lunes, 17 de diciembre de 2012

Los cinco principios del método Lean Startup

'Lean startup' es un método propuesto por Eric Ries que intenta aplicar los principios del Lean Management al mundo de la innovación y el emprendimiento.

Su teoría se recoge en el libro 'The lean startup'. Al principio del mismo el autor nos expone los cinco principios en que se basa este método:
  • Los emprendedores están por todas partes: no sólo son emprendedores los que trabajan en un garaje o se encuentran en una pequeña startup. Una startup es, en el concepto de Ries, cualquier institución diseñada para crear nuevos productos y servicios en condiciones de extrema incertidumbre. Por tanto, el emprendimiento, y el método 'lean startup' se puede aplicar también, por ejemplo, en grandes empresas.

  • El emprendimiento es gestión: una startup es una institución, no un producto, y por tanto debe ser gestionada, si bien mediante una gestión específicamente orientada a sus características.

  • Aprendizaje validado: quizá, en mi opinión, uno de los dos principios más relevantes. La misión principal de una startup es aprender a construir un negocio sostenible, y ese aprendizaje debe ser validado científicamente mediante experimentos.

  • Construye-mide-aprende: el segundo principio más relevante y fuertemente relacionado con el anterior. Las startups deben convertir ideas en productos y eso se hace mediante un ciclo de construcción, medición de resultados y aprendizaje. En función de lo que se encuentre, la startup debe persistir en su estrategia o cambiarla, lo que se denomina pivotar.

  • Contabilidad de la innovación: si el emprendimiento es gestión parece una consecuencia lógica que ese aprendizaje y esa innovación, fundamentales para su desarrollo, deben ser medidos, se deben establecer hitos y se deben priorizar trabajos. Puede sonar aburrido y alejado de una visión idealizada de la innovación y el emprendimiento, pero forma parte de esa gestión profesional y método científico que propugna Lean Startup.
De alguna forma, creo que el método se resumen en ir creando el negocio mediante pequeños incrementos en forma de lanzamiento de versiones del producto (lo que denomina el MVP, 'Minimum Viable Product'), medición de resultados y progreso y toma rápida de decisiones acerca de si persistir en la estrategia o cambiarla.

Nada demasiado diferente, en el fondo, de una gestión, digamos normal, salvo, eso si, la insistencia en los ciclos cortos y en el aprendizaje y decisión continuas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

La mirada agnóstica a Internet de Evgeny Morozov

'The net delusion' es una mirada pesimista, el autor la califica en realidad como agnóstica, al papel de Internet y los medios sociales como protagonistas de un movimiento de liberación del individuo, desde un punto de vista esencialmente político.

El autor intenta desmontar lo que él denomina ciber-optimismo o ciber-utopía, esa corriente de pensamiento, dominante en el entorno de Internet, que sostiene que Internet y muy especialmente los medios sociales como Twitter, actúan como liberadores al permitir que las personas compartan información, noticias e ideas de forma libre y al facilitar la coordinación de movimientos ciudadanos.

Morozov considera esa filosofía como heredera de la estrategia occidental durante la Guerra Fría en que como arma política los gobiernos occidentales o la propia resistencia interna, utilizaron la radio libre o los panfletos para difundir información, en el entendimiento de que el conocimiento por parte de las poblaciones sometidas a regímenes totalitarios, de otros pensamientos, otros esquemas políticos y otro mundo de progreso, les impulsaría a la acción.

Frente a esta idea, Morozov opone numerosos ejemplos, centrados principalmente, aunque no exclusivamente, en China y Rusia, de cómo estos gobiernos no sólo no se ven claramente amenazados por la libertad que ofrece Internet sino que, en ocasiones, lo utilizan incluso para sus propios fines. Piensa el autor que, además, precisamente el énfasis del mundo occidental en presentar Internet como herramienta de liberación ha hecho que los gobiernos totalitarios reacciones y le presten atención, y que además, han ido mucho más allá de la simple censura o control de contenidos sino que los utilizan y explotan de forma muy inteligente para lograr sus propios fines que no son, evidentemente, liberadores.

'The net delusion' es un libro largo, quizá en exceso, y ligeramente denso, muy enfocado en la política y las implicaciones en la misma de Internet, con mucho foco en concreto en la política al respecto del gobierno norteamericano y las estrategias adoptadas, fundamentalmente, en China y Rusia. No es el típico libro a leer por un aficionado a Internet y social media. Es un libro de carácter más sociológico y político y para lectores a los que esa perspectiva les interese. Un interesante contrapeso, además, para el pensamiento fácil y optimista alrededor de la red.

Evgeny Morozov

(Fuente: Traducción propia de la entrada en la versión inglesa de Wikipedia)

Evgeny Morozov, nacido 1984 en Soligorsk, Bielorrusia,es un escritor e investigador que estudia las implicaciones políticas y sociales de la tecnología.

Morozov asistió a la Universidad Americana de Bulgaria y más tarde vivió en Berlín antes de trasladarse definitivamente a los Estados Unidos.

Morozov es investigador visitante en la Universidad de Stanford, miembro la New America Foundation y editor colaborador así como blogger para la revista 'Foreing Policy', para la que escribe el blog 'Net Effect'. Anteriormente ha sido miembro Yahoo! en la Walsh School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown, miembro de la Open Society Institute, director de nuevos medios de comunicación en las ONG 'Transitions Online' y columnista para el periódico ruso Akzia. En 2009 fue elegido como miembro de TED donde habló sobre cómo la Web influye en el compromiso cívico y la estabilidad en regímenes autoritarios, sociedades cerradas o en los países "en transición".

Los escritos Morozov han aparecido en diversos periódicos y revistas de todo el mundo, entre ellos The New York Times, el Wall Street Journal, Financial Times, The Economist, The Guardian, New Scientist, The New Republic, Times Literary Supplement, Internacional Newsweek, International Herald Tribune, Boston Review, Slate y el San Francisco Chronicle.

Morozov expresa escepticismo sobre la opinión popular de que Internet está ayudando a democratizar los regímenes autoritarios, con el argumento de que también podría ser una herramienta poderosa para el ejercicio de la vigilancia masiva, la represión política, y la difusión y propaganda nacionalista extremista. Asimismo, ha criticado lo que él llama "La Agenda de la Libertad en Internet" del gobierno de EE.UU., que él comnsidera ingenua y hasta contraproducente para el objetivo mismo de la promoción de la democracia a través de la Web.

En enero de 2011 Morozov publicó su primer libro 'The net delusion' ( ISBN 978-1586488741 ). Además de explorar el impacto de Internet en los Estados autoritarios, el libro investiga los orígenes intelectuales de la emoción cada vez mayor sobre el potencial liberador de Internet y lo relaciona con el triunfalismo que siguió al fin de la Guerra Fría. Morozov también argumenta en contra de las ideas de lo que él llama ciber-utopía (la incapacidad de ver el lado más oscuro de Internet) e Internet-centrismo (la propensión creciente para ver todo el cambio político y social a través del prisma de la Internet).

Puedes conocer más sobre el autor en 'su página oficial' o seguirle en Twitter en la cuenta @evgenymorozov.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Un axioma necesario para emprendedores

Por suerte, empieza a ser reconocido, quizá todavía no del todo aplicado en el mundo corporativo, el hecho de que el error, o mejor, el ciclo ensayo-error-aprendizaje, es el mejor mecanismo para la adquisición de conocimiento, para la innovación y para el desarrollo de nuevas ideas, nuevos productos, nuevos servicios, nuevas empresas...

Así nos lo recuerda Eric Ries en el comienzo de su famoso libro 'Lean startup' cuando, a despecho de lo que normalmente figura en la literatura sobre grandes directivos y afamados emprendedores, a los que si dibujan como una especie de visionarios con un camino trazado, nos hace ver que la realidad es muy otra, que el fracaso existe...y abunda, que las visiones no siempre se realizan, que los emprendedores muchas veces no triunfan.

Tan crudo como esto:
The grim reality is that most startups fail. Most new products are not successful. Most new ventures do not live up to their potential.

No es ésta una visión pesimista en absoluto, aunque lo pueda parecer. Es sólo un axioma. Un axioma... y un baño de realidad. 

La innovación y el emprendimiento vienen acompañados con frecuencia por fracasos puntuales. Pero, si se reconoce y gestiona este axioma, esos fracasos son sólo jalones en el camino, pequeñas batallas perdidas que refuerzan la voluntad, la visión y el método para ganar la guerra.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Nuevas tecnologías: de promesas y predicciones

Las nuevas tecnologías, los nuevos logros de las ciencias aplicadas y de la ingeniería, tienden a disparar nuestra imaginación y nuestro optimismo.

A veces esa euforia pudiera ser producto, simplemente, del entusiasmo, quizá algo irreflexivo y, en otras ocasiones, pudiera tratarse de una euforia forzada con fines publicitarios o de marketing. 

El caso es que cuando surge una nueva tecnología la literatura especializada, la conversación y la publicidad tienden a sobrevalorarla, a asignarle posibilidades casi milagrosas para la transformación de la economía y el sistema productivo, para la mejora de la sociedad y, casi, casi, para salvar al mundo.

Pasados unos años, y aunque es evidente que la tecnología contribuye de forma decisiva al impulso económico y a la mejora material de la humanidad, las esperanzas sólo en parte se alcanzan, los sueños sólo parcialmente se cumplen.

Me ha gustado cómo lo expresa Evgeny Morozov en su libro 'The net delusion':
Technologies, it seems, tend to overpromise and under-deliver, at least on their initial promises.

En otras casos, y en una visión algo más optimista, ocurre justo lo contrario: nos encontramos que ciertas tecnologías o ciertos productos y servicios gozan de una explosiva adopción e influencia en el mercado y en la vida diaria, mucho más allá de lo que nadie pudo imaginar cuando esa tecnología, producto o servicio se concibieron.

¿Por qué sucede esto?

Recurro al mismo autor, Evgeny Morozov, para encontrar una explicación plausible: juzgamos una tecnología conforme al mundo que conocemos, conforme a un entorno económico, social y técnico dado. Así lo expresa Morozov:

The biggest problem with most predictions about technology is that they are invariably made based on how the world works today rather than on how it will work tomorrow.

El mundo en que se desenvolverá una tecnología pudiera ser diferente del que conocemos y nuestra habitual incapacidad para situarnos en ese nuevo mundo, nos puede conducir a errores en cuanto al verdadero impacto de una tecnología, sus usos, sus aplicaciones, su aceptación y su verdadero alcance.

Este error, digamos de imaginación, nos puede conducir a importantes desviaciones entre la realidad de una tecnología y aquello que se predijo para la misma.

Difícil equilibrio el conjugar la imaginación para prever el mundo en que una nueva tecnología se desenvolverá y el rigor propio de un análisis científico o de negocio y es que, como dice el popular aserto:

Predecir siempre es complicado...especialmente si es a futuro.

Ante la dificultad de la predicción, quizá se imponga, entonces, la prudencia en la promesa.

viernes, 7 de diciembre de 2012

#macrotweet: Relativizando el valor de un éxito en twitter

Every new article or book about a Twitter Revolution is not a triumph of humanity; it is a triumph of Twitter's marketing department.

Evgeny Morozov 
'The net delusion'

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Personalidad implícita en la red

Una de las preocupaciones más frecuentes respecto al uso de Internet y los medios sociales es todo lo que tiene que ver con la privacidad y la seguridad.

Siendo ciertos ambos, con frecuencia tengo la sensación de que se magnifican un tanto ambos y no porque técnicamente no existan ambas problemáticas, que existen, sino porque quizá se les da una dimensión relativa superior al impacto real lo que tiende a demonizar Internet.

Cuando se reflexiona de forma simplista sobre los posibles problemas de privacidad, podemos pensar que éstos pueden eliminarse o minimizarse simplemente evitando el proporcionar datos explícitos sobre nosotros mismos tales como nuestro teléfono, nuestro DNI, nuestra dirección postal, etc. 

Es cierto que no proporcionar esos datos añade algún nivel de privacidad...sin embargo, probablemente muchísimo menor del que pensamos.

Con los pocos datos disponibles, pero cruzando la información que sobre nosotros puede existir en tantos y tantos lugares de la red, es posible llegar a unir mucha información sobre una persona.

Pero el punto más interesante, quizá el más preocupante, no es tanto el que tiene que ver con nuestra información explícita sino en todo lo que revelan, de forma implícita, nuestros usos de la red...que también quedan registrados y sobre cuya información poco control tenemos.

Nuestros usos, los grupos a que nos podemos unir en una red social, las compras que podemos realizar online, las páginas que visitamos, etc, permiten elaborar un perfil sobre nuestra personalidad, ideología, opiniones, gustos, inclinaciones...

Usado desde un punto de vista comercial y positivo, eso puede permitir ofrecer las ofertas que mejor se adaptan a nuestros gustos o personalizar nuestra experiencia de uso de la red.

Manejada esa información, sin embargo, con otro tipo de fines no tan bienintencionados... la cosa puede llegar a producir miedo.

En su libro 'The net delusion', Evgeny Morozov hace mención a este asunto, que me he tomado la libertad de bautizar como 'personalidad implícita', haciendo referencia a los estudios de Sherri Grasmuk o de Colding-Jorgensen y nos dice:

Facebook users shape their online identities in implicit rather than explicit ways. That is, they believe that the kinds of Facebook campaigns and groups they join reveal more about them  than whatever they put on the dull 'about me' pages.

Las formas más insidiosas e inmanejables de problemas de privacidad podrían venir de esta personalidad que implícitamente revelamos y no tanto de la información explícita que desvelamos.

Quiero pensar que su impacto real, en términos relativos, es menor del que se puede pensar y eso permite mayoritariamente un uso sano, creativo y productivo de la red.

Pero el peligro esta ahí...

lunes, 3 de diciembre de 2012

De la displicencia a la adopción: actitudes autoritarias ante Internet

La orientación del estudio de Evgeny Morozov recogido en 'The net delusion' es de cariz claramente político. Al final del libro él mismo reconoce que podría haber estudiado otros aspectos de las repercusiones de Internet pero su interés se centra en sus implicaciones políticas y en su facultad, o no, de servir como elemento liberador.

Las conclusiones, ya lo hemos ido viendo, no son demasiado optimistas.

En un momento del libro, y ejemplificándolo con la evolución del comportamiento del venezolano Hugo Chavez, Evgeny Morozov identifica una evolución típica de la actitud de los regímenes autoritarios ante Internet.

Tras leer la propuesta con cierta detención, creo que se identifican tres fases (aunque el autor no las separa de forma tan clara). Serían estas:
  • Fase 1 - Displicencia o ignorancia: entienden Internet como algo frívolo que desaparecerá tan rápido como ha aparecido. Lógicamente, y para su decepción, luego comprueban que no es así, que Internet no desaparece y que, incluso, es adoptado por la oposición al régimen como una forma de burlar el estrecho control sobre otros medios.

  • Fase 2 - Censura: aplicada de forma muy diferente según las circunstancias de cada país y régimen, va desde una verdadera y estricta censura hasta sólo un cierto hostigamiento con impuestos o inspecciones.

  • Fase 3 - Adopción: Cuando se demuestra que la censura no es efectiva ni práctica, se pasa a la propaganda a través de Internet y los medios sociales y/o a la investigación exhaustiva.
No es algo muy diferente, quizá si eliminamos o matizamos la fase de la censura (tal vez asimilable a una fase de negación, resistencia o crítica), de las fases que conforman la actitud de empresas, instituciones e incluso individuos ante innovaciones y nuevas tecnologías.

Tal vez sea un patrón de conducta ante todo lo novedoso (ignorancia, negación, adopción). Lo preocupante de este caso, supuesto que damos por ciertas las tesis de Evgeny Morozov, es que desmontan, siquiera parcialmente, las esperanzas de que Internet sea un instrumento para la libertad, al menos la libertad política y al menos también en ciertos regímenes o contextos.

No quisiéramos que fuese cierto.