Aunque en la imagen de cabecera de este post hayamos dispuesto un ring, el cuadrilátero del diablo ('devil's quadrangle') no es en realidad una cancha de boxeo sino el terreno en que se lucha por mejorar un proceso de negocio.
En este cuadrilátero se dibujan las cuatro dimensiones en que se mueven las prestaciones de un proceso de negocio, a saber:
- Tiempo
- Coste
- Calidad
- Flexibilidad
En la tarea de análisis y redefinición de procesos de negocio intentamos, en general, disminuir las dos primeras, es decir, el tiempo y el coste y, en cambio, incrementar la calidad y la flexibilidad. Sin embargo, no siempre será posible mejorar en las cuatro dimensiones y, por ejemplo, una mejora en flexibilidad puede llevar aparejado un mayor coste. La habilidad de los analistas y, sobre todo, las prioridades de negocio, deben proporcionar el equilibrio adecuado.
El papel de este cuadrilátero del diablo es más de tipo conceptual que práctico, pero bueno es disponer de estas sencillas metáforas, como también podría serlo el triángulo de hierro de la dirección de proyectos, para consolidar nuestros conocimientos y guiar nuestra actuación.
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