En mi libro 'La Carrera Digital', defiendo la importancia del método, es decir, la gestión sistematizada en este caso de la transformación digital y de las iniciativas que lleva consigo. De hecho, toda la segunda parte ('LISTOS') está dedicada al método, abordando el análisis estratégico, la definición del programa de transformación y su gestión basada en la dirección de proyectos..
Pero se trata de un principio de actuación, de un framework conceptual, que va más allá de la transformación digital y se extiende, en el fondo, a cualquier ámbito de gestión.
Un ámbito de gestión muy de mi interés, y muy relacionado en mi opinión con la transformación digital es la innovación. Un área de trabajo en que, dado que la asociamos, bastante correctamente, a la creatividad, a la divergencia y a las nuevas ideas, parece que tiene una cierta 'bula' y que no está sometida a una gestión rigurosa.
Nada más lejos de la realidad.
Es cierto que la creatividad es libre, pero también que la innovación es un ámbito de gestión y, como tal, también necesita rigor y método.
Y me alegra ver que la profesora Melissa A. Schilling, en su libro 'Strategic Management of Technological Innovation', apunta en este sentido cuando nos dice:
While innovation is popularly depicted as a freewheeling process that is unconstrained by rules and plans, study after study has revealed that successful innovators have clearly defined innovation strategies and management processes.
Es decir, hay una estrategia y hay procesos de gestión (es decir, método).
Existe la creatividad y existe la divergencia e incluso existe, estoy seguro, espacio para la sorpresa y la disrupción, pero al final, si queremos ser efectivos y eficientes necesitamos una estrategia y una visión y luego, gestión y método.
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