En el artículo anterior hablábamos de cómo la tecnología nos hacía perder algunas capacidades cognitivas, ya que 'las máquinas' las hacían por nosotros. Y nos preguntábamos si eso debería asustarnos o no.
Cambio ahora de fuente, y paso a leer 'The rise of the robots' de Martin Ford...pero parece que no se nos pasa el susto...sino que se acrecienta.
En lo que parece ser la tesis principal del libro, ya en sus primeras líneas, el autor nos mete el miedo en el cuerpo afirmando:
This shift will ultimately challenge one of our most basic assumptions about technology: that machines are tools that increase the productivity of workers. Instead, machines themselves are turning into workers, and the line between the capability of labor and capital is blurring as never before.
Un causa motiva el párrafo: los enormes avances en robótica e inteligencia artificial permiten que las máquinas en general, y los robots en particular, pasen de ser un apoyo para los trabajadores humanos a que se conviertan ellas mismas, las máquinas, en "los trabajadores"
Y dos consecuencias, dos peligros, se nos anuncian.
Por un lado, que la tradicional separación entre capital y trabajo se está borrando y tendiendo a concentrarse en el capital. ¿Por qué? Porque si los robots son capaces de asumir el trabajo humano, y dado que los robots forman parte de los activos en que invierte una compañía...la fuerza de trabajo, los robots, las máquinas, pasan a ser propiedad del capital, a ser capital ellos mismos.
Y la segunda, y más grave: la desaparición masiva de empleos.
¿Tiene razón Martin Ford en su distópica visión de la tecnología y la robótica?
Queremos creer que no...pero en realidad es difícil saber qué pensar...
En siguientes artículos, le 'escucharemos' atentamente a ver si nos tranquiliza o nos inquieta aún más...
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