miércoles, 26 de enero de 2022

Consciencia de las máquinas: el naturalismo biológico y la necesidad de prudencia

Ya hemos tratado en más de una ocasión en este blog el tema de la consciencia en las máquinas y más concretamente en los robots. No puedo negar que me resulta un tema muy atractivo, tanto el entendimiento del fenómeno de la consciencia en los humanos como la posibilidad, o no, y en caso afirmativo de qué manera, conseguirla, esa consciencia en robots.

Lo cierto es que, a día de hoy, y como ya he comentado en artículos pasados, ni entendemos la consciencia humana, ni somos capaces de conseguirla en robots y ni siquiera está muy claro que sea deseable alcanzar esa consciencia en los robots, caso de que fuese posible.

Eso me va a llevar a pedir, o aconsejar al menos, prudencia.


La visión de Damasio sobre la consciencia


Ya comentamos brevemente hace unas semanas la visión de Antonio Damasio sobre la consciencia, una visión que resumí y con la que especulé en los artículos titulados 'Derivadas del pensamiento de Damasio (I): Consciencia de los robots y la hipótesis de la sensorización masiva', 'Derivadas del pensamiento de Damasio (II): La dudosa consciencia del software y los límites del transhumanismo' y 'Consciencia de los robots: Antonio Damasio versus Jun Tani'.

Lo que me interesa recordar aquí es, simplemente, que para Damasio, la aparición de la consciencia está indisolublemente unida a la existencia de un cuerpo, ya que es la creación de imágenes del propio cuerpo lo que posibilita la aparición de esa consciencia.


El naturalismo biológico de John Searle


Leyendo el libro 'Artificial Intelligence. A modern approach' de Stuart Russell y Peter Norvig encuentro una muy breve referencia al llamado naturalismo biológico del filósofo John R. Searle y, en concreto, a lo que este pensador expresaba en un artículo ya antiguo, el titulado 'Minds, brains and programs' y publicado en 1980 en la revista 'The behavioral and brain sciences'.

Aunque tengo dicho artículo justo delante de mí en el momento de escribir este post, confieso que aún no lo he leído, por lo que, para lo que sigue, 'me fío' de lo que acerca del mismo resumen Russell y Norvig, Si su posterior lectura, que espero hacer en breve, me hiciese cambiar de opinión respecto a lo que a continuación voy a decir, cosa que dudo, lo haría constar como una modificación de este post o, quizá, como un nuevo post.

De todas formas, y fiándome, como digo, de lo que cuentan Russell y Norvig, lo que entiendo es que el naturalismo biológico de Searle entiende que la consciencia está unida a la realidad física, en concreto al sistema nervioso y los fenómenos neurobiológicos, aunque de alguna forma los trasciende y se sitúa en un plano superior o diferente. o dicho de otra forma, más parecida a como lo expresan Russell y Norvig, la consciencia es una característica emergente de alto nivel pero causada los fenómenos fisiológicos que se producen en las neuronas.

De alguna forma, pues, la consciencia, dicho de una forma algo simplista, necesita de las neuronas y su existencia está de alguna manera ligada a ellas. Sin neuronas, no hay consciencia. Sin embargo, si esa consciencia de alguna forma "está en las neuronas", no lo está por ejemplo, y como dicen Russel y Norvig, en un transistor de silicio.

Parece que esta forma de pensar, implica que un intelectual como Searle considera imposible la aparición de consciencia en un robot...al menos un robot fabricado con metal, plástico y silicio.

Según leo, esta argumentación de Searle ha sido discutida y eventualmente refutada aunque sin alcanzarse consenso ni a favor ni en contra. En concreto, Russell y Norvig aportan el caso de un relato de ciencia-ficción 'They are made out of meat' de Terry Bisson, en que unos robots alienígenas que llegan a la Tierra se sorprenden de que unos seres hecho de carne puedan pensar. La misma línea de razonamiento de Searle, en su caso, les llevaría  deducir que sólo pueden ser conscientes seres con mentes hechas de silicio, pongamos por caso.


La necesidad de prudencia


Aunque me resulta interesante conocer la teoría de Searle y sus refutaciones, en el fondo lo que pretendía con este post es llegar a esta llamada final a la prudencia. 

Y es por eso que no creo que la lectura detallada del artículo de Searle me haga cambiar de opinión respecto a lo que sigue.

El caso es que no deja de sorprenderme, una y otra vez, tanto en publicaciones y debates ligeros (en blogs, revistas, webinars, etc) como incluso en autores sesudos, como puede ser el caso de Searle, la seguridad, la suficiencia diría, con que se afirman cosas como que no se puede conseguir la consciencia en los robots o que la inteligencia artificial general es imposible y que la singularidad nunca llegará. O justo lo contrario, la seguridad y suficiencia con que otros afirman, y como dice Kurweil, que la singularidad está cerca, que llegaremos a conseguir la super-inteligencia y también la consciencia de los robots.

Creo que hay que ser más prudentes.

Sencillamente, no lo sabemos. 

Podemos opinar, opinar incluso con ciertos datos, ciertas argumentaciones racionales, ciertos síntomas. Pero saberlo, lo que se dice saberlo, no lo sabemos. Ni nuestro conocimiento del cerebro humano es suficientemente profundo ni nuestro desarrollo de la inteligencia artificial y la robótica suficientemente avanzados.

Así que no sabemos si es posible o no conseguir una consciencia artificial y no sabemos si se puede alcanzar o no la singularidad.

Podemos tener opiniones, podemos tener convencimientos, incluso íntimos convencimientos, con base en conocimientos, en intuiciones o en fe religiosa. Pero por fundadas y razonadas que éstas opiniones y convencimientos puedan ser, sólo son eso, opiniones.

Seamos, pues, prudentes, casi diría modestos, en nuestras afirmaciones. 


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