lunes, 6 de mayo de 2024

Aprendizaje directivo de tecnología para la transformación digital

Quizá sería bueno reconsiderar el papel de la tecnología y el aprendizaje directivo sobre la misma, con respecto a la transformación digital.

Me explico. 


Tecnología y transformación digital


Siempre he defendido, y muchas veces me he sentido bastante sólo, muy solo realmente, en esa defensa, la importancia de la propia tecnología digital en la transformación digital.

Frente a discursos que la intentan arrinconar y minimizar, frente a discursos que dicen que la transformación digital no va de tecnología (literalmente dicho por muchos autores que se suponen expertos), sino que va de personas, o que va de estrategia, o que va de centrarse en el cliente u otra serie de cosas por el estilo, siempre he afirmado y sigo afirmando, la importancia de la tecnología digital tanto como disparador de la necesidad de transformación como actuando de materia prima para implementar muchas de las soluciones que formarán parte de esa transformación digital.  

Así lo explico en mi primer libro, 'La carrera digital', cuyo tema principal es la transformación digital y en el cual dedico a la tecnología, aproximadamente un tercio del índice y la mitad de las páginas.

Que nadie 'tome el rábano por las hojas'. Por supuesto que reconozco, afirmo y abogo por la estrategia como marco en el que se debe situar la transformación digital. Por supuesto que reconozco, afirmo y abogo por la importancia de las personas, del liderazgo y de la gestión del cambio para una transformación exitosa. Y, de hecho, también dedico amplio espacio a ambos temas en 'La carrera digital'.

Lo que me parece gravemente erróneo es ignorar que el 'hecho diferencial' de la transformación digital (y diferencial no quiere decir que sea exclusivo, sino que es diferencial) es la tecnología digital, y que parte nuclear de la transformación digital es la implantación de soluciones digitales. 


Directivos y tecnología


Ese mensaje, erróneo de que la transformación digital no va de tecnología, creo que ha calado con frecuencia en las capas directivas que, más cómodas en su papel de gestionar la estrategia o la gestión del cambio se pueden haber visto 'absueltas' de tener que entender de tecnología y de formarse en ella.

Así lo reflejé hace ya tiempo en un post bastante crítico que publiqué en este mismo blog y que titulaba 'La transformación digital y la pereza de los directivos'.


Puede que algo esté cambiando


Y, 'mira tú por dónde', ahora que ya me había resignado a seguir escuchando ese discurso de que la tecnología no importa, parece que algo está girando, que el peso de la realidad y la sensatez se está imponiendo. O eso, parece. Y eso espero.

Cuando digo que me había resignado a escuchar el discurso de que la tecnología no importa, no quiere decir que en mi discurso personal y, sobre todo en lo que enseño a mis alumnos de diferentes programas, no les insista en el papel de la tecnología y en que, incluso para ejercer la función directiva en el mundo de hoy, necesitan entender en qué consisten realmente las tecnologías, más allá de discursos inflados, y que deben entender qué les puede aportar a sus empresas y las oportunidades y amenazas estratégicas que se derivan de su existencia. Tengo una responsabilidad con mis alumnos, así que no les puedo engañar hablándoles de una transformación digital sin tecnología.

Cuando digo 'resignado', pues, lo que quiero decir es que no abrigaba ya expectativas de que en el discurso dominante en charlas, libros y artículos, se reclamase el papel de la tecnología, se la situase en el justo punto, donde realmente siempre debería haber estado.

Y, sin embargo, y afortunadamente, en algunos de los últimos libros que he leído sobre transformación digital, parece imponerse el sentido común y se vuelve a hablar de tecnología y a darle importancia.

Y me lo he encontrado, no en libros sobre tecnología, sino en libros sobre 'management'.


Aprendizaje directivo de tecnología


La aportación más reciente en ese sentido me la he encontrado leyendo 'Rewired: The McKinsey Guide to Outcompeting in the Age of Digital and AI' firmado por Eric Lamarre, Kate Smaje y Rodney Zemmel todos ellos de McKinsey Digital.

Bastante al principio del libro realizan esa petición de conocimiento directivo en materia tecnológica. Así, por ejemplo, dicen:


In many cases, the top team lacks both a common understanding of digital and pattern recognition for the business possibilities offered by digital technologies.


Que, 'alabado sea Dios', encaja precisamente con parte de mi discurso en la línea de que los directivos deben ser capaces de entender las oportunidades y amenazas que trae consigo la tecnología digital, y para ello, deben entender realmente en qué consiste, qué puede aportar y cuáles son sus casos de uso principales.

Y, 'alabado sea Dios' de nuevo, abogan por que los directivos se formen en tecnología. En concreto, afirman:


You should plan on having each top executive invest a minimum of 20 hours of learning before they can be ready to productively engage in defining a digital roadmap with their colleagues.


Bueno, pues ahí está puesta 'una pica en Flandes': los directivos deben entender la tecnología y deben formarse en ella si quieren definir un 'roadmap' de transformación digital.

Yo llevo diciéndolo años, sintiéndome muy solo en el empeño.

Ahora lo dice también, entre otros, autores de McKinsey Digital.


Conclusiones


A pesar de discursos superficiales que afirman lo contrario, y que han dominado las publicaciones en el campo del 'management' sobre transformación digital, la tecnología juega un papel muy importante y diferencial en ella y, por tanto, los directivos, sí también los directivos, deben entender esa tecnología y, para ello, deberían formarse en ella.

Y parece que ya no sólo lo digo yo.


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