En un artículo publicado ayer 7 de Diciembre en personal branding blog, el blog de Dan Schawbel, el autor afirmaba, contundente, lo siguiente:
"You might not be a celebrity, but if you’re active online, then you are a public figure."
Y unas líneas más adelante, y por si no nos había quedado claro, remacha:
"In this day in age EVERYTHING matters because wherever your name or face is cited, your brand can either be built or injured. It all happens through perception and your private life will soon be documented as behaviors change and more of your connections bring reality to virtual reality."
Bueno, era de temer. Internet y la Web 2.0 nos ofrecen un escaparate perfecto para establecer contactos, para escribir, para opinar, para intervenir...para lucirnos y para colaborar en construir una marca personal.
Pero ese lucimiento tiene un precio.
Esa exposición nos convierte, en cierta medida, tal y como afirma Schawbel, en personajes públicos, con nuestra vida, nuestras debilidades y nuestros problemas también expuestos en un rincón de ese escaparate.
Nos puede servir de acicate: un motivo más para la coherencia y la honestidad, para el esfuerzo y la autosuperación.
Pero hay que reconocer que el hecho de convertirnos en personajes públicos, el hecho de que millones de personas puedan acceder y conocer una parte de nuestra otrora intimidad, resulta, cuando menos, y como yo mismo apuntaba a propósito de Google en uno de los primeros artículos de este blog, algo inquietante.
martes, 8 de diciembre de 2009
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