Desde que surgió el concepto de proceso de negocio y se lanzaron las primeras tendencias de gestión por procesos (reingeniería, TQM, etc) mucho es lo que se ha escrito, investigado y avanzado. Muchas son las técnicas que, con diversos matices (a veces, quizá, sólo con diversos nombres), se han centrado en la gestión y mejora de procesos de negocio, técnicas que, en el fondo, nos hablan de cambio y transformación en mayor o menor medida.
En su libro 'BPM. Fundamentos y conceptos de implementación', Bernhard Hitpass nos habla de tres estrategias de cambio que nos ayudan a clasificar técnicas en función del grado de ambición del cambio.
Estas son las tres estrategias que identifica:
- Cambio revolucionario (reingeniería de procesos): Un cambio radical donde se parte de una hoja en blanco y donde, por tanto, todo es cuestionable.
- Desarrollo sistemático (rediseño de procesos): Un cambio en que se parte de la situación actual pero donde se redefinen los procesos
- Cambio evolutivo (mejora evolutiva): Cambio gradual y normalmente impulsado a nivel departamental, no corporativo.
La reingeniería creo que es de una trasparencia clara dónde se ubica. Quizá, si quisiéramos situar entre estas tres estrategias algunas tendencias conocidas, podríamos colocar, por ejemplo, TQM (Total Quality Management) o Lean Management dentro del cambio evolutivo (la mejora continua) y al algo difuso concepto de BPI (Business Process Improvement) dentro del desarrollo sistemático.
En la práctica, muchas diferenciaciones son meramente de grado, por lo que quizá no se pueda extremar el afán clasificatorio, Lo relevante es la gestión de los procesos, del cambio y la transformación.
Las clasificaciones son meras orientaciones que nos ayudan a entender...
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