Cuando se ama el fenómeno de Internet, cuando se disfruta utilizándolo, cuando se tienen puestas esperanzas en su contribución al desarrollo económico y social, resulta duro reconocer que también existe su reverso tenebroso, su particular lado oscuro.
Evgeny Morozov, en su famoso libro 'The net delusion', se dedica a desmontar buena parte de los optimismos que al respecto del potencial liberador político de Internet circulan por los medios, por los discursos y, especialmente, por la propia Red.
Ya vimos en el artículo anterior, 'Internet, panem et circenses' cómo algunos estados totalitarios pueden utilizar Internet y los medios sociales como elemento distractor, como una suerte de opio que abstraiga a la población civil de eventuales problemáticas de libertad o bienestar.
Poco más adelante nos brinda otro jarro de agua fría, arguyendo que Internet es un medio excelente para que los regímenes totalitarios hagan su propia propaganda, para utilizar el alcance y la viralidad del medio para propagar sus propios mensajes.
Así nos dice:
The decentralized nature of the Internet may have made comprehensive censorship much harder, but it may also have made propaganda more effective.
Cierto, como se explicita en el párrafo, que también hace más difícil una censura absoluta...pero con un coste doloroso en forma de propaganda.
La lectura de este interesante libro aún nos deparará, seguro, algún otro jarro de agua fría. De momento llevamos dos...pero prometo retornar a una visión más optimista en algunos días :-)
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