viernes, 29 de julio de 2011

Cómo generar una crisis económica

En su libro 'Reset & Reload', Javier Rovira, tras analizar varios momentos históricos gloriosos que fueron seguidos de una profunda crisis económica, concluye una receta sencilla para explicar cómo se gestaron esas crisis económicas y obtiene una conclusión, un consejo básico, elemental...pero muchas veces ignorado:

"Cualquier exceso de oferta con relación a la demanda posible es un camino que siempre ha terminado en una crisis económica."

Javier Rovira llega a esta conclusión tras analizar cómo, posteriormente a la Revolución Industrial, se generó una altísima oferta de productos para un mercado real cada vez más reducido debido a los bajísimos salarios de los trabajadores y el creciente desempleo, y cómo ello generó la emigración masiva desde Europa a América entre los años 1845 y 1915.

O cómo, el fenómeno se repitió en los felices 20 en que de nuevo, y espoleado por el capitalismo financiero y el hambre de beneficios de las empresas, se generó una altísima oferta para una población que otra vez, tenía una baja capacidad adquisitiva debido a los bajos salarios y cómo todo ello desembocó en la Gran Depresión.

O cómo, el espectacular crecimiento económico que se produce una vez superados los efectos de la Segunda Guerra Mundial, un crecimiento basado en el supuesto implícito de la disponibilidad de energía inagotable y barata se viene abajo con la crisis de 1973. Cómo, a pesar de ello, mejorando la productividad y empleando a menos trabajadores se consigue el crecimiento del PIB y que esto se estimula con medidas financieras (bajos tipos de interés) aumentando la oferta y el consumo hasta que el miedo a la inflación hace subir los tipos de interés, el consumo se derrumba...y todo se viene abajo.

Pasando de la macroeconomía, a lo que una empresa debe tener en cuenta, Javier Rovira concluye lo siguiente:

"Por obvio que parezca... parece que no terminamos de interiorirzar que el crecimiento ilimitado no existe ni en la economía global ni para nuestros productos o servicios. Así, deberíamos asumir que nuestra propuesta para el mercado tiene atractivo para un cierto tipo de consumidor y por lo tanto un nivel de consumo. Invertir en estructura y apalancarse  financieramente para aumentar nuestra capacidad productiva con la ilusión de que muchos quedarán embelesados  con nuestro producto o servicio es mucho soñar."

En resumen, un toque de prudencia. En lo que él denomina los momentos gloriosos, aquellos en que nuestro negocio o la economía crecen, no nos confiemos pensando que dicho crecimiento es ilimitado. No invirtamos, no nos apalanquemos en exceso o generemos infraestructuras productivas sobredimensionadas para una demanda que puede resultar inexistente. 

Seamos, pues, realistas en la estimación de nuestra demanda potencial o, parafraseando al propio Javier Rovira:

"Analicemos la demanda potencial REAL de nuestro negocio (no la deseada) y contrastémosla con nuestra capacidad instalada."

miércoles, 27 de julio de 2011

Valor para el cliente versus valor para el accionista

¿Cuál es el objetivo de una empresa? ¿El beneficio? ¿El retorno de la inversión? ¿El valor para los accionistas? ¿La satisfacción del cliente? ¿De los empleados?

Sin duda, todos ellos forman parte, en general, de los objetivos de una empresa. Dos de ellos, quizá, captan la mayor parte de los discursos institucionales, a saber: la satisfacción de los clientes y, muy en especial, la creación de valor para los accionistas.

Lo cierto es que, en realidad, todos ellos están relacionados y, en concreto, estos dos últimos: clientes y accionistas. Pero ¿cuál es, cuál debe ser, el objetivo último o, al menos, el foco fundamental de una empresa?

Javier Rovira, en su libro 'Reset & Reload' apuesta, sin ambages, por la creación de valor para el cliente, una creación de valor que luego podremos medir como el Return on Customer, el Lifetime Value o cualquier otra medida... pero los clientes, siempre los clientes. Olvidémonos de los accionistas. Esa es su propuesta.

Hay muchas frases remarcables en el libro de Rovira para ilustrar sus tesis, pero me quedaré sólo con dos muy compactas y claras:

"Son los clientes y consumidores los que tienen que generar y generan, valor para el accionista... Si ellos no reciben valor, el accionista tampoco"

"El valor generado al accionista es proporcional al valor generado al cliente / consumidor"

El profesor Rovira apuesta decididamente por satisfacer necesidades de clientes, crear valor para ellos, un valor superior al de la competencia, algo que nos haga sobresalir y por lo que el cliente/consumidor esté dispuesto a pagar. Con esa idea, critica también, aunque no profundizaré en ello, el ROI (Return On Investment) como indicador fundamental de la gestión.

No es, como se puede observar, que realmente Javier Rovira no considere el valor para el accionista como algo importante, sino que entiende que el foco debe ponerse en el cliente, que el valor para el accionista, de alguna forma, se nos dará por añadidura.

Puedo tener alguna reserva de tipo más bien teórico o filosófico sobre estas afirmaciones de Javier Rovira. Sin embargo, si lo pienso desde un punto de vista práctico, si pienso dónde debe estar realmente el foco, la preocupación de todos los directivos, mandos y empleados de una empresa, no me cabe ninguna duda: el cliente, siempre el cliente...tal y como nos dice Javier Rovira.

lunes, 25 de julio de 2011

Los vientos del cambio

'Los vientos del cambio' era el título de una colección de relatos de Isaac Asimov que leí en mi juventud. Creo que era, también, el título de un relato específico de la colección. Es un título que siempre me ha gustado y que viene a mi mente cuando se habla de grandes cambios o de síntomas del cambio.

En su libro 'Reset & Reload', Javier Rovira, profesor del ESIC y autor de 'Consumering', afirma, de forma contundente, que 'No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época'.

¿Cuales son los síntomas, cuáles las señales de ese cambio de época? ¿Qué vientos nos traen ese cambio?

El profesor Rovira identifica seis factores que caracterizan este cambio de época e, incluso, en opinión del profesor del ESIC, este cambio de era:

  • No-espacio, no-tiempo: habilitados por las nuevas tecnologías TIC, se pueden hacer varias cosas al mismo tiempo, se puede conversar e interactuar con el otro extremo del mundo... El tiempo y el espacio han perdido gran parte de su sentido y, sobre todo, de su capacidad limitativa.
  • Democratización de los medios: El acceso de grandes masas de población a Internet, al móvil, a la información, hacen que dicha información se encuentre en cantidad y rapidez mucho más accesible a amplias capas de la población de lo que nunca antes lo ha estado en la historia.
  • Nuevo autoritas: que se desplaza de padres, maestros, intelectuales y otras figuras tradicionales de autoridad, hacia Internet y los medios sociales, hacia el conocimiento generado y compartido por, de nuevo, amplias capas de población.
  • Globalización de culturas y valores: es decir, la vertiente sociológica de la globalización. Según estudios que cita el autor, cada vez existen más valores comunes, compartidos, entre los diferentes pueblos y civilizaciones.
  • Avance de la democracia: aunque a veces pueda parecer lo contrario, y aunque quede mucho por hacer, el avance de la democracia en los últimos treinta o cuarenta años en el mundo ha sido espectacular, pasando, según estudios aportados por el autor, de unos 30 países democráticos en el mundo en los años sesenta a unos 95 en la actualidad (con base en el índice Politi IV).
  • Índice de riqueza: a pesar de que parecen acentuarse las diferencias entre países ricos y países pobres, y a pesar de que también se acentúa la diferencia entre individuos ricos y pobres de un mismo país, tambien es cierto que cada vez hay más personas con un alto poder adquisitivo y que el PIB per cápita ha sufrido en los últimos años un fuerte incremento.
No nos confiemos. Si uno examina los seis factores, parecen en general estar teñidos de unas connotaciones altamente positivas: crecimiento de la riqueza, valores comunes, avance de la democracia...

Sin embargo, el propio profesor Rovira nos advierte también de los peligros, muy en especial para la sociedad española, que este cambio de época trae si no nos sabemos adaptar... y urgentemente.

Seis factores, seis características, seis aspectos que constituyen, para el Javier Rovira, los vientos del cambio.

viernes, 22 de julio de 2011

La metodología GTD de David Allen

'Organízate con eficacia' es el libro que recoge la afamada metodología GTD ('Getting Things Done') para la gestión del tiempo y la productividad personal de David Allen.

El libro está conformado por trece capítulos, agrupados en tres partes.

La primera parte, 'El arte de organizarse con eficacia', plantea primero la problemática de la sobrecarga de 'cosas por hacer', el estrés que produce el mantener todo ello en la mente y cómo es fundamental el recoger todas 'las cosas' en un punto, para poder tomar decisiones conscientes sobre ellas y para liberar la mente de ese constante recuerdo, martilleo e inquietud que supone el tener que recordar todo lo pendiente de hacer. El segundo capítulo 'Controle su propia vida: cinco pasos para administrar el flujo de trabajo' resulta fundamental pues en él, de forma resumida, expone toda la metodología GTD.

La segunda parte 'Practicar la productividad sin estrés' desarrolla cada uno de los aspectos fundamentales de la metodología. Así, en cada uno de los siete capítulos que la conforman desarrolla los siguientes siete temas:
  • La puesta en marcha de la metodología
  • La recopilación de 'cosas' pendientes
  • El procesamiento del 'cesto' de 'cosas' pendientes
  • Los recipientes de información que se deben crear
  • La revisión
  • La elección de opciones
  • El control de proyectos
La tercera parte, compuesta por tres capítulos, analiza las positivas consecuencias o poderes que la aplicación de esta metodología conlleva, y que el autor resumen en tres, que dan nombre a los respectivos capítulos:
  • El poder del hábito de recopilar
  • El poder de la decisión sobre la acción siguiente
  • El poder de centrarse en los resultados
Al tratarse, en el fondo, de la descripción de una metodología, no pude ser nunca un libro de lectura apasionante pero tampoco debe pensarse en un libro árido. Se trata de una obra de una más que correcta factura y que se lee como lo que es: la descripción de una herramienta metodológica de productividad personal.

Lo que sí resulta más que interesante, y que justifica la fama del libro, es la metodología en sí misma y que, aunque en algún momento me ha parecido ligeramente compleja para su aplicación práctica sí me parece muy acertada y que merece, no sólo su estudio. sino también su aplicación.

David Allen

(Fuente: solapa del libro) David Allen es presidente de David Allen & Co. y cuenta con una experiencia de más de veinte años como consultor y formador de ejecutivos. Es considerado uno de los expertos en productividad más influyentes del mundo y ha trabajado para multitud de organizaciones y empresas entre las que se encuentran Oracle, L. L. Bean, QVC y el Banco Mundial. En la actualidad vive en Ojai, California.

Es el desarrollador de la metodología GTD (Getting Things Done) que se recoge precisamente en este libro.

Puedes saber más acerca de David Allen y la metodología GTD en la página de su compañía. También puedes seguirle en Twitter bajo el username de @gtdguy.

Ficha técnica:
TITULO: Organízate con eficacia. Máxima productividad personal sin estrés.
EDITORIAL: Empresa activa
AÑO: 2002
ISBN: 978-84-96627-8-6
PAGINAS: 361

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jueves, 21 de julio de 2011

#macrotweet: Visión y tarea

Una visión sin una tarea es solo un sueño. Una tarea sin una visión es un trabajo fatigoso. Pero cuando la visión y la tarea van de la mano son la esperanza del mundo.

Inscripción en una iglesia de Sussex (Inglaterra) de 1730
Citada por David Allen en 'Organízate con eficacia'

miércoles, 20 de julio de 2011

El poder de la acción siguiente

Dos son, en mi opinión, las grandes aportaciones de la metodología GTD de David Allen, para la productividad personal.

La primera es la sistematización de la recopilación y procesamiento de todas aquellas 'cosas' que tenemos pendientes. Quizá esta sea la parte nuclear y más conocida de la metodología.

La segunda, quizá menos exclusiva de GTD, quizá menos atribuida a la misma y más compartida con otras metodologías y técnicas y de productividad, iniciativa y transformación, es la que constituye el objetivo de este artículo: el foco en la acción siguiente.

El enfocarnos siempre en determinar un siguiente paso concreto, algo específico que hacer  a continuación, es lo que convierte el mero pensamento o debate en acción, lo que separa la ilusión o la preocupación de la consecución de resultados.

Cuando finalicemos una reunión, preguntémonos, por supuesto, qué conclusiones hemos obtenido o qué hemos acordado pero también, mucho más importante, qué es lo que vamos a hacer, concretamente, respecto al tema tratado para hacerlo avanzar. Cuando tengamos un problema, determinemos el inmediato curso de acción para su resolución, cuando un proyecto, el siguiente paso para que avance, cuando un sueño, qué es lo primero que vamos a hacer para que se convierta en realidad...

Si el proyecto es complejo o el sueño ambicioso, no nos empeñemos en hacer una completa planificación, pero sí determinemos qué vamos a hacer a continuación. Empecemos, demos un paso, el primero... y luego el siguiente...

El mero pensamiento y debate, el recrearnos en el problema, proyecto o anhelo, si no pasa de ahí, puede conducir al ensueño, al bloqueo, a la inacción e incluso a la ansiedad y el estrés. La acción siguiente rompe ese bloqueo, genera acción, avance, resultados...y nos reconcilia con nosotros mismos a la par que genera confianza en la obtención del resultado deseado.

¿Te parece relevante esta técnica? 

¿Si? 

Pues... ¿qué es lo primero que vas a hacer para comenzar a aplicarla?

martes, 19 de julio de 2011

#macrotweet: el exceso de compromisos

Parece que está en la naturaleza de muchos de nosotros comprometernos a hacer más cosas de las que en realidad podemos asumir. Nos citamos para reuniones y más reuniones a todas horas, asistimos a actos intempestivos que generan ideas y obligaciones que debemos asimilar, y nos enredamos en proyectos que tienen la capacidad de propulsar nuestra inteligencia creativo hasta niveles cósmicos.
David Allen
'Organízate con eficacia'

lunes, 18 de julio de 2011

Los tres tipos de actividad laboral. Equilibrios y desequilibrios.

Según afirma David Allen, en su libro 'Organízate con eficacia', existen tres tipos básicos de actividades que realizamos durante la jornada laboral, a saber:
  • Realizar un trabajo predefinido
  • Realizar el trabajo a medida que éste surge
  • Definir el trabajo
Sin entrar a comentar en detalle lo que Allen afirma respecto de cada una, y las implicaciones de cara a la metodología GTD, no me resisto, sin embargo, a hacer algunos comentarios basados más en la experiencia y observación personales que en lo que en el libro se comenta, aunque creo que mis reflexiones se encuentras bastante alineadas con la doctrina de David Allen.

El primero es la preponderancia que, por desgracia, parece tener la segunda de las actividades, el realizar el trabajo a medida que surge en nuestra actividad diaria. Parece que el mundo actual, tan dominado por la prisa y el estrés, acompañados o generados por el constante cambio y una cierta impredecibilidad de los acontecimientos, y complementado por las abrumadoras posibilidades multicanal de ser abordados por jefes, clientes o colaboradores de forma presencial, a través deteléfonos fijos y sobre todo móviles, correos electrónicos, SMS e incluso medios sociales en Internet, hace que nos rindamos, que reduzcamos nuestro trabajo a un mero procesamiento de los eventos que entran, como si de un sistema de producción por lotes, basado en pedidos y colas, se tratase.

¿No nos damos cuenta de lo importante que es, de cara a ganar productividad, la primera de las actividades, a saber, planificar el trabajo, contemplar en perspectiva todo lo que tenemos que hacer y elegir de forma consciente y racional qué es lo siguiente a abordar? ¿No vemos lo importante que es el que dominemos nuestro tiempo y nuestros compromisos en lugar de reaccionar al último evento en forma de llamada, correo electrónico o SMS? La respuesta inmediata puede generar en nosotros y nuestros interlocutores una falsa sensación de capacidad de respuesta, disponibilidad y eficacia...pero, al menos en lo que a eficacia se refiere, creo que estamos justo en el extremo opuesto.

Más importante aún es, en mi opinión, saber reservar tiempo para la tercera actividad, definir el trabajo. En ella, bajo mi punto de vista y aunque creo que Allen no es tan claro al respecto, es donde se sitúa la estrategia, la creatividad y la innovación, la reflexión más profunda y creativa, la exploración de nuevas posibilidades, la definición de nuestros objetivos vitales y laborales, nuestros métodos y formas de abordar los problemas, nuestras relaciones...

Puede que la dedicación en tiempo no siga esta mismo orden pero, al menos en cuanto a necesidad y calidad del tiempo invertido, diría que el orden de importancia de las tres actividades identificadas por Allen debería ser el siguiente:
  • Definir el trabajo
  • Realizar un trabajo predefinido
  • Realizar el trabajo a medida que éste surge
...es decir, probablemente, justo lo contrario de lo que hacemos en el día a día...

viernes, 15 de julio de 2011

Nuestro índice de cobertura personal

En teoría financiera y sobre todo operativa y de gestión de stocks se habla de índice cobertura que, aproximadamente vendría a significar el tiempo para el que tenemos existencias en nuestro stock para, sin una nueva entrada de dichas existencias, poder seguir satisfaciendo el consumo medio sin generar una ruptura de stock.

El índice de cobertura tiene una doble lectura: por un lado nos proporciona seguridad (disponemos de existencias suficientes para 'sobrevivir') pero, por otro, tiene connotaciones negativas puesto que el disponer de stocks genera costes e ineficiencias.

David Allen, en su libro 'Organízate con eficacia', nos proporciona unos datos que me han hecho pensar en este ratio pero aplicado a nostros mismos y nuestras reservas, entendidas como cosas por hacer y un consumo entendido como tiempo.

Refiriéndose a "la lista acumulada de todas las acciones que ha de llevar a cabo: todas las llamadas telefónicas que ha de hacer, los correos electrónicos a los que ha de responder los recados que debe hacer y los asuntos que quiere comunicarle a su jefe y a su pareja" nos proporciona el siguiente dato:

"Si se detuviera el mundo ahora mismo y no recibiera ningún otro dato del exterior ni de usted mismo, probablemente le harían falta entre trescientas y quinientas horas para despachar todos esos asuntos"

De alguna forma, nuestro índice de cobertura personal es, precisamente, esas trescientas a quinientas horas: tenemos trabajo seguido, sin ninguna nueva entrada, para unas trescientas a quinientas horas.

En el lado positivo podemos pensar que estamos vivos, que tenemos trabajo, objetivos y anhelos vitales. Pero, por otro... ¡Quinientas horas! ¡Casi 21 días sin comer ni dormir! ¡Más de 62 jornadas laborales!... sólo para despachar todo lo que YA tenemos pendiente.

¡Díos mío! No me extraña que andemos estresados...

jueves, 14 de julio de 2011

#macrotweet: El coste de la inactividad

Cualquier programa o acción conlleva riesgos y costes, pero son mucho menores que los enormes riesgos y costes que provoca la cómoda inactividad
John F. Kennedy
Citado por David Allen en 'Organízate con eficacia'

miércoles, 13 de julio de 2011

Cinco pasos hacia el control del tiempo y la propia vida

En el artículo anterior, titulado 'Metodología como antídoto para la sobrecarga y el estrés' comentábamos cómo uno de los motivos del estrés que tiende a dominarnos, es el asumir un exceso de compromisos y, sobre todo, no tener suficientemente controlado qué es lo que tenemos pendiente en cada momento. Y decíamos que la respuesta de David Allen a esa problemática era la metodología, en concreto, la metodología GTD (Getting Things Done).

No vamos a describir ahora la metodología GTD, pero sí quisiera resaltar los cinco principios básicos, los cinco pasos para el control, que Allen nos sugiere y que sirven de pilares para la metodología.

Esos pasos son:
  • Recopilar: recoger todo aquello que nos llama la atención
  • Procesar: tratar las cosas recogidas y decidir qué tenemos que hacer con ellas
  • Organizar los resultados
  • Evaluar las opciones disponible y elegir el curso de acción
  • Actuar

A estos cinco pasos los agrupa David Allen como la "gestión horizontal". La gestión vertical, complementaria de esta, consiste, simplemente, en tratar 'cosas' a diferentes niveles de detalle, desde el día a día hasta nuestros planteamientos vitales.

Parece sencillo, ¿verdad?

Pues, en el fondo, GTD no es más que aplicar estos pasos de forma ordenada y rigurosa.

Si la recompensa es el control de la propia vida, el equilibrio y la productividad, parece que vale la pena intentarlo ¿no?

lunes, 11 de julio de 2011

Metodología como antídoto para la sobrecarga y el estrés

Recientemente he finalizado la lectura de 'Organízate con eficacia', la ya clásica obra de David Allen donde explica su metodología GTD (Getting Things Done) para la productividad personal.

Tiempo habrá en breve para comentar diversos aspectos del libro y de la metodología pero, para este primer artículo sobre el particular, me quedo con la explicación que el autor proporciona para el estrés y la ansiedad en la que solemos vivir inmersos.

Para Allen, el problema radica, básicamente, en que adquirimos muchos compromisos con nosotros mismos y con los demás, tanto en nuestra vida laboral como personal. La obligación que sentimos por esos compromisos adquiridos pero, sobre todo, la incapacidad para saber exactamente todo de lo que tenemos que hacer en un momento dado, cuál es el conjunto real de compromisos asumidos, es lo que nos provoca ansiedad y estrés y lo que nos priva, también, de tomar las mejores decisiones en cada momento.

Así lo expresa en las primeras páginas del libro:

"Ahora son pocas las cosas que parecen claras durante mucho tiempo, y lo mismo ocurre con nuestro trabajo y con la aportación que debemos realizar para hacerlo bien. Permitimos que entren grandes cantidades de información y comunicación del resto del mundo y generamos un volumen de ideas y acuerdos con nosotros mismos y otras personas de nuestro propio mundo. Sin embargo, no estamos equipados adecuadamente para afrontar esa enorme cantidad de obligaciones internas y externas."

La respuesta de Allen ante esa sobrecarga, ante esa miríada de compromisos, no será ni la negación, ni el filtrado ni el sobreeesfuerzo, sino metodología, simple metodología. Una metodología que nos permitirá, ante todo y sobre todo, conocer en todo momento cuáles son los compromisos externos e internos adquiridos así como una forma ordenada de gestionarlos y renegociarlos.

De forma muy simplificada, en eso consiste GTD, en metodología.

En al próximo artículo, alguna pincelada sobre esa metodología.

viernes, 8 de julio de 2011

La visión del futuro de Nick Bilton

En 'Vivo en el futuro...y esto es lo que veo', Nick Bilton nos ofrece su particular visión de lo que el próximo futuro trae consigo, muy especialmente en lo relativo a Internet y las redes sociales y su influencia en los medios de comunicación.

El libro se compone de 8 capítulos que tratan diversas temáticas.

Así, por ejemplo, en 'Conejitas, mercados y la conclusión' intenta entender, utilizando para ello como inspiración la industria de la pornografía, a la que atribuye una gran capacidad de innovación, creatividad, adaptación y supervivencia, cómo pueden los medios tradicionales adaptarse al nuevo mundo digital e Internet.

En 'Monjes, amanuenses y cómics' hace un repaso por algunas 'tecnologías' como la imprenta o la televisión que revolucionaron en su momento el panorama de medios y que llevaron a algunos pesimistas y tecnófobos a augurar graves desastres para la humanidad.

En 'Tu mapa cognitivo' se introduce en el concepto de las comunidades de anclaje, un medio tecno-social que nos permite orientarnos entre un mar de información, y en 'Sugerencias y enjambres' analiza fenómenos de dinámicas de grupos y liderazgo asociadas a esas comunidades.

En 'Cuando los cirujanos juegan con videojuegos' defiende la inocuidad e incluso beneficio que los nuevos medios sociales tran para nuestras tareas cognitivas en clara contraposición a las tesis de Nicholas Carr en su afamado libro 'Superficiales'.

En 'Atención: zona peligrosa' sigue en una línea parecida explorando el fenómeno y las consecuencias de la multitarea.

Antes, en 'Yo en el medio', ha buceado en el cambio de punto de vista que, no sólo desde una perspectiva tecnológica y de localización, sino fundamentalmente desde un enfoque sociológico y humanista, suponen las tecnologías sociales, que devuelven al ser humano al centro del universo.

Finalmente, en el último capítulo, 'Cómo será el futuro', Nick Bilton nos da ocho pinceladas sobre cómo es ese futuro que avista.

Aunque no he descubierto en este libro ningún concepto realmente nuevo, sí se trata de una lectura amena y con ideas interesantes, algunas sugerentes, y habiéndome resultado lo más llamativo, quizá, el enfrentamiento de Bilton con las tesis de Carr. El tono es directo, ligero, a veces provocativo, en general divertido de leer.

Nick Bilton
(Fuente: solapa del libro) Nick Bilton es periodista del New York Times y autor de Bits, unos de los blogs de referencia a nivel mundial en el ámbito tecnológico.

Además, es responsable del laboratorio que tiene el mismo periódico dedicado a la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Junto al resto del equipo, dedica sus esfuerzos a prever los derroteros por los que evolucionará la tecnología y el uso que de ella hará el consumidor.

Asimismo, ejerce de profesor en la Universidad de Nueva York e imparte conferencias y seminarios por todo el mundo.

Ficha técnica:
TITULO: Vivo en el futuro...y esto es lo que veo. Cómo, dónde y para qué utilizaremos Internet en los próximos años.
EDITORIAL: Gestión 2000
AÑO: 2011
ISBN: 978-84-9875-128-4
PAGINAS: 245

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jueves, 7 de julio de 2011

#macrotweet: El derecho a renegociar compromisos

Las organizaciones deben crear una cultura que acepte que todo el mundo tenga más trabajo del que puede hacer, y en la que sea recomendable renegociar los compromisos relacionados con lo que la gente no hace.
David Allen
'Organízate con eficacia'

miércoles, 6 de julio de 2011

¿Son los eBooks una oportunidad para la industria editorial?

¿Son los libros digitales, los eBooks, una amenaza o una oportunidad para el mercado editorial?

Hoy día parece indudable la tendencia ascendente de los eBooks y eReaders (independientes o integrados en Tablets) y también parece evidente que la industria editorial, como todos los mercados que tratan con contenidos digitalizables (música, películas, etc), está sujeto a desafío y en proceso de profunda revisión, más que de su viabilidad propiamente dicha, de su modelo de negocio.

Sin embargo, ¿cómo afectan los eBooks al mercado en su conjunto, al global de libros publicados, vendidos y leídos?

En una primera impresión, podríamos pensar que la influencia es nula: podrá modificarse el soporte de esos libros, su precio, su modelo de negocio... pero quizá no la demanda total de lectura.


Si adoptamos una postura pesimista, podemos pensar que los eBooks, por efecto de la piratería, por la presunta bajada de calidad al no ser completamente controlados por la industria, etc podrían afectar negativamente. De forma colateral, la competencia que significa Internet para el uso del tiempo libre y en concreto la lectura o, incluso, la forma en que el mundo digital en general e Internet en particular afectan, según autores como Nicholas Carr, a nuestros cerebros y al tipo de contenidos que consumimos y la forma en que los consumimos (contenidos cortos consumidos rápidamente con un bajo nivel de atención, superficialmente), puede desfavorecer la lectura profunda y, por tanto, la lectura de libros.

Sin embargo, Nick Bilton, en su libro 'Vivo en el futuro...y esto es lo que veo' nos da un argumento optimista. Bilton opina que la facilidad que los sistemas de libros digitales (ej. Amazon con su Kindle) ofrecen para su descarga en cualquier lugar y en el momento en que al lector le apetezca, la comodidad, o adaptando el término anglosajón, la 'conveniencia', podrían llevar a una mayor compra de libros, propiciado por sus formatos digitales y por esa comodidad que estimula la compra por impulso.

¿Dónde está la verdad? Necesitaría más datos y perspectiva, pero yo no sería especialmente pesimista. No creo que el formato eBook vaya en contra de la industria editorial, al menos entendida como la cantidad de libros publicados, adquiridos y leídos. Más peligroso, en todo caso, considero el posible cambio de cultura, de costumbres de ocio y de orientación cognitiva. Aún así, no me asustaría demasiado. Lo que tenga que pasar pasará, porque nosotros, el público, los más lectores especialmente, haremos la elección que más valor nos aporte y eso conformará la industria.

lunes, 4 de julio de 2011

En el medio del mapa: algo más que geolocalización en el mundo 2.0

Uno de los efectos de la globalización y de la expansión de Internet, la Web 2.0 y los medios sociales es, paradójicamente, la importancia que cobra el individuo. En una suerte de humanismo tecnológico o, más bien, basado en la tecnología, las personas pueden opinar, pueden elegir, pueden aportar contenidos, se pueden conectar y colaborar entre sí para lograr sus objetivos sin intermediación de empresas e instituciones.

Nick Bilton, en su libro 'Vivo en el futuro...y esto es lo que veo', hace un pequeño alto en el camino para reflexionar, citando a Kevin Slavin, creador de juegos y servicios basados en geolocalización, sobre la forma en que la tecnología móvil y de geolocalización altera 'nuestra posición en los mapas'. Ahora el mapa no es algo estático a lo largo del cual nos movemos cuando nos desplazamos en el mundo real. No. En el mundo digital y móvil, el mapa se construye en torno al individuo: nos muestra las calles que están a nuestro alrededor, nos muestra los establecimientos que nos pueden interesar, nos puede hacer ofertas adaptadas a nuestra posición. No estamos en un esquina del mapa, estamos en el mismo centro del mismo. El mapa gira alrededor del individuo.

Como diche el autor "Ahora es el mundo digital el que os sigue, y no al reves"

Pero eso es poco más que un una aplicación concreta, un síntoma, una curiosidad.

El propio Nick Bilton, en seguida vuelve sus ojos hacia lo verdaderamente esencial del mundo 2.0: hace notar que en este nuevo mundo el individuo está en el centro no sólo físicamente.

El individuo puede ahora buscar su propia información y puede crearla, puede elegir con total facilidad entre las empresas de las que desea productos y servicios, puede incluso crear de forma individual o en redes, sus propios productos y servicios, puede generar sus contenidos, puede influir en la opinión de su red social, puede liderar un grupo o una tribu, como nos dice Seth Godin, y mediante mecanismos virales alcanzar mucho más allá de su círculo físico cercano.

Contrariamente a lo que la palabra globalización sugiere, este globalización tecnológica que suponen Internet y los medios sociales, no sólo no despersonaliza nuestra existencia sino que, por el contrario, devuelve protagonismo al individuo, lo coloca en el centro del mapa...y no sólo como una localización.

viernes, 1 de julio de 2011

La sociedad de la información medida en zettabytes

Este breve artículo es, en realidad, una simple curiosidad, en realidad dos curiosidades obtenidas, como sucede en el caso de los últimos artículos, a partir de la lectura de 'Vivo en el futuro...y esto es lo que veo' de Nick Bilton.

La primera curiosidad es saber qué es un zettabyte. Pues bien, un zettabyte es una medida de información equivalente a 1021 bytes, o 221 bytes. Es decir, más o menos, un billón de Gigabytes. La verdad es que ya son exponentes que un poco se nos escapan de nuestra comprensión... pero parece bastante ¿verdad?

Y la segunda curiosidad, ahora que ya sabemos lo que es un zettabyte es que, según un estudio que se menciona en la citada fuente y realizado por científicos de la Universidad de California en San Diego, los hogares norteamericanos consumieron en 2008 nada más y nada menos que 3,6 zettabytes de información.

A la vista de estas cifras, quizá podamos dudar acerca de si existe realmente una inteligencia colectiva o de si hemos alcanzado una verdadera sociedad del conocimiento, pero lo que parece difícil de negar es que vivimos inmersos en una sociedad de la información.