El empleo de estándares facilita la vida de sus usuarios. Puede complicar desde el punto de vista de la estrategia a los fabricantes pero, desde luego, favorece a los consumidores de esos estándares.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.
Confiar en exceso en los estándares, especialmente cuando en lo que a interoperabilidad de sistemas software se refiere, puede ser una trampa.
En el libro 'Next Generation SOA' y hablando, evidentemente, de SOA, se afirma.
The use of industry standards alone does not guarantee that services will be intrinsically interoperable.
¿Por qué?
Puede haber muchos motivos.
Uno de ellos, por ejemplo, que un fabricante afirme respetar un estándar... y no sea así. O podemos encontrarnos ante fabricantes usando dos versiones del estándar... no compatibles. O el fabricante puede tendernos una trampa y, aunque respete el estándar, también ofrezca 'extensiones' propietarias...que si la usamos nos apartan inmediatamente del estándar y dificultan la interoperabilidad.
Sin embargo, estos motivos comentados arriba son, en realidad, formas de no respetar estrictamente el estándar. Pero, incluso con el respeto más absoluto, la obra anterior nos advierte de los siguiente:
For two software programs to be fully compatible, additonal coventions (such as data models and policies) need to be adhered to.
En mi opinión, el modelo de información de intercambio entre servicios/sistemas es fundamental. En la medida que manejemos un modelo común y que precise lo menos posible de transformaciones de los modelos nativos, más cerca estaremos de una verdadera y sencilla interoperabilidad.
En esa línea, una arquitectura empresarial que incluya modelos de información comunes (como puede ser el caso de SID dentro de Frameworx) es una gran ayuda y un paso firme hacia la interoperabilidad.
En cualquier caso, advertido queda el lector: los estándares son buenos y necesarios en lo que a interoperabilidad se refiere... pero, confianzas, las justas...
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