miércoles, 8 de abril de 2020

Humanismo digital: el inicio de una búsqueda


Seguramente, dentro de un tiempo, cuando la búsqueda finalice, nadie, ni siquiera yo, se acuerde este artículo.

Y a lo mejor este artículo no debería haber sido escrito.

No porque haya nada malo en él, por supuesto, sino porque es una reflexión muy personal, sin quizá interés para un tercero y porque es pura especulación. En realidad, no es ni siquiera una especulación, sino una declaración de un interés, y los pasos iniciales de una búsqueda. Una búsqueda que, aunque ya en marcha, aún no cuenta con hallazgos relevantes, con ninguna conclusión, sino con unas primeras sensaciones y, eso si, con una voluntad clara de continuar adelante e intentar profundizar.

Mi búsqueda está en fases muy tempranas y habiendo investigado bien poquito así que ruego al eventual lector que, si dispone de información que yo desconozco o fuentes interesantes en las que yo no haya bebido, me disculpe la ignorancia, que confío sea transitoria, y que, si es posible, me haga llegar sus comentarios y fuentes de información, documentación y, sobre todo, conocimiento y criterio.

Me refiero a mi particular búsqueda de conocimiento y conclusiones en eso que se ha dado en llamar el humanismo digital.


¿Qué es el humanismo digital?


Tan incipiente es ésta mi búsqueda que ni siquiera tengo una definición a mano que haya leído en alguna parte acerca de lo que es realmente el humanismo digital o, si la he leído, me ha dejado tan poca huella que no la recuerdo.

Sinceramente, no sé si existe alguna definición comunmente aceptada de humanismo digital, o si existe alguna definición en absoluto, aunque imagino que sí. Por lo poco que he podido ver hasta ahora, creo que existen perspectivas deslavazadas y particulares, por no decir sesgadas, pero no una visión más o menos compartida acerca de qué estamos hablando.

No voy a proponer una definición, no me atrevo todavía, pero si diré que lo que busco es una visión multidisciplinar donde se aúne lo que, de momento, considero una triple visión o perspectiva. 

Por una perspectiva de tecnología digital, tecnología digital en general en la medida que afecta a nuestros comportamientos y cultura, pero particularmente lo que tiene que ver con inteligencia artificial y robotización por sus previsibles implicaciones en materia ética y legal y por su potencial de impacto en nuestras vidas a todos los niveles.

Una segunda perspectiva que denominaré científica donde me interesa conocer fundamentalmente las aportaciones de la neurociencia. Pero también, y aunque sea salir un poco por la tangente, me interesa conocer un poco más sobre genómica y edición genética, tanto por un interés intrínseco como por, de nuevo, su potencial de impacto en nuestras vidas y por sus connotaciones éticas y legales.

La tercera perspectiva es la perspectiva humanista, una perspectiva que quizá se merezca un desdoblamiento por la variedad de disciplinas que puede incluir y donde quisiera conocer la perspectiva filosófica y muy particularmente ética, pero donde también incluyo una visión psicológica del funcionamiento del cerebro, las emociones y la conciencia, una perspectiva donde probablemente deba también investigar algo de sociología y antropología y una perspectiva, en fin, donde también incluiré, al menos de momento, los aspectos legales.

¿Qué es  lo que estoy buscando? ¿Que pretendo conseguir? ¿Qué es lo que quiero y qué lo que no quiero?

Empezaré primero por lo que quiero evitar.


Qué es lo que no quiero


No quiero un discurso, como he tenido ya ocasión de contemplar, que bajo el paraguas que ofrece el binomio implícito en el término humanismo digital, se dedique a reivindicar el humanismo o lo humano negando la tecnología y lo digital, como si ésta no fuera plenamente humana. Y digo negándola en un doble sentido: negándola en el sentido de no hacer el más mínimo intento de conocerla realmente y dejándose llevar, más bien, por miedos y tópicos no sustentados en nada cierto. Y negándola en el sentido de asignarle una visión completamente negativa, cayendo en una hemiplejía plagada de miedos y descalificaciones. 

Nada de eso.

Me interesa muchísimo la tecnología, De hecho, soy ingeniero, muy orgulloso y contento de serlo, y siempre he trabajado en el mundo de la tecnología. Y, además, siempre me he declarado tecno-optimista, pensando que, con sus luces y sus sombras, la tecnología ha traído y traerá a la humanidad siempre un balance neto muy positivo con muchos más beneficios que perjuicios. 

No, yo no quiero negar la tecnología, sino todo lo contrario.

Tampoco quiero tópicos ni discursos vacíos ni repetir hasta el hastío los mismos dilemas sin avanzar, ni aportar nada nuevo.

No quiero un mero debate y especulación, un debate que se cierre sobre sí mismo, que no avance, que no llegue a conclusiones, que no proponga nada concreto.


Qué es lo que sí quiero


Quiero una visión realmente convergente, ni sesgada hacia el humanismo, ni sesgada hacia lo digital, sino una que acoja aportaciones de las tres perspectivas mencionadas, tecnológica, científica y humanista, que les de coherencia y unidad en un discurso racional e integrador.

Quiero conocimiento, mucho conocimiento. Quiero que el discurso se apoye en realidades, en saberes, en datos, en estudios. 

Quiero realismo, un realismo que no fantasee sobre la situación actual científica y tecnológica o sus posibilidades a corto y medio plazo, sino que sepa dónde estamos y dónde nos pueden llevar realmente las nuevas tecnologías. Y también realismo acerca de la capacidad práctica para reconducir e influir, si es necesario, en el devenir de la ciencia y la tecnología, con las armas de la ética y la ley.

Quiero criterio para que la realidad tecnológica y científica pueda explicar al ámbito ético y legal las capacidades realistas que la tecnología y la ciencia ofrecen y la naturaleza de las decisiones a adoptar en los ámbitos ético y legal. Y criterio para, desde un punto de vista psicológico y sobre todo ético, orientar la forma en que quisiéramos que la tecnología y la ciencia avanzasen y, sobre todo, se implantasen en la sociedad.

Quiero conclusiones, quiero superar el mero debate para llegar a una conclusión cierta o, al menos, si eso no es posible, y en muchos casos no lo será, a una propuesta clara, a un discurso propio sólido y argumentado.

Quiero para el humanismo digital un discurso y un 'corpus de doctrina', por decirlo de alguna forma. 


La búsqueda


Es una búsqueda que creo que interesa a toda la humanidad, pero que me planteo sobre todo como una búsqueda individual. Individual, no porque no la comparta con terceros, que sí lo hago y haré, y de hecho ya estoy integrado en algún foro que trabaja en esta línea. Sino individual porque no aspiro, sería pecar de falta de realismo, a liderar un discurso dominante.

No aspiro, aunque no renuncio, a convencer a nadie sino sólo a mi mismo,

Aspiro a construir mi propio conocimiento y mi propio discurso: basado en conocimiento, convergente y realista.

Y estoy bastante convencido de que llegaré hasta ese discurso.

 Aunque me llevará bastante tiempo.

Y cuando lo alcance, lo haré saber.

Y lo más probable es que cuando lo haga, nadie, a lo mejor ni yo mismo, se acuerde este artículo.

Que sólo declaraba el inicio de una búsqueda.

Y que, a lo mejor, nunca debió ser escrito.

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