En el artículo anterior veíamos la idea de considerar la creación y la actividad de diseño como una conversación con la situación, con el problema a resolver, una conversación que nos iba acercando paulatinamente a la solución.
Un poco más adelante en su libro 'Design Thinking', Nigel Cross nos menciona las observaciones de Larry Bucciarelli quien, al observar el comportamiento de los equipos de diseño en grandes proyectos de ingeniería, nos aporta otra perspectiva diferente del diseño.
En ese caso nos hace ver el diseño como una actividad social, como una actividad en que interactúan los miembros del equipo de diseño, conversando y, sobre todo, negociando, hasta alcanzar un consenso final
Así nos lo cuentan:
even engineering design, traditionally seen as a strictly technical process, is in reality a social process of interaction and negotiation between the different participants who each bring to bear their own 'object world' - their own specific knowledge awareness of aspects of the object being designed. His thesis is that 'the process of designing is a process of achieving consensus among participants with different 'interests' in the design, and that those different interests are not reconcilable in object-world terms...
Probablemente esta faceta social, de negociación y de consenso, sea inherente a cualquier tipo de trabajo en grupo, no sólo el diseño. Quizá, eso si, resulta algo más chocante reconocerla en el mundo del diseño ya que el diseño, como actividad creativa que es, parece llamar a la inspiración, al genio individual, a aquello, en fin, tan propio de cada personalidad y ego que parece difícilmente negociable.
Pero somo seres sociales... y esto, para bien o para mal, impregna todas y cada una de nuestras actividades, incluso las creativas, incluso las más en teoría reflexivas, incluso las más aparentemente individuales...
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