miércoles, 22 de noviembre de 2023

Cuatro áreas de trabajo en consciencia artificial

Como ya hemos comentado con cierta frecuencia en este blog, existen esfuerzos científicos y técnicos, para entender la consciencia humana, para conseguir modelos implementables en máquinas y, en último término, alcanzar la denominada consciencia artificial

Esos esfuerzos han dado lugar a diversas teorías, modelos e implementaciones.


Cuatro áreas para la consciencia artificial


En libro 'Computational Approaches to Conscious Artificial Intelligence' editado por Antonio Chella y en concreto, en el capítulo titulado 'Intelligence and consciousness in natural and artificial intelligence', David Gamez, intenta clasificar los tipos de soluciones, los tipos de máquinas en que se trabaja en este campo.

Y esta es la clasificación que nos propone:


  • MC1 - Máquinas con comportamiento externo que sistemas conscientes: De la misma forma que los humanos se comportan de cierta forma cuando están conscientes (alerta ante situaciones nuevas o ejecución de pasos de resolución de problemas), se pueden conseguir máquinas que exhiban ese tipo de comportamientos. El autor cita en concreto Watson cuando está jugando a Jeopardy. Se trata, como se puede ver, de una solución realizable, y realizada, ya hoy en día y desde hace un cierto tiempo.

  • MC2 - Modelos de correlatos de la consciencia: Es decir, modelado en máquinas de los modelos funcionalmente equivalentes a los existentes para la actividad funcional y neuronal humana. Un caso propuesto por el autor son las implementaciones de la Global Workspace Theory que ya mencionamos en el post 'Teorías para la consciencia (II): Global Workspace Theory'. De nuevo, son un tipo de soluciones perfectamente alcanzables hoy día, aunque hago notar que realmente estamos trabajando con modelos sin verdadera seguridad de que la consciencia humana funcione de la forma que postulan esos modelos.

  • MC3 - Modelos de la consciencia: Las experiencias conscientes se pueden modelar en ordenadores e, incluso, usarse para controlar robots, como ha hecho, por ejemplo, el editor del libro, Antonio Chella para controlar a un guía-robot. Por tercera vez, vemos que es algo conseguible e implementable, pero de nuevo avisaría de que no dejan de ser modelos hipotéticos aunque puedan resultar funcionales como parece haber demostrado Chella en el ejemplo citado.

  • MC4 - Máquinas que experimentan estados conscientes: Nos dice el autor que cuando los humanos estamos conscientes estamos algo así como inmersos en una burbuja en que experimentamos colores, olores, sonidos, etc. Este área de máquinas significaría conseguir en ellas una experiencia similar. Reconoce Gamez que este área no está realmente conseguida y nos dice que para hacerlo deberíamos ser capaces de mapear de una forma fiable, los estados físicos y los conscientes. Lo mejor es que afirma, sin ambages, y creo que con mucha honradez, que 'no tenemos ni idea de si nuestras máquinas son conscientes en el modo MC4'.

No deja de hacernos notar Gamez que éstas áreas, no son compartimentos estancos y que realmente existen solapes entre ellas.


Un problema sin resolver


Aunque los trabajos, modelos y autores que se mencionan, son serios, científicos y rigurosos, creo que realmente estamos lejos de resolver el problema de la consciencia humana, volviéndose a demostrar que conseguirla es un objetivo elusivo.

Sin duda podemos conseguir, y conseguimos de hecho, comportamientos externos que simulan inteligencia y consciencia. Y los novedosos modelos generativos de la Inteligencia Artificial, parecen un gran salto en este sentido.

Pero seguimos sin conocer realmente la naturaleza profunda de la consciencia, más allá de nuestra experiencia individual y menos aún conocemos los mecanismos fisiológicos, neuronales, computacionales o lo que sea, que la genera y opera.

Por ello, aunque podemos lograr comportamientos externos y modelos funcionales implementables, creo que estamos lejos de conseguir la consciencia de la máquinas aunque, estrictamente hablando, desde un punto de vista más teórico que real, y como nos dice Gamez en el último caso, en el fondo no tenemos ni idea de si nuestras máquinas son conscientes o no.

¿Cómo podemos saberlo?


Conclusiones


La consciencia artificial sigue siendo un problema elusivo y que creo que estamos lejos de resolver. Incluso el solo hecho de demostrar la consciencia en un plano que no sea la mera experiencia individual es complejo en sí mismo.


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