La lógica técnica e, incluso, la lógica social, curiosamente, no siempre coinciden con la lógica de los mercados.
Como ya hace muchos años nos enseñó Michael Porter, una de las claves de la estrategia competitiva es buscar un posicionamiento diferencial, un valor único que puede ser el liderazgo en costes pero que, con frecuencia, lo que busca es la diferenciación, disponer de una marca, unos productos y unos servicios especiales, únicos, diferentes...
...una diferencia por la que se entiende el cliente está dispuesto a pagar generando márgenes superiores, salud financiera y ventaja frente a los competidores.
Sin embargo, y cuando hablamos de tecnología, es importante la existencia de estándares: protocolos de telecomunicaciones, estándares de intercambio de datos (por ejemplo basados en XML), estándares físicos y lógicos en interfaces...
Es por eso que puedo leer, a propósito de SOA y en el libro 'Using TOGAF to define and govern Service Oriented Architectures' lo siguiente:
It is recommended that implementation use open standards to realize interoperability and location transparency
Tiene toda la lógica del mundo... y más si de SOA es de lo que hablamos...
Los estándares favorecen la interoperabilidad... pero eliminan la diferenciación...
Por eso, no nos sorprendamos si los fabricantes de software, incluso en el mundo SOA, intentan tentarnos con prestaciones especiales y añadidos diferenciales en sus productos, ofreciendo algo diferente, yendo 'más allá del estándar'...
Una propuesta tentadora...pero peligrosa.
Cuando se produce la diferenciación de los productos, de la oferta, el poder de negociación bascula del comprador al vendedor, de los departamentos de tecnología a los fabricantes.
¿Seguro que es eso lo que queremos?
Vale la pena pensarlo...
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