En el libro 'Person, Thing, Robot: A Moral and Legal Ontology for the 21st Century and Beyond' de David Gunkel, me encuentro algunos razonamientos al respecto que me gustaría compartir.
Una opinión de Luciano Floridi
It may be fun to speculate about such questions, but it is also distracting and irresponsible given the pressing issues we have at hand.
Una opinión de John-Stewart Gordon
John-Stewart Gordon |
First, skepticism regarding the possibility of highly advanced intelligent robots seems quite premature given the great technological advances and future prospects in robotics, AI and computer science. Second, it is unwise and un-philosophical to abstain from discussing important moral and socio-political issues the emergence of which cannot be fully ruled out in advance.
Es decir, por un lado, y en un aspecto más práctico, considera probable que la propia tecnología hiciese real que eso que ahora mismo pueda parecer especulativo y, por otro, y desde un punto de vista más teórico, considera un deber de la filosofía moral el tomar en consideración fenómenos sobre los que, incluso, no haya seguridad de que se produzcan.
Una reflexión propia
La opinión de Floridi, como he expresado, me parece lógica y sensata.
Y, sin embargo, creo que eso no anula la necesidad, no sé si urgencia, pero sí necesidad, y desde luego el sentido, de una roboética y ahí me acerco un poco más a Gordon, especialmente en su primer argumento.
Planteando la cuestión |
Ahí, en apenas un minuto o menos expresé rápidamente mi opinión.
Por un lado, mi apuesta, que no es solo mía, de que la robotización se está produciendo ya y va a continuar probablemente de forma acelerada, con dispositivos cada vez más inteligentes y cada vez más relacionales.
Y, por otro, que esas capacidades relacionales de los robots, tienen bastantes implicaciones éticas, algunas de las cuales tienen que ver con las emociones humanas y otras con el sentido de la propia naturaleza humana.
Y eso me parece suficiente razón para dedicar tiempo a la roboética.
Conclusión
Probablemente, en efecto, no lo niego, sea menos urgente que otros desafíos que tenemos encima de la mesa. Puede que bastante menos urgente. Probablemente, en efecto, debamos resolver otros muchos temas antes o con más prioridad. Seguramente bastante más prioridad.
Pero mejor que no abandonemos este campo de análisis.
Tiene mucho que enseñarnos, incluso sobre nosotros mismos como seres humanos, y a lo mejor, a lo mejor, se convierte en urgente en menos tiempo de lo que pensamos...
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