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"las fechas límite son a menudo un arma que usan los directivos que asumen que los trabajadores son básicamente vagos."
Weinberger piensa que en las organizaciones hipervinculadas, repletas de trabajadores motivados, predomina el deseo de conseguir un producto o de ayudar a un cliente. Opina que en este tipo de organizaciones la planificación no es necesaria, que los trabajadores darán lo máximo de sí mismos para conseguir los objetivos lo antes posible sin necesidad de una presión externa en forma de planificación.
¿Cuánto hay de cierto y cuánto de utópico en esta visión de las organizaciones hipervinculadas?¿ Y cuánto hay de cierto y cuanto de rebeldía sin causa en la interpretación del uso de fechas límite?
Es cierto que en organizaciones o equipos motivados la necesidad de supervisión disminuye. Es cierto que en este tipo de equipos se trabaja más sin que ese esfuerzo sea explícitamente exigido por los directivos. Lo he visto. Puedo dar fe de ello.
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No es que a Weinberger no le asista una parte de razón y no es que la visión que nos propone de la empresa hipervinculada no sea atractiva y tenga su dosis de verdad. Pero quizá se deja llevar un poco por la pasión a la hora de pensar en esa organización ideal, y por un cierto prejuicio acerca de las intenciones de los directivos cuando planifican actividades.
¿Cómo decía el famoso eslogan publicitario?
"La potencia sin control no sirve de nada"
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