Y como toda forma de innovación, también esta innovación en modelos de negocio tiene una parte de inspiración e ideación y un mucho de método, empeño, liderazgo y trabajo constante y esforzado.
Pero quizá por la componente de inspiración que le afecta, es fácil dejarnos atrapar por algunos mitos y caer en algunos errores. Me encuentro leyendo el libro 'The business model navigator' de Oliver Gassmann, Karolin Frankenberger y Michaela Choudury que trata, evidentemente, de innovación en modelos de negocio.
En esta esta obra identifican siete mitos sobre innovación en modelos de negocio, de los que nos conviene ser conscientes. Son estos:
- Mito del ascenso inicial ('initial ascent'): Aunque el nombre, al menos a mi, me confunde un poco, a lo que se refiere es a la falsa creencia de que el éxito comercial proviene de ideas que nadie ha tenido nunca antes cuando la realidad indica que con frecuencia, los modelos de negocio de éxito toman prestadas ideas de modelos de negocio de otros sectores.
- Mito de pensar a lo grande: un mito que nos dice que las innovaciones en modelo de negocio deben ser radicales y completamente nuevas para el mundo, cuando lo cierto es que la innovación en modelo de negocio se puede hacer, de igual forma que la innovación en producto, de manera incremental.
- Mito de la tecnología: un mito que nos hace pensar que toda innovación en modelo de negocio se basa en alguna nueva y fascinante tecnología que inspira nuevos productos. Lo cierto es que, aunque las tecnologías, en efecto, posibilitan y conducen con frecuencia a la innovación, en general esas tecnologías son de naturaleza genérica y es en su aplicación concreta, su uso concreto dentro de un modelo de negocio lo que crea la diferencia y donde radica el éxito.
- El mito de la suerte: que asume que la innovación en modelos de negocio se basa en golpes de suerte y no puede ser gestionada de forma sistemática. Sin embargo, la innovación en general, y la de modelos de negocio en particular, requiere esfuerzo, persistencia y foco y es necesario planificarla y prepararse para ella. Y, aunque es cierto que actuar de forma sistemática no garantiza el éxito, sí que aumenta las probabilidades de alcanzarlo.
- El mito de Einstein: que hace pensar que las ideas realmente innovadoras solo pueden provenir de genios creativos. Lo cierto es hoy en día el éxito en innovación proviene más de equipos y, además, equipos multidisciplinares.
- El mito del tamaño: según el cual, un gran logro requiere de muchos recursos. Sin embargo, la realidad demuestra que los cambios en modelos de negocio más revolucionarios provienen con frecuencia de pequeñas startups sin muchos recursos.
- El mito de la I+D: que supone que los departamentos de Investigación y Desarrollo son la fuente de las innovaciones importantes. Lo cierto es que la innovación es muy interdisciplinar y que la tecnología juega, indudablemente, un papel crucial, pero siempre en conexión con el modelo de negocio en su conjunto. Y, además, el impulso para la innovación puede provenir de cualquier parte de la organización.
Seguro que nos resultan muy reconocibles estos mitos. Y, probablemente, aunque los negaríamos si nos preguntasen sobre ellos y contestásemos de forma consciente y razonada, esos mitos habiten en nuestro interior y en el de nuestras organizaciones. Así que conviene estar atentos.
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