Una de las cuatro tecnologías clave para la transformación digital, en la visión que propone Tom Siebel en su libro 'Digital Transformation : survive and thrive in the era of mass extinction', es Internet de las Cosas.
Ya hemos dedicado un breve artículo a otras dos, Cloud computing y Big Data. Ahora revisamos la capacidad transformadora de Internet de las Cosas. En concreto, el autor identifica tres factores que le otorgan ese poder transformador. Son estos:
- Volumen de datos: Los sensores que se incorporan en IoT captura informaciones de su entorno que convierten en datos procesables en un enorme volumen. El autor aporta una referencia numérica en que haba que en 2020 se esperaba (no he podido comprobar si se ha conseguido) la generación de 600 zettabytes anuales.
- El valor de esos datos: No solo se generan datos sino que estos, además, son muy valiosos dado que, en el fondo, se trata de medidas del propio negocio y, aparte de su aportación de naturaleza operativa, esos datos también permiten tomar mejores decisiones.
- Efecto red: El valor se Internet de las Cosas se incrementa a medida que hay más dispositivos o sensores incorporados. En concreto, el autor menciona en este punto la ley de Metcalfe según la cual el valor de una red aumenta con el cuadrado del número de nodos (en este caso dispositivos o 'cosas' conectadas)
Diría que, aparte de estos factores, hay que tener en cuenta también la enorme variedad de soluciones que la incorporación de dispositivos inteligentes interconectados, unos dispositivos que permiten la interacción con el mundo físico, permiten construir y que afectan a casi cualquier sector.
Seguro que iremos cada vez más soluciones tanto en en las empresas como en el mundo doméstico.
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