lunes, 29 de julio de 2019

El vehículo autónomo como robot


¿Qué es realmente un robot?

Aunque a nivel intuitivo parece que todos entendemos lo que es un robot, lo cierto es que no es tan sencilla su definición si queremos que tenga una validez universal. Además, el panorama se complica porque, afortunadamente hay que decir, cada vez aparecen más nuevas tecnologías e ingenios dotados de inteligencia y capacidad de actuación que nos hacen dudar de si debemos clasificarlos o no como robots.

Es posible que, como hago con otros términos 'confusos' del mundo de la tecnología, empiece a recopilar en este blog definiciones que me vaya encontrando del término robot. De momento, y sin pretender dar una definición definitiva, creo que podríamos considerar un robot como:

Un ingenio artificial capaz de interactuar de forma autónoma con el mundo que le rodea

En esa definición 'me cabe' perfectamente el robot industrial tradicional, el que vemos en las cadenas de producción de automóviles, por ejemplo, y 'caben' también los vehículos autoguiados. Parece, pues que me cabe la robótica industrial. También 'me caben' los robots androides de ciencia ficción y los desarrollos que, al menos a nivel de vídeo, podemos ver de Boston Dynamics.

Y también 'me caben', y esto es interesante, los bots software como RPA y chatbots aunque ahí, en el mundo de los robots software,  podríamos entrar en un territorio resbaladizo en cuanto a delimitación de fronteras.

En cualquier caso, los ingenios que responden a la definición que he propuesto, deben tener, en primer lugar, sensores que les permitan conocer el estado del mundo exterior de forma que puedan realmente ofrecer un comportamiento autónomo adaptado a las circunstancias.  

Y deben poseer alguna forma de actuadores, es decir, mecanismos que les permitan alterar el mundo. Esa alteración del mundo en el caso industrial puede ser, por ejemplo, el transporte de objetos o el soldado de piezas. Para ello el robot debe de tener forma de actuar sobre el exterior. En unos casos, manipulación, pueden ser las típicas 'garras' del robot industrial pero, en cierto sentido, un motor y unas ruedas que te permiten moverte también son actuadores en sentido amplio. En el caso de los robots software, su forma de relacionarse con el exterior, sus actuadores, son, en el caso de los robots RPA a través de mecanismos software que les permiten interactuar con aplicaciones y documentos.y en el caso de los chatbots parecidos mecanismos software o, en otros casos, como los voicebots a través de hardware de reproducción de sonido.

Y, además, el robot debe de tener un nivel, normalmente avanzado, de inteligencia. Una inteligencia que le permite procesar y 'comprender' lo que está ocurriendo en el mundo que le rodea y una inteligencia que le permite decidir qué debe hacer a continuación para  conseguir el objetivo que tiene que conseguir en el contexto de ese mundo exterior. Una inteligencia que, de todas formas hay que advertir que no siempre necesita adoptar la forma de inteligencia artificial. En algunos, casos se puede obtener una inteligencia suficiente con algoritmos más tradicionales aunque cada vez más, los robots más inteligentes hagan uso de la inteligencia artificial.

Hemos visto que los robots industriales e incluso los robots software 'me caben' en la definición de robot.

¿Y el vehículo autónomo?

Pues también. 

Los vehículos autónomos están dotados de variedad de sensores, como veíamos en el artículo 'Tecnologías para la localización de vehículos autónomos'  y también tienen unos actuadores que son fundamentalmente el motor, las ruedas, la dirección y las luces, es decir, todo aquello que les permite moverse y avisar a otros vehículos de lo que están haciendo o van a hacer.Y los vehículos autónomos tiene, sobre todo, una sofisticada inteligencia para entender lo que sus sensores les informan y para decidir sus siguientes acciones, como también vimos parcialmente (en su faceta de 'comprensión' del entorno), en el post 'La percepción en los vehículos autónomos'.

Parece, pues, que el vehículo autónomo encaja perfectamente en la definición de robot.

Eso es lo que me parece a mi pero me alegra ver que no soy el único. Angel Bonet en su libro 'El tsunami tecnológico', en el capítulo dedicado al vehículo autónomo dice:

El vehículo autónomo [] no es más que el fruto de la robotización del vehículo tradicional, lo que consiste en dotar al coche de una multitud de sensores y sistemas inteligentes para que pueda realizar un trayecto determinado previamente sin necesidad de conductor.

Que concuerda con lo que he expuesto más arriba.

Así que, y como conclusión, a la espera de una eventual investigación más profunda acerca del verdadero significado del término 'robot', creo que estamos perfectamente 'autorizados' para considerar al vehículo autónomo como un robot.

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