Es una tentación, y un error, lanzarse a preparar una presentación sin pararse a pensar antes.
No se trata sólo de planificar los contenidos. Es algo previo y más profundo. Se trata de alguna forma de pensar sobre la meta.
Y para ello, Garr Reynolds nos propone en su libro 'The naked presenter' dos sencillas preguntas:
ineffective presentations can be prevented if the presenter just answers two important questions before beginning to prepare: (1) What's my point? and (2) Why does it matter?
Así de sencillo: ¿Cuál es mi objetivo? y ¿Por qué importa?
Fácil de formular...
... ¿y de contestar?
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