La conocida tesis de James Surowiecki es que las multitudes son inteligentes y que la inteligencia de los grupos es superior a la de sus miembros, incluso a la del mejor de sus miembros.
Esto es lo que le lleva a bautizar como 'The wisdom of crowds' ('La sabiduría de las multitudes') a lo que es su obra cumbre.
Sin embargo, al principio de esta misma obra, el autor nos advierte de que son necesarias cuatro condiciones para que esa inteligencia grupal y emergente se manifieste. Son éstas:
- Diversidad de opinión: cada persona debe disponer de información privada incluso si eso lleva a opiniones excéntricas.
- Independencia: es decir, las opiniones de una persona no vienen determinadas por las del resto del grupo.
- Descentralización: las personas son capaces de especializarse y extraer de alguna forma conocimiento 'local'.
- Agregación: existen mecanismos que permitan convertir juicios privados en una decisión colectiva.
De hecho, la mayor parte de la aportación teórica de tan conocido libro se centra en explicar en más detalle cada una de estas cuatro características o condiciones.
El propio libro nos brindará inspiración para comentar también en este blog algunos de los detalles de estas características pero, de momento, baste decir que, en esta época en que me hago, por motivos particulares, muchas preguntas acerca de las dinámicas de grupos, de su efectividad y eficiencia, me alegra especialmente la mención a la independencia y a la descentralización que yo traduciría como la necesidad de la aportación individual para que el grupo sea realmente rico e inteligente.
Seguro que volveremos sobre ello.
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