En el libro "La corrosión del carácter" de Richard Sennett se menciona un estudio realizado a principios de los años noventa por la American Management Association (AMA) acerca de las repercusiones de las reducciones de plantilla en las empresas.
Contrariamente a lo que cabía esperar, las empresas que realizaron reducciones reiteradas de plantilla, no obtuvieron una mejora de la productividad, sino todo lo contrario, menores beneficios y una productividad descendente.
Éste es el análisis que Sennett hace de este hecho:
"Las razones de este fracaso son en parte evidentes: la moral y la motivación de los trabajadores bajaron en picado con los diversos recortes. Los trabajadores que sobrevivieron se quedaron, más que exultantes por una victoria competitiva frente a los despedidos, esperando el nuevo golpe de hacha."
Interesante resaltar ese efecto "miedo" que un ERE, especialmente una serie continuada de EERREE, puede tener en una plantilla, una plantilla que se puede volver temerosa, contraída, poco creativa, inmotivada, con la mente más puesta en cómo salvarse o en buscar alternativas a su futuro, que en volcarse en sus ocupaciones y su empresa... con los consiguientes efectos negativos, no sólo en motivación sino, también, en la productividad y eficiencia de la compañía.
El estudio es de principios de los noventa...pero los ERE continuan ante situaciones de crisis como la que ahora sufrimos. ¿ Quién está en un error o dónde se encuentra el punto de equilibrio ?
domingo, 20 de diciembre de 2009
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