No, no es lo que parece por el título.
Pero tras varios artículos comentando ciertos aspectos sobre comunicación y liderazgo inspirados en el libro 'Power cues' de Nick Morgan, llega el momento de atacar una de las tesis fundamentales de la obra.
Nick Morgan afirma, sin ningún género de dudas, que en toda comunicación existe un 'doble lenguaje' o, como él lo llama, una 'doble conversación'. Por un lado el lenguaje o conversación consciente y explicitado en palabras y, por otra el lenguaje no verbal e inconsciente y que se manifiesta en gestos, en el tono de voz y en otros recursos similares.
Así nos lo explica:
Every communication is two conversations. The first conversation is the one you're aware of - spoken content. The second conversation is the one that we're all unconscious experts on - the nonverbal one.
La existencia de esta doble conversación, de este doble lenguaje, es fundamental en las tesis de Nick Morgan puesto que todo el libro se dedica a estudiar cómo dominar diferentes aspectos del lenguaje no verbal, de la segunda conversación nos influyen y de qué forma los podemos dominar, de forma que ésta segunda conversación se encuentre alineada con la conversación consciente y refuerce su efecto.
Y esto es muy importante, no sólo porque el lenguaje no verbal refuerce al verbal sino porque cuando no son coherentes ambas conversaciones, los humanos tendemos a dar más relevancia, o creernos, si se prefiere, lo 'dicho' en el lenguaje no verbal más que lo expresado en el lenguaje verbal.
When the two are aligned,you can pay attention to the words, because the body language supports the content and so you can hear it. But when the two are sending out different messages, you believe the body language every time.
En el fondo, no nos sorprende del todo. A estas alturas creo que somos bastante conscientes de la existencia del lenguaje no verbal y de que es relevante. Lo que quizá cambia en la obra de Morgan es el nivel de importancia que se le concede y, además, y sobre todo, el ofrecimiento de técnicas para dominarlo.
Algo de eso veremos en algún artículo posterior.
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