Hace unas fechas, leía, en el libro de Richard Sennett titulado "La corrosión del carácter", lo siguiente:
"En todas las formas de trabajo, desde la escultura a servir comidas, la gente se identifica con las tareas que son un reto para ellos, tareas que son difíciles".
No sé si todos las personas, si todos los trabajadores, responden a este estímulo, pero sí estoy seguro de que muchos lo hacen...probablemente los más valiosos.
Quizá, para completar la receta, lo único que haga falta es una pizquita de impulso, de reconocimiento y ánimo, para que el efecto Pigmalión haga el resto.
miércoles, 13 de enero de 2010
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