domingo, 31 de enero de 2010

Antecedente neuronales y cognitivos de los procesos ITIL

Según explica Nassim Nicholas Taleb en su famoso libro "El cisne negro", y citando las investigaciones de ciertos psicólogos, parece que nuestro pensamiento tiene una caracteristica dual o, si se prefiere, existen dos "sistemas":
  • sistema experiencial: que es automático, rápido, no requiere esfuerzo. Tiene que ver con la intuición y produce atajos que permiten funcionar de una forma rápida y eficaz.
  • sistema cognitivo: que es el que denominamos habitualmente "pensamiento" y que es razonado y lógico, pero lento.
Parece, además, que existe una cierta base orgánica en nuestro cerebro para esos dos sistemas. Según nos enseña la neurobiología existen dos partes en el cerebro:
  • cerebro límbico: de reacción rápida y que es el centro de los sentimientos.
  • parte cortical: que se supone es la que se emplea para pensar y razonar.
Y se me ocurre pensar que esta forma de dividir el pensamiento y la acción en dos partes, una dedicada a la reacción rápida y otra al análisis profundo, es un patrón que se repite, incluso, en el ámbito de la gestión de servicios TI (ITSM) basados en las mejores prácticas ITIL. Así, la resolución de cualquier mal funcionamiento en la infraestructura TI objeto del servicio, se organiza con base en dos procesos:
  • Gestión de incidencias: que es un proceso orientado a la pronta restauración del servicio, a la resolución rápida, utilizando para ello, con frecuencia, los denominados "workarounds" (atajos) ...al igual que hace el sistema experiencial.
  • Gestión de problemas: orientado a la búsqueda de causas subyacentes, raíces y al establecimiento de soluciones duraderas. Es un proceso más analítico y lento ...como el sistema cognitivo.


Curioso paralelismo... que seguro que no es casual.

Esa subdivisión en una respuesta rápida y otra razonada es una "mejor práctica" que, a través de la evolución, nuestro cerebro ha incorporado. Ese mismo patrón, aplicado a la gestión de servicios TI, es otra "mejor práctica" y, como tal, recogida por ITIL, fruto de la evolución y la experiencia colectiva en la gestión de servicios.

Y sin duda, la aplicación de esta "mejor práctica" se ve favorecida, probablemente de forma inconsciente, por ser ese nuestro sustrato neuronal y cognitivo, la esencia misma de nuestra forma de proceder y comportarnos ante los "inputs" que el mundo nos ofrece, ya sea en la vida diaria, o gestionando servicios TI.

domingo, 24 de enero de 2010

Una guía práctica para emprendedores

Estos días he estado leyendo "Cómo crear tu nueva empresa" de Eva Asensio del Arco y Beatriz Vázquez Blömer, un libro sencillo y practico que muestra las consideraciones a tener en cuenta y, sobre todo, los pasos a dar, para montar una empresa.

Lo mejor del libro es, precisamente, su carácter práctico y concreto. Explica de forma clara y concisa aspectos tan poco documentados como son las formas jurídicas posibles de una empresa, los trámites a realizar, la documentación administrativa y las obligaciones fiscales.

No es un libro innovador o erudito, pero sí muy claro y útil, al menos para tener una idea preliminar.

Para quien esté pensando en montar una empresa o en estableceros como autónomo, tal vez sería bueno que le echara un vistazo.

Índice

  • La empresa y su entorno
  • Formas jurídicas de la empresa. La franquicia
  • Trámites administrativos para la constitución de una empresa
  • Fuentes de financiación de la empresa
  • La gestión del personal en la empresa
  • Documentación administrativa
  • La contabilidad en la empresa y sus cuentas anuales
  • Producción, aprovisionamiento y valoración de existencias
  • Costes, precios y beneficios
  • Marketing I
  • Marketing II
  • Obligaciones fiscales de la empresa
  • Mi proyecto empresarial
  • miércoles, 20 de enero de 2010

    Pienso... luego no dirijo

    "Resulta imposible profundizar mucho en una idea cuando se dirige un negocio, sean cuales sean las horas que éste conlleve; dicho simplemente, a menos que uno sea un insensible, las preocupaciones y el sentido de la responsabilidad ocupan un espacio cognitivo precioso. Es posible que uno pueda estudiar, meditar o escribir si uno es un empleado, pero no cuando se dirige un negocio, a no ser que sea un irresponsable.".

    Sorprendente, y se me antoja que algo exagerada, esta afirmación de Nassim Nicholas Taleb. No creo que forme parte del núcleo central de su pensamiento. Es sólo una nota a pie de página en la sección de agradecimientos de su afamado libro "El cisne negro".

    Algún fondo de verdad, no obstante, sí parece ocultar esta frase. El directivo tiene muchos estrés, muchos temas en que intervenir, muy poco tiempo para decidir, muy poco para pensar...

    Aún así, quisiera pensar que, aunque rápido, y quizá menos de lo que deseara, algo sí que piensa. Más nos vale...

    domingo, 17 de enero de 2010

    El cambio organizativo y la carrera profesional

    Afirma Richard Sennett en su libro "La corrosión del carácter":

    "... las organizaciones suelen estar tan a menudo en un estado de flujo interno que es inútil intentar tomar decisiones racionales sobre el futuro personal basándose en la estructura actual de la empresa".

    Dos objetivos, dos tendencias divergentes y, sin embargo, de plena actualidad.

    Por un lado la dinámica de la innovación, la flexibilidad y el cambio continuo, exige profesionales con capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias, que acepten los cambios, que aprendan, que se motiven en este entorno acelerado y cambiante.

    Por otro, el propio interés del profesional, su desarrollo como tal e, incluso, si me apuran, la coherencia con su marca personal, exigen una dirección, una coherencia. No es resistencia al cambio...sino la necesidad de una línea argumental, una coherencia, una lógica en los cambios que permitan al profesional planificar de alguna forma su carrera y su propio desarrollo. Se trata de que los cambios supongan una evolución y no unos meros eventos desestructurados.

    Difícil conciliar estos extremos. En cualquier caso, de lo que todo profesional debe ser consciente es de que, aunque no completamente, sí hasta un cierto punto, la carrera profesional está en sus manos. La propia carrera profesional es su interés y responsabilidad y debe buscar y promover de forma activa el camino que desea para sí.

    Aún en medio del caos y el cambio continuo, nunca debemos renunciar a gobernar nuestro propio destino.

    miércoles, 13 de enero de 2010

    El reto como motivación

    Hace unas fechas, leía, en el libro de Richard Sennett titulado "La corrosión del carácter", lo siguiente:

    "En todas las formas de trabajo, desde la escultura a servir comidas, la gente se identifica con las tareas que son un reto para ellos, tareas que son difíciles".

    No sé si todos las personas, si todos los trabajadores, responden a este estímulo, pero sí estoy seguro de que muchos lo hacen...probablemente los más valiosos.

    Quizá, para completar la receta, lo único que haga falta es una pizquita de impulso, de reconocimiento y ánimo, para que el efecto Pigmalión haga el resto.

    sábado, 9 de enero de 2010

    En busca de las fuentes de ventaja competitiva en social media

    INTRODUCCIÓN

    ¿Por qué unas redes sociales triunfan más que otras? ¿ Cuáles son los factores de éxito y, sobre todo, los elementos competitivos que harán que unas redes sociales sobrevivan y otras no?

    No estoy muy seguro de las respuestas pero, de forma preliminar, y a la espera de que nuevos datos, o quizá, los comentarios que pueda recibir, me hagan concebir otra foto mejor, en este artículo paso revista a los factores que, en un primer análisis sujeto a revisión, me parece que marcan los aspectos fundamentales, las posibles fuentes de ventaja competitiva, que unas redes sociales pueden exhibir en su camino para la supervencia y el éxito.

    Seis son los factores que identifico, seis los elementos que pueden influir en la ventaja competitiva de unas redes sobre otras y, por tanto, en su superviviencia y rentabilidad a largo plazo.
    • La marca
    • Las funcionalidades
    • El estilo y la experiencia de usuario
    • La base de usuarios
    • La tecnología
    • La salud financiera y la sostenibilidad del modelo de negocio
    Veámoslos.

    ELEMENTOS DE ESTRATEGIA COMPETITIVA

    1.- La marca

    Probablemente, el primer activo con el que cuenta una red social es el de la marca. Una persona, un potencial usuario/cliente que quiera acercarse a este mundo de las redes sociales, normalmente buscará una red conocida, o una red que le sea recomendada, quizá una red a la que sea invitado por un amigo o conocido. Teniendo en cuenta que lo que ofrecen las redes es realmente parecido, el nombre importa mucho. La marca es crucial y, sin embargo, y como sucede mucho en Internet, es algo volátil y difícil de proteger. En este mundo 2.0 el 'boca a oreja', la prescripción virtual, puede hacer mucho daño o mucho beneficio. La marca es la portadora del conocimiento y del prestigio, la promesa de una experiencia gratificante y útil, ...o de lo contrario

    En cualquier caso, y aunque no fácilmente protegible, la marca creo que constituye un elemento de diferenciación competitiva importante. Además, la marca, o por mejor decir, la falta de ella, se constituye en una barrera de entrada de primer orden para nuevos entrantes.

    2.- Las funcionalidades

    Una forma de diferenciación entre redes sociales son las funcionalidades, los servicios que ofrecen a sus usuarios. Las funcionalidades básicas tienden a ser similares en todas las redes, al fin y al cabo es lo que las define como redes sociales: edición de perfil, creación de la red de contactos, creación de grupos y debates, envío de mensajes entre miembros de la red, almacenamiento de fotografías y vídeos, comentarios, integración con móviles, etc

    Creo que, en las funcionalides básicas, hay poco margen para la diferenciación. Sin embargo, existen posibilidades de adición de otras funcionalidades. El esquema de aplicaciones de Facebook, por ejemplo, abre posibilidades casi infinitas y la opción de que terceras empresas entren en la red. En cualquier caso, no estoy seguro de que siempre el añadir muchas funcionalidades proporcione ventaja a la red que lo haga. Por ejemplo, creo que LinkedIn se puede considerar una red exitosa y es, sin embargo, bastante austera en cuanto a funcionalidades.

    Además, si una funcionalidad ofrecida por una red social demuestra ser una 'killer-application', una fuente de diferenciación importante, creo que podría ser imitada en un tiempo corto por sus competidoras. En este sentido, podría ser una ventaja competitiva pero poco sostenible...y por tanto una ventaja sólo hasta cieto punto.

    Creo, por tanto, que la funcionalidad puede ser un elemento de diferenciación competitiva pero de una importancia sólo relativa y de corto plazo.

    3.- El estilo y la experiencia de usuario

    Una forma de diferenciación muy real, aunque muy intangible y no fácilmente gestionable, es el "estilo" de la red y el tipo de experiencia de usuario que proporciona. Ésto está relacionado con las funcionalidades...pero no es lo mismo. Así, LinkedIn ha logrado, por su base de usuarios, sus funcionalidades y su forma de gestionarla, tener una imagen de una red seria y profesional, que atraerá, en general, precisamente a profesionales, emprendedores, headhunters, etc o, al menos, la "cara" que las personas ofrecerán en LinkedIn será esa.

    Facebook ofrece, sin embargo, una imagen mucho más informal, plagada de juegecitos e interacciones desenfadas e informales. La española Tuenti se centra claramente en el público más joven y la red de Telefónica, Keteke, intenta posicionarse también en el público joven y como la red "del buen rollo".

    Un nuevo intangible, pero de mucha importancia. En concreto, diría que es preciso mantener el estilo adecuado para atraer los dos segmentos de público mencionados: el profesional y el público joven. En redes más de nicho, puede ser importante, por ejemplo, la orientación hacia, digamos, temas literarios, o regionales o cualquier otro área de interés.

    En cualquier caso, es un factor de competencia no fácilmente gestionable, por lo que tiene de intangible y que, sin embargo creo que es relevante.

    4.- La base de usuarios

    Probablemente, el elemento que mejor define, en un momento dado, la posición competitiva de una red social es el número de usuarios (asumiendo que son usuarios activos, naturalmente) de la red social. El número de usuarios es un indicador de la presencia de la red, de su poder de influencia, de su capacidad para atraer publicidad o inversores o compradores, sus armas, en suma, para generar negocio.

    La dificultad estriba en cómo aumentar o mantener esos usuarios. Es increiblemente sencillo, para una persona, cambiar de red social. No digamos ya darse de baja sino, simplemente, comenzar a utilizar otra red competidora. Las redes sociales no tienen forma de convertir a sus usuarios en cautivos y, además, la fidelización se basa en muchos elementos intagibles y de impulso. Es paradójico que el mayor activo de una red social sea tan inasible, tan difícilmente controlable. Eso sí, parece que una red social que tenga una amplia base de usuarios siempre estará en mejor disposición de crecer a partir de esa base. Por otro lado, para un nuevo entrante, el disponer de una base de usuarios, una masa crítica de miembros inicial, puede suponer una seria barrera de entrada.

    Finalmente, insistir que, en el fondo, lo importante es que los usuarios sean realmente usuarios activos. En ese sentido, al mero indicador de número de usuarios, seguramente habría que añadirle otros indicadores de actividad, como número de transacciones, número de mensajes, ritmo de creación de grupos, ritmo de variaciones en contactos, etc para que la medida fuese realmente un buen indicador del nivel de actividad de la red, de su influencia y alcance efectivos y, por tanto, de su posición competitiva y de su potencial de negocio.

    5.- La tecnología

    Poco se habla realmente de la tecnología que hay detrás de una red social. En el fondo, y sin conocer la arquitectura real que hay detrás de Facebook, LinkedIn, etc, no creo que aporten ninguna solución tecnológica innovadora sino una mera aplicación exitosa de tecnologías ya establecidas.

    Creo que la preocupaciones técnicas tras una red social se deben centrar, sobre todo, en las prestaciones (capacidad para soportar muchos usuarios y transacciones sin que el servicio se degrade), la velocidad de respuesta (relacionado con lo anterior) y la disponibilidad del servicio (que, naturalmente, como casi todo en Internet, debe ser 7x24x365). No son problemas sencillos...pero la tecnología está disponible y es conocida desde hace tiempo. Aunque complejo, no es innovador y, por tanto, no es, a priori, diferenciador.

    En realidad, no creo que la tecnología sea, al menos en las redes sociales que puedo conocer, un elemento de diferenciación competitiva. Creo que es, simplemente, un habilitador, una condición 'sine qua non'. Si falla la tecnología fallará el negocio, pero una buena tecnología no garantiza una mejor posición competitiva.

    6.- La salud financiera y la sostenibilidad del modelo de negocio

    Quizá por evidente, a veces se olvida este punto. Un talón de Aquiles de muchos nuevos negocios en Internet es, precisamente, que no está claro si son negocio o no. Aunque la etiqueta 'salud financiera y sostenibilidad del modelo de negocio' abarca muchas cosas, en el fondo casi todas las que tiene que ver con una estrategia competitiva, lo que quiero decir es que es necesario que la red social sea realmente rentable en la actualidad o que, al menos, siga un plan de negocio realista, respaldado por inversores y que se esté cumpliendo con una perspectiva clara de rentabilidad en un tiempo acotado.

    Una red social con amplia aceptación de usuarios, con imagen de marca, etc no será nada, y no sobrevivirá, si no es realmente un negocio. Es crucial, lo más importante de todo, que sea capaz de convertir esa presencia, esa marca, esa base de usuarios, en un flujo económico capaz de generar unos beneficios que justifiquen la inversión. Lo demás serán puras quimeras.

    CONCLUSIONES

    De los seis elementos planteados hay dos, la tecnología y las funcionalidades que, aunque muy importantes desde un punto de vista operativo y como niveles mínimos, no creo que, sin embargo, actúen de forma positiva en la diferenciación competitiva. Tristemente, creo que sólo serán relevantes si fallan y, en ese caso, sí serán un lastre casi invencible para la red afectada por su carencia.

    De los cuatro que quedan, tres son muy importantes...pero muy intangibles y difíciles de gestionar: la marca, el estilo y la base de usuarios. Los tres dependen mucho de la experiencia de usuario y de la imagen...y de ese movimiento viral tan interesante y tan difícil de controlar que se produce en Internet y en el mundo 2.0.

    Finalmente, el cuarto, el menos 'glamouroso' pero el que creo más relevante, es el modelo de negocio y la salud financiera. Este es capital y, al contrario de lo que sucede con los negocios tradicionales, los 'brick & mortar', existe una cierta tendencia a despreciarlo en este nuevo mundo de Internet con excusas de estrategias venideras y eventuales ganancias futuras. Cuidado con esto.

    Con todo ello, creo que la conclusión es que, la empresa que soporta una red social debe:

    (1) Tener muy claro su modelo de negocio, sus fuentes de financiación y la rentabilidad a conseguir...y seguirla, controlarla y gestionarla de forma muy rigurosa. Si esto va mal, el resto no tiene ya sentido.

    (2) Garantizar que la tecnología y la operación de los sistemas que soportan la red social es la adecuada, el nivel de servicio excelente y que las funcionalidades ofrecidas son adecuadas.

    (3) Suponiendo los niveles míninos anteriores, centrar sus esfuerzos en un marketing orientado a la red, que ayude a posicionar la marca, a conseguir usuarios y a garantizar que la exepriencia que éstos obtienene está de acuerdo con sus expectativas...o las supera.

    Y lo novedoso de todo esto es saber cómo debe ser un marketing 2.0 capaz de generar el prestigio, el reconocimiento de marca y la atención de usuarios/clientes, en este mundo donde predomina la viralidad, donde los principales prescriptores son ya los propios usuarios a través de los medios que ofrece la Internet 2.0 incluyendo, en muchos casos, las propias redes sociales...

    jueves, 7 de enero de 2010

    Always On Management: ¿éxito o fracaso del directivo?

    Con el desarrollo de las telecomunicaciones, especialmente de los servicios de movilidad y con el avance en equipos portátiles de todo tipo (laptop, netbook, smartphone, etc) así como todo tipo de servicios complementarios como los SMS, la mensajería instantánea, la videoconferencia, ya no hay excusa para no poder estar conectado, para no estar disponible.

    Esto sucede en nuestra vida privada en la que familia y amigos esperan poder localizarnos por el móvil en cualquier momento. Pero mucho más acusado es en el mundo de la empresa y, en particular, en sus niveles directivos. La imagen moderna del directivo, es no sólo la de una persona muy ocupada sino, también, la de una persona pegada a su móvil, capaz de resolver un asunto a la hora de comer, o por la noche, o en fin de semana, o desde la playa durante sus vacaciones...si es que puede gozar de vacaciones.

    No sólo ya no hay excusa tecnológica para la ausencia, sino que parece como si la plena disponibilidad, la hiperconectividad, fuese un símbolo de status, una prueba de la importancia del directivo sin el cual no se pueden tomar decisiones y una demostración, además, del compromiso de ese directivo con su empresa.

    Estamos, si se me permiten los símiles tecnológicos, en la era del 'always on management', la dirección ejercida en 7x24x365, en altísima disponibilidad, una altísima disponibilidad que parece ser síntoma del éxito e importancia del directivo.

    Hace algún tiempo, creo que en una escuela de negocios, oí afirmar a un profesor que una misión fundamental del directivo era organizar su unidad de responsabilidad, conseguir que funcionase como un reloj y, en último extremo, que ese funcionamiento excelente se mantuviese por sí solo, sin la necesidad, ya, de la intervención directa del mando...momento en que ese directivo podía relajarse, o mejor, buscar un nuevo reto.

    ... Y éste era su éxito, un éxito, digo yo, que entre otras cosas le exige muy baja disponibilidad.

    A la luz del párrafo anterior, ¿no es posible que esa altísima disponibilidad que se exige hoy día al directivo, y que éste parece brindar gustoso como símbolo de su status, sea, en realidad, una consecuencia de una deficiente organización y procedimentación del trabajo, de unos procesos, unos engranajes organizativos, no suficientemente engrasados?

    O también, y volviendo a los símiles tecnológicos, y ya que de alta disponibilidad hablamos, ¿no es cierto que en los sistemas de alta disponibilidad se establecen redundancias, se duplican elementos, para evitar puntos únicos de fallo? ¿ No se establecen los mecanismos para que cuando un elemento falla, otro tome automáticamente el control sin afectar al funcionamiento global? ¿ No es cierto, igualmente, que en muchas ocasiones, los elementos redundados se utilizan en modo activo para realizar un reparto de carga ?

    ¿Qué nos enseña la alta disponibilidad en sistemas acerca de la gestión de empresas? ¿ Qué nos tiene que decir acerca de la delegación y de la sucesión?

    ¿ Pudiera ser que el directivo altamente disponible no hubiese utilizado adecuadamente estas herramientas, la delegación y la sucesión, para evitar su implicación personal? ¿Pudiera ser que el directivo fuese un punto único de fallo sin el cual la empresa no funciona por no haber establecido una redundancia, alquien en quien delega o, a largo plazo, un sucesor? ¿Pudiese ocurrir que no hubiese definido cómo debe actuar la empresa o su unidad en su ausencia? ¿ Y por qué no utilizar a los 'directivos redundantes' para hacer reparto de carga de trabajo?

    Es cierto que vivimos tiempos complejos y de cambios acelerados. Es cierto que las plantillas de las empresas están cada vez más ajustadas. Y es cierto que un directivo siempre es un directivo y debe tomar decisiones, no siempre delegables, y no siempre en el momento y lugar que le gustaría, y de forma planificada.

    Todo eso es cierto y creo que el directivo siempre deberá ofrecer una cierta disponibilidad. Pero como situación objetivo, como dirección de trabajo, sería bueno reflexionar sobre si la altísima disponibilidad, el orgullo por estar siempre 'on', es realmente un éxito o, más bien, un fracaso del directivo.