miércoles, 9 de mayo de 2018

Diez prácticas para unificar Agile, Lean Startup y Design Thinking


Al final de su breve libro 'Lean vs Agile vs Design Thinking' en que el autor describe, precisamente, Agile, Lean Startup y Design Thinking, Jeff Gothelf se hace la pregunta lógica: ¿Y qué proceso es mejor?

Y, como cabe esperar, la respuesta no es ni blanco ni negro porque, aunque con filosofías y motivaciones muy similares, en el fondo cada método pone el foco en cosas algo diferentes. A cambio, el autor hace algo casi mejor: extrae, en una práctica inteligente de eclecticismo, diez prácticas que de alguna forma reúnen lo mejor de uno o varios de los métodos.

Estas son las diez prácticas:

  • Trabaja en ciclos cortos: En este caso, realmente hay unanimidad entre las tres filosofías, por lo que el autor sólo reafirma la bondad de trabajar en ciclos cortos, digamos un sprint de scrum o un ciclo de construir-medir-aprender de Lean Startup.

  • Mantén retrospectivas regulares: En este caso para adoptar esta práctica propia de agile pero que no contradice en nada a Lean Startup ni Design Thinking.

  • Pon al cliente en el centro de todo: de nuevo, una práctica compartida por las tres filosofías aunque quizá con más énfasis en Design Thnking y Lean Startup.

  • Sal y mira: es decir, el famoso 'Get Out Of the Building' de Steve Blank. La idea es que no vas a aprender nada del mercado, tu cliente o tu usuario en un laboratorio o en la oficina, así que: sal y habla directamente con ellos.

  • Equilibra el descubrimiento de producto con la entrega de trabajo, probando sólo las hipótesis de alto riesgo: es una forma, quizá de rebajar un poco el ansia de comprobación de hipótesis, especialmente de Lean Startup, centrándose sólo en las que suponen un mayor riesgo en caso de equivocación.

  • Haz menos investigación, pero más a menudo: de nuevo, es un cierto ejercicio de realismo y sentido común. Se trata de invertir menos tiempo y recursos en las investigaciones con usuario y, a cambio, realizarlas con mayor frecuencia.

  • Trabaja (y entrena) como un único equipo equilibrado: en este caso hay unanimidad, tanto Lean como Agile como Design Thinking son muy de trabajar en equipo.

  • Transparencia radical: casi autoexplicativo, se trata de aplicar transparencia a la hora de la comunicación, de explicar las nuevas prácticas, de medir el éxito...

  • Revisa tu estructura de incentivos (y criterios de gestión del desempeño): quizá, en opinión del autor, la mejor forma de conseguir que los equipos elijan, de entre todas las opciones, las más productivas.

  • Haz del trabajo de descubrimiento de producto un ciudadano de primera clase de tu backlog: las tres filosofías ponen énfasis en el aprendizaje pero no son del todo claras y uniformes a la hora de reflejar el avance en el descubrimiento de producto, así que el autor aboga por visibilizar ese avance, junto con el de la entrega de tareas.

Como se ve, hay un poco de todo: prácticas que son unánimes, prácticas propias sólo de alguna de las filosofías y alguna aportación propia del autor.

Pero, en conjunto, lo que sí hay es mucho sentido común...

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