Los errores de entendimiento no sólo dificultan su adopción (ya sea por crear expectativas erróneas u optimistas en exceso, lo que puede conducir a fracasos en la implantación, como por la creación de miedos exagerados o injustificados que generen prevención y resistencia.
En lo relativo a la inteligencia artificial y la robótica, es creo, notoria el exceso de imaginación existente y la cantidad de literatura fantasiosa y no fundamentada, que cae en los dos extremos que veíamos antes: el optimismo exagerado o, por el contrario, el miedo injustificado.
Cuando de lo que hablamos, en concreto, es de ética en inteligencia artificial, domina, creo, la visión pesimista, el miedo injustificado o, más bien, exagerado, debido en parte, todo hay que decirlo, también a unas expectativas técnicas infladas, que hacen concebir como posibles e incluso presentes o cercanos, escenarios muy lejos de nuestras posibilidades actuales, el más extremo de los cuales probablemente sea la famosa singularidad.
Es preciso recuperar el equilibro, la sensatez y el realismo. Es necesario para la implantación de la tecnología en el tejido productivo y social. Es necesario para generar una regulación, caso de ser precisa, que se ajuste a la realidad. Y es necesario a la hora de la reflexión ética que con frecuencia debería anteceder a la regulación.
Un poco en línea con ese equilibrio, y orientado sobre todo al estudio ético, me encuentro leyendo el libro 'AI Ethics' una propuesta de su autor, Mark Coeckelbergh, para superar mitos y centrarnos en lo importante. Los cinco puntos que conforman su propuesta son:
- Usar la filosofía y la ciencia para examinar de manera crítica las asunciones sobre la Inteligencia Artificial y el rol que juegan los humanos
- Examinar con más detalle lo que la Inteligencia Artificial actual hace en sus diferentes aplicaciones y usos.
- Debatir los problemas éticos y sociales más urgentes que se generan a partir de la Inteligencia Artificial tal y como es usada hoy en día
- Investigar políticas y directrices para el futuro próximo
- Cuestionarse si el foco que sobre la Inteligencia Artificial domina el discurso actual es realmente útil a la luz de otros problemas a que nos enfrentamos y si la inteligencia debe ser nuestro único punto de atención. Se refiere el autor en este punto a que pueden existir otro tipo de problemas (por ejemplo el medioambiental) que requieran mayor atención y más urgente.
Y estoy muy de acuerdo.
En la reflexión ética, quizá se pueda apuntar a una visión menos inmediata (evitando en cualquier caso la ciencia-ficción) pero, desde luego, en lo regulatorio, y en lo empresarial, sin dejar de prepararse para un eventual futuro, hay que centrarse en el presente y, sobre todo, en lo real, no en lo supuesto o imaginado.
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