lunes, 22 de febrero de 2021

Seis preguntas a formular a cada nuevo éxito en Inteligencia Artificial

Cuando una tecnología o una metodología se ponen de moda comienzan a aparecer noticias confusas, inexactas y grandilocuentes sobre ella. Quizá no ocurra solo en tecnología ni metodologías pero, desde luego, en esos campos ocurre y mucho.

Y, claro, ese 'bombo', esa exageración y esa inexactitud no podía dejar de afectar a una disciplina tan potente, tan atractiva y que tanto pie da a la imaginación como es la inteligencia artificial.

Y, en efecto, nos movemos en medio de un torrente de noticias fantásticas y exageradas, de especulaciones y errores de concepto, de opiniones no fundamentadas, de promesas de tierras prometidas y de advertencias apocalípticas, que se entremezclan con los hechos, las verdades y los innegables y espectaculares avances y éxitos que realmente se están produciendo en el campo de la inteligencia artificial.

¿Cómo separar el grano de la paja? ¿Cómo saber dónde está la verdad? 

No es fácil, desde luego, pero como principios generales, conviene ser prudentes e incluso un poco escépticos, leer de varias fuentes (incluyendo la literatura más técnica aunque puedan ser mas 'dura') y contrastar si es posible con profesionales reales de este campo.

Un poco en esa línea, en su libro 'Rebooting AI. Building Artificial Intelligence We Can Trust'. Gary Marcus y Ernest Davies nos proponen seis preguntas que deberíamos formular ante la noticia de un gran éxito en inteligencia artificial. Son estas:


  • Dejando a un lado toda la retórica, ¿Qué es lo que realmente hace el sistema de inteligencia artificial?

  • ¿Cuán general es el resultado? Es decir, ¿se aplica sólo a una situación muy específico o es realmente genérico?

  • ¿Existe algún tipo de 'demo' para probar con mis propios ejemplos. Los autores aconsejan ser excépticos con el presunto avance si esa 'demo' no existe.

  • En caso de que los investigadores o, más bien, sus gabinetes de prensa) argumenten que el sistema de inteligencia artificial es mejor que los humanos, concretar de qué humanos estamos hablando y cuánto mejor es el el sistema.

  • ¿Hasta qué junto el éxito en esa tarea en concreto nos acerca a una inteligencia artificial genuina?

  • ¿Cómo de robusto es el sistema? ¿Se puede aplicar con otros conjuntos de datos sin necesidad de un re-entrenamiento masivo?

Como se puede observar, por detrás de esas preguntas late un cierto escepticismo, pero diría que no es un escepticismo sobre la tecnología en sí, sino sobre la comunicación exagerada, ampulosa y falta de exactitud que sobre la misma se suele hacer.

Diría, además que aunque estas preguntas están pensadas para el campo de la inteligencia artificial, en buena medida son aplicables, las preguntas y, sobre todo, el espíritu que las anima, a muchas otras tecnologías, metodologías e incluso simples tendencias de todo tipo.

Por desgracia, no podemos evitar la comunicación incorrecta, el 'postureo' tecnológico ni la sobre-actuación. Pero lo que sí podemos es ser prudentes, hacernos preguntas e intentar contrastar las noticias.


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