El poder, especialmente el poder formal o el poder despótico, asusta y causa rechazo.
Pero las cosas no son tan simples. El poder es atractivo y no me refiero al propio poder, sino al ejercido por terceros.
Ejerce fascinación y, también, una cierta sensación de protección. De ahí el interés en los 'lideres fuertes', en aquellos que nos generan confianza, que nos resultan creíbles, que nos ofrecen seguridad.
Eso es, al menos, el mensaje que late en esta frase de Tina Nunno en su libro 'The wolf in CIOs clothing':
While no one appreciates having power used against them, it is equally true that no one enjoys working for a leader they perceive as weak or ineffectual.
Es algo paradójico, pero muy humano: rechazamos el poder y al tiempo lo deseamos, aunque no nos gusta que ejerzan el poder sobre nosotros, esperamos que el líder nos genere confianza y seguridad y eso implica que percibamos su poder...
Quizá un doble rasero...pero absolutamente real...
No hay comentarios:
Publicar un comentario