En este breve artículo, revisamos algunas de las formas que puede adoptar esa interacción.
Un breve recordatorio acerca de Human-Robot Interaction
Como ya hemos comentado en algún otro post, Human-Robot Interaction es una disciplina que, como claramente se deduce de su denominación, se ocupa de las relaciones entre robots y personas, una muy interesante disciplina de naturaleza ecléctica donde se dan cita elementos de tecnología, psicología, antropología, etc
En un documento seminal, 'Final report for the DARPA/NSF interdisciplinary study on human-robot interaction' se decía que Human-Robot Interaction tenía como objetivo
synergistic teams of humans and robots where teams perform tasks according to their abilities.
es decir, el foco se pone en la colaboración y la realización conjunta de tareas.
Personalmente pienso que, de forma implícita, este declaración de objetivo es ligeramente limitada porque parece orientarse mucho a aspectos muy prácticos, probablemente del ámbito profesional o productivo, y parece dejar de lado, aunque no lo establezca claramente, aspectos más lúdicos o informales.
Sea esta apreciación correcta o no, y asumiendo que, en el fondo, no era esa limitación la intención de los autores, lo cierto es que hay en esa declaración un foco explícito en la colaboración entre personas y robots.
Los tres modos de cooperación entre humanos y robots
Pensando pues ya en esa colaboración, esa cooperación si se prefiere, la roboticista Robin R. Murphy que es co-autora del informe citado, nos habla en su libro 'Introduction to AI robotics' de tres modos de cooperación entre humanos y robots:
- Física: en que existe un contacto físico directo entre el robot y la persona, como sucede en el caso de los robots quirúrgicos o, si no directo, sí muy cercano, como podría suceder en el caso de que persona y robot acarreasen conjuntamente una carga. La autora nos dice que en este caso, el foco principal sería la seguridad.
- Cognitiva: en que persona y robot realizan un trabajo conjunto (que se entiende no meramente físico sino que implica capacidades intelectuales).
- Social / emocional: en que el robot está diseñado para influir de alguna manera en el comportamiento de la persona de forma explícita o implícita.
La primera forma de interacción nos acerca mucho al mundo industrial actual, aunque en este suele evitarse el contacto físico precisamente en aras de la seguridad de las personas, un paradigma de separación que se desafía con los actuales robots colaborativos o cobots. También parece propia de algunos robots de servicio como los robots aspiradora o los de transporte que se utilizan por ejemplo en hospitales.
La interacción cognitiva, la cooperación digamos intelectual, creo que se irá incorporando progresivamente en todo tipo de interacciones aunque me parece que, de momento, hay más actividad a nivel de investigación que en aplicaciones prácticas, al menos de interacción sofisticada.
Y la interacción social y emocional nos lleva al campo de los robots sociales e incluso de los agentes conversacionales software avanzados y es, quizá, el campo más interesante y desafiante desde el punto de vista filosófico y ético.
Conclusiones
Nos apuntamos pues, como marco de referencia, esos tres modos de cooperación.
La estructuración de esa formas de interacción no deja de ser, en el fondo, eso, una estructuración, Los robots reales creo que pueden combinar, especialmente los más avanzados, diferentes dosis de cada uno de esos modos de interacción, según las necesidades del caso de uso y los avances técnicos disponibles.
En cualquier caso, como cualquier estructuración, viene bien para ordenar el conocimiento y aplicarlo con más criterio.
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