miércoles, 10 de febrero de 2021

Una hipótesis sobre el impacto de la automatización en el empleo

¿Cómo influirá una creciente automatización en el empleo neto? ¿Destruirá empleo?¿Creará empleo?

El miedo a una destrucción masiva de empleo ante el avance de la automatización, una automatización cada vez más inteligente y capaz de sustituir no solo trabajos manuales sino también muchos trabajos intelectuales y cualificados, está más que justificado.

¿Pero tiene que ser así? ¿Tiene realmente que destruirse empleo neto?

Hay argumentos en las dos direcciones.

Los más pesimistas parecen mirar a lo inmediato y deducir que, evidentemente, si se automatizan muchos trabajos, deja de ser necesaria la mano de obra, y dejamos por tanto de ser necesarias las personas, estando abocados al paro masivo.

Los más optimistas piensan que si, que se destruirán ciertos empleos, pero que se crearán otros nuevos y que el balance neto será positivo. Y la revisión histórica de lo ocurrido con otras revoluciones industriales y tecnológicas parece darles la razón.

Sin embargo, en general estos análisis, al menos hasta donde yo he podido ver, y a pesar de aportar aquí o allá algún dato numérico, parecen más temerosos o voluntaristas según el caso que científicos, con escaso peso teórico, con poca aparato estadístico o matemático, con pocos argumentos sólidos en definitiva. En buena medida son más opiniones que análisis rigurosos.

Recientemente me he encontrado con otra forma de argumentar que me ha llamado la atención por lo diferente. No es que sea una teoría detalladísima, no al menos en lo que yo he podido ver, pero sí parece alumbrar una versión algo más razonada y no del todo evidente.

Se trata de la exposición que hace Stuart Russel en su libro 'Human compatible: AI and the problem of control' y que ejemplifica con el caso casi trivial de la pintura de paredes y el impacto de la tecnología (en este caso el grueso de las cerdas del pincel). La curva que ofrece es la siguiente:

Según este autor, la evolución del desempleo con la mejora tecnológica no sigue siempre la misma dirección. Al principio, cuando el nivel tecnológico es relativamente bajo, una mejora tecnológica aumenta el empleo. ¿Por qué? Porque el aumento de productividad que supone la tecnología, hace que un cierto tipo de servicios o soluciones que antes eran caros y poco atractivos, pasen a ser interesantes, se compren cada vez más y, por tanto, para que la producción pueda satisfacer la demanda, se genera empleo.

Sin embargo, a partir de un cierto punto en que ya no se va a demandar más, un aumento de tecnología, de automatización, supone ya una eliminación de mano de obra humana. Si no hay demanda adicional pero se necesita menos mano de obra humana para la producción, el resultado es el desempleo.

No puedo decir si este planteamiento es cierto o no, pero me parece un razonamiento interesante. Eso sí, no veo claro si está contemplando la tecnología y los servicios asociados un poco desconectados de lo que pasa en otros servicios o en el resto de la sociedad. Es posible que el incremento de riqueza que ha supuesto ese incremento de productividad se pueda traducir en mayor consumo de bienes y servicios completamente diferentes, tirando del empleo y llevando a un resultado neto positivo o al menos a suavizar el impacto.

En fin, la idea es interesante aunque tal vez no del todo concluyente.

Lo que probablemente podamos dar por seguro es el aumento creciente de la automatización por lo que, en la forma que corresponda, deberíamos prepararnos para ello.


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