale la pena, como individuos, que nos aseguremos, hasta donde sea posible, de ser valiosos por nosotros mismos y ser capaces de ejercer un amplio abanico de actividades en el ámbito profesional, para tener más posibilidades de no quedarnos obsoletos e inútiles para una actividad laboral cada vez más dominada por el software, los automatismos y los robots.


viernes, 6 de mayo de 2016

Ideas sobre Internet de las Cosas con Samuel Greengard

'The Internet Of Things' es un libro de carácter eminentemente divulgativo que nos explica las ideas básicas de Internet de las Cosas y su impacto en la vida diaria, actual y futuro pero que no explica realmente la tecnología que hay por detrás y sólo insinúa fundamentalmente vía ejemplos, los diferentes servicios y soluciones que se pueden agrupar bajo el amplio epígrafe "Internet de las cosas"

El libro se estructura en siete capítulos:
  • The Internet changes everything: Comienza con una narración de un día de una familia que hace uso intensivo de Internet de las cosas para luego remontarse a los orígenes y finalizar definiendo los conceptos fundamentales de Internet de las Cosas.

  • Mobility, clouds, and digital tools usher in a connected world: repasa otra serie de tecnologías que habilitan y potencian el Internet de las cosas como son los smartphones y la movilidad, el cloud computing, social media o Big Data.

  • The industrial internet emerges: se centra en lo que denomina el Internet Industrial, es decir, la infraestructura de la conexión de dispositivos, como son los sensores, la conectividad, la liocalización, etc

  • Computer devices get smart: en que nos habla ya de plataformas y de soluciones y servicios en diferentes sectores como en banca, transporte o distribución.

  • Putting the Internet of Things to work: aborda algunas problemáticas o necesidades para la implantación de soluciones como son los estándares, las capacidades de los sensores o la fiabilidad.

  • The reality and repercussions of a connected world: explora el impacto de Internet de las Cosas, sus implicaciones sociales y humanas e incluso amenazas como la seguridad y el cibercrimen.

  • A networked future emerges: explora brevemente lo que puede traer el futuro para finalizar dibujando una ficción de cómo podría ser la vida conectada hacia 2025.
'The Internet Of Things' es un libro que puede servir para abrir los ojos a un fenómeno nuevo para quien no lo conozca pero que profundiza muy poco en el mismo, no describe realmente la tecnología subyacente, y no estructura del todo este nuevo área de conocimiento. Es más una llamada de atención sobre el fenómeno, acompañada de cuatro ideas, que un verdadero tratado sobre la materia. En ese sentido, me ha parecido más o menos divertido de leer, pero algo flojo en cuanto a contenido.

Samuel Greengard

(Fuente: Traducción y ligera elaboración propia de la biografía del autor en su página personal)

Samuel Greengard
Escritor, periodista y conferenciante.

Vive y trabaja en West Linn, Oregon y ha escrito profesionalmente desde 1981.

Autor de 'The Internet of Things' (MIT Press, 2015) y el 'AARP Crash Course in Finding the Work You Love: The Essential Guide to Reinventing Your Life' (Sterling, 2008).

Escribe regularmente en Communications of the ACM (Association for Computing Machinery), Baseline magazine, Channel Pro, CIO Insight, CMO y muchas publicaciones de tecnología y negocio.

Ha escrito cientos de artículos, incluyendo escritos para AARP, the magazine, American Way, America West, Amtrak’s Arrive, Discover, Engineering Inc., Hemispheres, Industry Week, Home, iQ, Los Angeles, MSNBC/MSN Online, PM Network (The Project Management Institute), Southwest Spirit, Westways, Wired y The Writer.

También realiza trabajos, incluyendo folletos, charlas, white papers e informes anuales. Su trabajo ha aparecido en materiales para Charles Schwab & Co., Cisco Systems, Honda, IBM, Intel, Korn/Ferry, Microsoft, Oracle y Sun Microsystems.

Ha aparecido en numerosos programas de radio y televisión, incluyendo programas en KABC radio, en Los Angeles y en Fox Television. Ha recibido numerosos premios, incluyendo un Maggie en 1997 al mejor artículo en una revista comercial.

Ha hablado para muchos grupos y realizado charlas para grandes organizaciones.

En el pasado fue Presidente de la American Society of Journalists and Authors, ha servido como conferenciante invitado para la Universidad de Wisconsin y Madison Writer’s Workshop y es formador en el UCLA’s Writer’s Program.

Puedes saber más del autor visitando su página personal o seguirle en twitter donde se identifica como @samthewriter.

jueves, 5 de mayo de 2016

En Pulse: La inteligencia y el liderazgo de la transformación digital



¡Transformación!

 Ese es el imperativo y el eslogan.

 ¡Transformación!

 Y le ponemos un apellido:

¡Transformación digital!

 Transformación digital que afecta a la tecnología, a los modelos de negocio, a las estrategias, a la relación con el cliente, a su experiencia, a los procesos, a los sistemas.... Transformación digital que cambia la cultura, las formas de participación y el liderazgo.

 Y los líderes, o los que aspiran a serlo, nos llaman a la transformación…

 ¡Transformación!

 Las palabras resuenan en nuestros oídos pero ¿Resuenan de verdad? ¿Resultan creíbles? ¿Nos mueven a la acción? ¿Consiguen objetivos? ¿Transforman realmente?

 Hay dos defectos y dos peligros que observo en las llamadas de los líderes a la transformación.

 Un defecto es el de la vacuidad del mensaje. Vale, transformación digital pero ¿Qué visión me ofreces? ¿Qué quieres conseguir? ¿Dónde está la estrategia? ¿Dónde los indicadores?¿Dónde los objetivos medibles?¿Dónde las acciones? ¿Dónde un plan de proyecto?¿Qué transformación me propones exactamente?

Liderar la transformación digital no es sólo lanzar un mensaje, por atractivo que éste pueda ser y de moda que pueda estar. Es necesario el rigor y la concreción. Es necesario especificar la transformación para una organización concreta, tu organización, líder, con una estrategia definida, comunicada y documentada, unos objetivos concretos, unos planes concretos, unos recursos, unos plazos, unos responsables… Sin esto, el mensaje no pasa del eslogan, de la propaganda… y se disuelve en su propia vacuidad…

 El otro defecto, hermano del anterior, es el de la grandilocuencia. ‘Vamos a ser los líderes de…’, ‘Vamos a cambiar el sector…’, ‘Vamos a establecer las reglas del juego…’ ¿Seguro? ¿Es tu organización realmente capaz de cambiar las reglas de un mercado? ¿Es realmente capaz de ser líder? ¿Tienes la tecnología, los recursos, la estrategia y la energía para ser líder? Y… ¿es necesario? Aspirar al liderazgo de un mercado o un sector, aspirar a marcar las reglas del juego, es bueno, muy bueno…pero está al alcance de muy pocos, y tu organización pudiera no ser una de ellas. Es mas, pudiera no ser necesario. Tu organización, líder, tu negocio, tu empresa, pueden ser perfectamente prósperas y sostenibles sin necesidad de que seas el líder mundial. La ambición puede ser buena, pero si no va acompañada del necesario realismo deja de ser ambición para convertirse en quimera.

 Una llamada a la transformación grandilocuente y vacía se muere. Se muere por falta de un plan real y se muere por falta de credibilidad ante la organización que el líder dice querer transformar.

 La transformación digital es necesaria, es atractiva, es positiva…

 ¡Quiero la transformación!

 Estoy dispuesto a contribuir, a trabajar, a innovar, a aportar…

 Aquí me tienes, líder. Te espero y te añoro.

 Sólo un ruego:

 La próxima vez que llames a la transformación digital, inspírame con tu ambición y tu pasión, inflama mis sentimientos con lo atractivo de tu mensaje, háblale a mi corazón pero, por favor, por favor, no te olvides de hablarle también a mi inteligencia…

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Artículo publicado en Pulse el 3/05/2016
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miércoles, 4 de mayo de 2016

En medio del tablero: la leyenda de Sisa y el motivo del progreso exponencial

La leyenda de Sisa es bien conocida y, aparte de explicar el origen del ajedrez, se usa con frecuencia para ilustrar el crecimiento exponencial.

Así se cuenta en Wikipedia esta leyenda

Al noroeste de la India (seguramente en el actual Pakistán o Afganistán), había un poderoso brahmán llamado Rai Bhalit, tan rico y rodeado de tantos placeres que de ninguno de ellos podía gozar. Ordenó al más inteligente de sus sirvientes, llamado Sisa, que creara un juego capaz de entretenerle. 

Pasado algún tiempo Sisa presentó a su señor el ajedrez, un juego que emulaba la guerra y que se jugaba en un tablero con sesenta y cuatro casillas, alternativamente blancas y negras dispuestas en ocho filas y ocho columnas. 

El brahmán quedó tan encantado que le permitió escoger su recompensa. Sisa le dijo: «Señor, soy hombre modesto, y me conformaría con que me paguéis un grano de trigo por el primer cuadrado, dos por el segundo, cuatro en el tercero, ocho en el cuarto, etc.». 

El brahmán, encantado por la modesta petición de Sisa accedió en seguida, pero su alegría pronto se trocaría en ira cuando se dio cuenta de que ni con todo el trigo de su país alcanzaría a pagar semejante suma. La cifra es 264 - 1 es decir, 18 446 744 073 709 551 615 (18,4 trillones) de granos de trigo.

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Curva exponencial
Así es el crecimiento exponencial: empieza con cifras modestas... pero las multiplica cada vez. Pasado un tiempo, el crecimiento es cada vez mayor, enorme... exponencial. Esto es lo que se ilustra en la figura.

La ley de Moore es una versión tecnológica moderna, y contrastada, de ese crecimiento exponencial. La ley que, enunciada en 1965 por Gordon E. Moore, co-fundador de Intel, establecía que cada año se duplicaría el número de transistores integrados por unidad de superficie en un chip.  

Tanto la visión legendaria de Sisa, como la más moderna de Moore, nos ayudan a entender el impacto de las tecnologías y del crecimiento exponencial

Como veíamos en 'Exponential Organizations', la digitalización, la preponderancia de la información, es un factor decisivo, un habilitador, del crecimiento exponencial. Y en esa digitalización, en esa transformación digital, nos encontramos inmersos.

Pero hay un detalle adicional. Algo simple que nos revela Martin Ford en 'The rise of the robots'

The revolution now under way is happening not just because of the acceleration itself but because that acceleration has been going on for so long that the amount of progress we can now expect in any given year is potentially mind-boggling.

Así es. No se trata sólo de que la digitalización induzca un cambio acelerado, exponencial. Es que además, llevamos ya unos cuantos años de digitalización. Por tanto, no estamos en el principio de la curva, donde los crecimientos  son moderados. Estamos ya en una parte avanzada de la curva donde la cantidad de progreso es espectacular.

Si volvemos a la leyenda de Sisa, lo que nos ocurre es que ya no estamos en las primeras casillas. Ahora, estamos en medio del tablero.


martes, 3 de mayo de 2016

Nueva sección fija: 'En Pulse'

He decidido publicar de vez en cuando algunos artículos en 'Pulse', la herramienta de publicación de LinkedIn (algo así como un foro o un blog compartido para todos los miembros de esta red social de carácter profesional)

Sin embargo, cuando publique algo en 'Pulse' no sólo lo haré allí sino que, un día o dos después, una semana a lo sumo, publicaré aquí en Blue Chip el mismo artículo.

Para agrupar todos los artículos de estas características voy a crear una nueva sección, 'En Pulse' que se unirá a las existentes de 'Libros', 'Macrotweets', 'Colaboraciones' y 'Presentaciones'.

En realidad, los lectores de este blog notarán poca diferencia, salvo que los artículos de la sección siempre llevarán la etiqueta 'En Pulse', se podrán acceder a todos desde un recuadro de la derecha (el recuadro de 'secciones fijas') y que siempre haré mención en el artículo a que ya ha sido publicado en Pulse.

Hoy mismo, espero publicar en Pulse el primero de estos artículos y, antes de que acabe la semana, presumiblemente el Jueves, aparezca aquí, en Blue Chip, inaugurando así la nueva sección.

Espero que os interese.

lunes, 2 de mayo de 2016

Enunciando el peligro de la robotización para el empleo



En el artículo anterior hablábamos de cómo la tecnología nos hacía perder algunas capacidades cognitivas, ya que 'las máquinas' las hacían por nosotros. Y nos preguntábamos si eso debería asustarnos o no.

Cambio ahora de fuente, y paso a leer 'The rise of the robots' de  Martin Ford...pero parece que no se nos pasa el susto...sino que se acrecienta.

En lo que parece ser la tesis principal del libro, ya en sus primeras líneas, el autor nos mete el miedo en el cuerpo afirmando:

This shift will ultimately challenge one of our most basic assumptions about technology: that machines are tools that increase the productivity of workers. Instead, machines themselves are turning into workers, and the line between the capability of labor and capital is blurring as never before.

Un causa motiva el párrafo: los enormes avances en robótica e inteligencia artificial permiten que las máquinas en general, y los robots en particular, pasen de ser un apoyo para los trabajadores humanos a que se conviertan ellas mismas, las máquinas, en "los trabajadores

Y dos consecuencias, dos peligros, se nos anuncian.

Por un lado, que la tradicional separación entre capital y trabajo se está borrando y tendiendo a concentrarse en el capital. ¿Por qué? Porque si los robots son capaces de asumir el trabajo humano, y dado que los robots forman parte de los activos en que invierte una compañía...la fuerza de trabajo, los robots, las máquinas, pasan a ser propiedad del capital, a ser capital ellos mismos.

Y la segunda, y más grave: la desaparición masiva de empleos.

¿Tiene razón Martin Ford en su distópica visión de la tecnología y la robótica?

Queremos creer que no...pero en realidad es difícil saber qué pensar...

En siguientes artículos, le 'escucharemos' atentamente a ver si nos tranquiliza o nos inquieta aún más...